Bienvenida sea la recesión
Traducido por Félix Nieto para Globalízate, 17/10/2007¿Si no como vamos a detener los efectos destructivos del crecimiento económico?
George Monbiot/The Guardian (17/10/07)
Si eres una persona de tendencia sensible, te recomiendo que no sigas leyendo. Estoy a punto de romper el último de los tabúes universales. Deseo que la recesion anunciada por algunos economistas se haga realidad.
Reconozco que las recesiones traen tiempos difíciles. Como todos, comprendo que provocará que algunas personas pierdan sus trabajos y sus hogares. No subestimo los impactos o el dolor que infligirá, aunque discreparía sobre que estos sean los resultados evitables de una economía diseñada para maximizar el crecimiento en lugar del bienestar social. Lo que quisiera que reconocieses es algo mucho menos discutido: que pasado un cierto punto, las penurias económicas también son causadas por el crecimiento económico.
El domingo visite la única reserva de la biosfera considerada como tal por la ONU en Gales: el Estuario de Dyfi. Como es normal en los fines de semana, varios cientos de personas la visitaron para disfrutar de su belleza y tranquilidad y, como es normal dos o tres personas en motos de agua estaban estropeando el momento a todos los demás. La mayoría de los economistas nos dirán que el bienestar humano mejoraría multiplicando el número de motos de agua. Si hoy hay dos en el estuario, debería haber cuatro el año que viene y ocho al siguiente. Ya que la belleza y la tranquilidad del estuario no figuran en las cuentas nacionales (nadie paga por ver un atardecer) y ya que la venta y alquiler de las motos de agua si lo hacen, esto es considerado como un aumento en el bienestar humano.
Esta es una pequeña ilustración de un asunto que ya no puede considerarse como trivial. En Agosto la Organización Mundial de la Salud publicó los resultados preliminares de su estudio sobre las relaciones entre el ruido y el estrés (1). En él, sugiere que la exposición a largo plazo al ruido producido por el tráfico puede ser responsable, en todo el mundo, de cientos de miles de muertes provocadas por una enfermedad del corazón (Cardiopatía isquémica*) al año, también contribuyendo a aumentar el riesgo de ataques al corazón, presión sanguínea alta, tinnitus*, disrupción del sueño y otras enfermedades relacionadas con el estrés. El ruido, aumenta los niveles hormonales del estrés, incluso cuando dormimos. Un estudio realizado en niños que viven cerca de los aeropuertos en Alemania, muestra que el ruido también daña la memoria a largo plazo, la lectura y la habilidad del habla. (2). En todo el mundo, las quejas sobre el ruido están aumentando: A un extraterrestre le parecería que el principal objetivo del crecimiento económico es encontrar formas cada vez más inoportunas de quemar combustibles fósiles.
Esto nos conduce, de la manera mas obvia, a que un mayor crecimiento nos dañará más. El cambio climático no nos conduce solo a un declive en el bienestar: pasado cierto punto nos lleva a su terminación. Por decirlo de otra manera, amenaza la vida de cientos de millones de personas. No importa la firmeza de los gobiernos para reducir las emisiones, están luchando contra la marea del crecimiento económico. Mientras el nivel de crecimiento en el uso de energía disminuye al madurar una economía, ningún país ha conseguido reducir el consumo de energía aumentando el producto interior bruto. Las emisiones de CO2 en el Reino Unido son más altas que las de 1997 (3), en parte como resultado de los 60 cuatrimestres seguidos de crecimiento de los que Gordon Brown tanto presume. Una recesion en los países ricos puede que sea la única esperanza que tenemos de ganar el tiempo que necesitamos para prevenir un cambio climático fuera de control.
Las impresionantes mejoras en la calidad de vida -mejores viviendas, mejor alimentación, sanidad y medicina- en los últimos 200 años son los resultados del crecimiento económico y el aprendizaje, gasto, innovación y el poder político que lo ha permitido. ¿Pero en que punto debería detenerse? En otras palabras, ¿en que punto los gobiernos deciden que los costes marginales de más crecimiento superan los beneficios marginales? La mayoría no tienen respuesta a esa pregunta. El crecimiento debe continuar, pase lo que pase. Me parece que en los países ricos hemos llegado al punto lógico de parada.
Ahora vivo en uno de los lugares más pobres del Reino Unido. Los adolescentes llevan unos cortes de pelo caros, visten ropas de moda y tiene los últimos modelos de móviles. La mayoría de los que tiene la edad suficiente tienen coches, que conducen incesantemente y cambian cada pocas semanas*. Sus gastos en gasolina y en seguros deben ser astronómicos. Ellos han sido liberados de la horrible pobreza en la que vivían sus abuelos, y esto es algo que debemos celebrar y no olvidar nunca. Pero con una fundamental excepción, ¿puede alguien discutir que las necesidades básicas para todos en los países ricos, no pueden ser cubiertas en la actualidad?
La excepción es la vivienda y en este caso, el crecimiento con respecto al valor es uno de los motivos de exclusión. Un nuevo análisis de Goldman Sachs muestra que los precios actuales de las viviendas no son el resultado de una escasez de estas: si fuese así, el aumento de los precios debería haber sido igualado por el aumento de los alquileres. Aunque tomásemos en cuenta la escasez, los analistas creen que las viviendas están sobrevaloradas un 20%. (4).
Los gobiernos adoran el crecimiento ya que les permite no tener que afrontar la desigualdad. Como una vez dijo Henry Wallich, gobernador de la Reserva Federal de EEUU defendiendo el modelo económico actual, “el crecimiento es el substituto de la igualdad de ingresos. Mientras haya crecimiento habrá esperanza, y eso hace que las enormes diferencias de ingresos sean tolerables” (5). El crecimiento es un sedativo político, evitando protestas, permitiendo que los gobiernos no se enfrenten a los ricos, previniendo la construcción de una economía justa y sostenible. El crecimiento ha permitido la división social de clases que incluso el periódico Daily Mail esta lamentando.
¿Existe algo que pueda ser descrito sensiblemente como bienestar social que pueda ser ganado por los ricos? Hace un mes el Financial Times publico un apartado sobre como los grandes almacenes están intentando atraer “al consumidor venido de fuera” (6). Pero el asunto oculto del articulo es que nadie llega -el destino cambia constantemente. El problema, según explica un ejecutivo de Chanel, es que el lujo se ha “democratizado en exceso”. Los ricos cada vez tienen que gastar cada vez más dinero para diferenciarse de la masa: el mercado estadounidense de bienes y servicios, diseñado para este motivo, tiene un valor de 720 billones de libras al año.
Para asegurarse que no te confundan con un ser inferior, ahora puedes comprar en Harrods salseras de oro y diamantes. Sin ironía consciente, el artículo estaba ilustrado con una fotografía de un ataúd. Resulto ser una replica del ataúd de Lord Nelson, tallada con la madera del barco donde murió, es tuya si pagas una fortuna en una nueva y súper lujosa sección de Selfridges. Sacrificar tu salud y felicidad para ganar el dinero para comprar esa basura parece un síntoma de una enfermedad mental avanzada.
¿No ha llegado ya el momento de reconocer que hemos alcanzado la tierra prometida, y deberíamos intentar permanecer en ella? ¿Por qué querríamos dejar este lugar para explorar los oscuros desperdicios de la locura consumista, seguida por el colapso ecológico? Seguramente la política más racional de los gobiernos seria mantener los índices de crecimiento lo más cercanos a cero.
Pero como el discurso político está controlado por personas que anteponen la acumulación de dinero a todo lo demás, esta política se antoja imposible. Por muy desagradable que parezca, es difícil ver que excepción en una recesion accidental podría prevenir que el crecimiento económico nos transporte desde Canaán hacia el desierto en el otro lado.
Notas del traductor:
Las siguientes aclaraciones han sido extraídas de Wikipedia.
* Ischaemic heart disease= reducción de la cantidad de sangre bombeada hacia el corazón.
* El tinnitus o acúfenos es un fenómeno perceptivo que consiste en notar golpeos o pitidos en el oído, que no proceden de ninguna fuente externa. Puede ser provocado por gran número de causas, generalmente traumáticas. Este zumbido o campanilleo se supone que se produce por el aumento de la actividad de las áreas cerebrales que intervienen en la audición y aparece asociado a los trastornos del aparato auditivo. No se limita a un campanilleo, puede percibirse en forma de pitido, zumbido grave o agudo, ronroneo, siseo, estruendo o cantar de grillos; entre otros sonidos.
* Cambiar de coche cada pocas semanas. El autor utiliza la expresión write off. Esta expresión se utiliza en este contexto cuando un coche ha sufrido un accidente y su reparación supera el precio del vehiculo, por lo que la compañía de seguros prefiere pagar un vehiculo nuevo que pagar la reparación.
* Canaán, es la denominación antigua de una región del Próximo Oriente, situada entre el Mar Mediterráneo y el Jordán y que abarcaba parte de la franja sirio-fenicia conocida también como el creciente fértil. En la actualidad se corresponde con el Estado de Israel, los territorios de Gaza y Cisjordania, junto con la zona occidental de Jordania y algunos puntos de Siria y Líbano.
Articulo original: Bring on the Recession
How else will the destructive effects of growth be stopped?
By George Monbiot. Published in the Guardian 8th October 2007
http://www.monbiot.com/archives/2007/10/09/bring-on-the-recession/
Referencias:
1. Andy Coghlan, 22nd August 2007. Dying for some quiet: The truth about noise pollution. New Scientist.
2. Charlotte Thomas, 18th October 2002. Airport noise damages children’s reading. New Scientist.
3. DEFRA, 2007. Table showing UK Greenhouse Gas Emissions 1990-2005 and progress against the Kyoto and Domestic Targets. http://www.defra.gov.uk/news/2007/070131a.pdf
4. Martin Wolf, 5th October 2007. Britain faces its own housing risk. Financial Times.
5. Henry Wallich, 24th January 1972. Zero Growth. Newsweek. Quoted by Herman Daly, 1991. Steady-State Economics. Island Press, Washington DC.
6. Vanessa Friedman, 8th September 2007. What luxury means now. Financial Times.