El cambio climático no es un partido de fútbol anarquista
Traducido por Mario Cuéllar, 24/08/2008Al tratar de poner la política por delante de la acción, Ewa Jasiewicz se dedica al pensamiento mágico del tipo más desesperado
George Monbiot en The Guardian (24/08/08)
Si quieres una visión de cómo el movimiento contra el cambio climático podría desvanecerse como un copo de nieve en verano, lee el artículo de Ewa Jasiewicz. Es un claro ejemplo de la identidad política que asoló as los movimientos de acción directa durante la década de los 90 y de los cuales la nueva generación de activistas hasta ahora ha estado afortunadamente libre.
Jasiewiz correctamente celebra la ausencia de líderes, el modelo autónomo de organización que ha hecho a este movimiento tan efectivo. Los campamentos por el clima a los que he asistido, este año y el pasado- estuvieron entre los eventos más inspiradores a los que nunca he asistido. Estoy asombrado de la gente que los ha organizado, que lo administraron para crear, bajo una presión extraordinaria, espacios seguros, funcionales y encantadores, en los que podría debatir los asuntos y planear las acciones que sacaron Heathrow y Kingsnorth a la luz pública. El campamento por el clima (1) es un tributo a la política anarquista que Jasiewicz apoya.
Pero al tratar de extrapolar esta experiencia a un plan social más amplio, comete dos graves errores. El primero es confundir fines y medios. Afirma que quiere para el calentamiento global, pero hace la tarea 100 veces más difícil al rechazar todas las soluciones estatales y corporativas. Me parece que lo que ella quiere realmente es crear una utopía anarquista, y usar el cambio climático como una excusa para tramarla.
Parar el cambio climático tiene que tomar preferencia sobre cualquier otro objetivo. Todos en el movimiento saben que hay muy poco tiempo: la ventana de la oportunidad en la que podemos prevenir un calentamiento de dos grados se está cerrando rápido. Tenemos que usar todos los recursos de los que podemos disponer en nuestras manos, y estos tienen que incluir a los gobiernos y a las corporaciones. O quizás, ¿intenta construir ella misma las instalaciones requeridas para dar la vuelta a la economía energética (2) – plantas eólicas, máquinas de olas, plantas termales solares en el Sahara, las nuevas conexiones a la red y los sistemas de transporte público?
Su artículo es un ejemplo aterrador de la habilidad de algunas personas para poner la política primero y los hechos en segundo lugar cuando enfrentamos el mayor desafío de la humanidad. Los hechos son los siguientes: El cambio climático sin control se nos echa encima rápidamdente. Requerimos una gran respuesta económica y política para prevenirlo. Los gobiernos y las corporaciones, nos guste o no, actualmente controlan el dinero y el poder. Si no nos organizamos para movilizarles, no tendremos oportunidad de parar el derrumbe de la biosfera. Jasiewicz ignoraría todas estas verdades incómodas a causa de que ellos discrepan con su política.
“Cambiar nuestras fuentes de energía sin cambiar nuestras fuentes de poder político y económico”, afirma, “no producirá ninguna diferencia”. Ni el carbón ni la nuclear son la ‘solución’, necesitamos una revolución.”Así entonces, antes de que se nos permita comenzar a recortar las emisiones de gases invernadero, primero tenemos que derrocar a todos los gobiernos y corporaciones y reemplazarlos por comunidades autónomas de felices campistas. Todo esto tiene que tener lugar dentro de un plazo de dos meses, ya que hay poco tiempo para que pudiéramos prevenir dos grados de calentamiento. Estos es un pensamiento mágico del tipo más desesperado. Si fuera un ejecutivo de E.ON o Exxon, estaría encantado con su postura política, ya que produce una distracción maravillosa de nuestros objetivos reales.
Para apoyar su argumento, Jasiewicz tergiversa lo que dije en el campamento por el clima. Dice que yo “confesé no saber hacia a donde ir para resolver los asuntos de cómo generar los cambios necesarios para cambiar nuestras fuentes de energía, producción y consumo”. No confesé nada de esta clase. En ni libro Heat (Calor), detallo lo que se requiere para producir un recorte del 90% de emisiones para el 2030. Lo que yo confesé fue que no sabía como resolver el problema del capitalismo sin restaurar el totalitarismo.
El asunto es que el capitalismo involucra prestar dinero a un tipo de interés. Si prestas al 5% entonces tiene que pasar una de estas dos cosas. O el dinero suministrado tiene que incrementarse en un 5% o la velocidad de circulación tiene que incrementarse un 5%. En cualquier caso, si este crecimiento no se encuentra con un crecimiento concomitante en el suministro de bienes y servicios, se vuelve inflacionario y el sistema se derrumba. Pero un incremento perpetuo en el suministro de bienes y servicios finalmente destruirá la biosfera. Entonces, ¿Cómo paramos este proceso? Incluso cuando se mato a los usureros y fueron condenados a la maldición eterna, la práctica no pudo ser eliminada. Sólo el estado comunista la manejo, a través del uso extremo del control estatal que Jasiewicz profesa odiar. Todavía no tengo respuesta a esta adivinanza y ¿ella?.
Si, vamos a combatir al poder corporativo y las tendencias antidemocráticas de los estados. Si, vamos a intentar resolver el problema del capitalismo y después combatir por un sistema diferente. Pero no confundamos la tares con la necesidad inmediata de parar los dos grados de calentamiento, o permitir que interfiera con los recortes de carbono que tienen que empezar ahora.
El segundo gran error de Jasiewicz es imaginar que la sociedad puede cambiarse a un gigantesco campamento por el clima. El anarquismo es un gran medio de organizar una comunidad autoelegida de gente de la misma opinión. Es un desastroso medio de organizar un planeta. Muchos anarquistas imaginan su sistema como el medio por el cual los oprimidos pueden liberarse de la persecución. Pero si todo el mundo va a ser libre del poder coercitivo del estado, entonces esto tiene que aplicarse tanto a los opresores como a los oprimidos. Las comunidades más ricas y poderosas del planeta – sea por comunidades geográficas o comunidades de intereses – no estarán libres por fuerzas externas como los más pobres y débiles. Como me dijo un amigo dice, “cuando llegue la utopía anarquista, la primera cosa que ocurrirá será que cada lector del Daily Mail en el país cogerá un arma e ira a matar al hippy más cercano”.
Esto es porque, aunque ambos lados lo nieguen furiosamente, el resultado del fundamentalismo del mercado y el anarquismo, si se aplicarán universalmente, sería idéntico. Los anarquistas asociados con el oprimido, los fundamentalistas del mercado con el opresor. Pero, al eliminar el estado, ambos eliminarían las restricciones que previenen que el fuerte aplaste al débil. La nuestra no es una elección ente el gobierno y el no gobierno. Es una elección entre el gobierno y la mafia.
Durante el año pasado he estado trabajando con grupos de activistas (3) por el clima que han cambiado mi opinión de lo que debe ser realizado. La mayoría de ellos tienen menos de 30 años, y llevan el asunto con una claridad de mente y un pragmatismo que nunca había encontrado antes en los movimientos de acción directa. Están preparados para tomar riesgos extraordinarios (4) para intentar defender la biosfera de las corporaciones, los gobiernos y las tendencias sociales que amenazan con hacerla inhabitable. Lo hacen por una única razón: Aman el mundo y temen por su futuro. Sería un tragedia si, por los esfuerzos de gente como Jasiewicz, fueran distraídos de esta urgente tarea sobre la identidad política que ha destrozado tantos movimientos.
Referencias:
(1) http://www.guardian.co.uk/environment/kingsnorthclimatecamp
(2) http://www.guardian.co.uk/money/2008/aug/16/energy.householdbills
(3) http://www.guardian.co.uk/environment/2008/aug/11/kingsnorthclimatecamp.activists
(4) http://www.guardian.co.uk/commentisfree/2008/aug/12/climatechange.police
Artículo original:
http://www.guardian.co.uk/commentisfree/2008/aug/22/climatechange.kingsnorthclimatecamp