La escasez del agua en el antropoceno

Glauka, 31/05/2013

El periodo de la historia terrestre en el que vivimos, ha sido denominado por algunos científicos como "Antropoceno" ,en sustitución de la época geológica que nos corresponde, el Holoceno. Y es que el creciente impacto que han tenido las actividades humanas sobre los ecosistemas está generando una transformación planetaria tan profunda como la que representó la retirada de los glaciares hace 11.500 millones de años.

Una de las consecuencias más visibles a corto plazo de estas transformaciones, va a ser el problema de la escasez de agua dulce.  Así lo han advertido los más de 500 científicos que se reunieron la semana pasada en Bonn en La Conferencia del Agua: "Sin reformas importantes en la gestión y utilización del agua dulce, la escasez de este recurso imprescindible será un grave problema para la mayor parte de los futuros 9.000 millones de habitantes del planeta tierra en una o dos generaciones".

El incremento de la población mundial, que se ha duplicado durante este siglo, la sobreexplotación y mala gestión del agua y el cambio climático, han dejado a los ecosistemas a lo largo del planeta en un estado de fragilidad. De tal manera, que millones de actividades humanas locales, están provocando cambios más grandes a escala regional, continental y global, modificando los flujos del agua, dañando los ecosistemas y deteriorando la calidad de este recurso básico para la vida.

El suministro de agua para su consumo, para  la  producción de alimentos,  la higiene y el uso sanitario, ha traído consigo beneficios innegables , y un alto nivel de desarrollo humano y calidad de vida.  Pero una gestión y utilización del agua dulce que no sea sostenible, ya no es viable a largo plazo. Las investigaciones que se están realizando desde 2004 en el Proyecto del Sistema Global del Agua (GWSP), confirman que el uso actual del agua,  y el deterioro de los sistemas del agua, están siguiendo una trayectoria que  no es sostenible, pero con el conocimiento científico actual, no se puede predecir con exactitud cómo o en qué condiciones se puede alcanzar el límite planetario, que desencadenaría cambios irreversibles en los ciclos del agua.

Algunos de los ejemplos que  han expuesto los científicos en La Conferencia del Agua, nos muestran gráficamente la magnitud del problema:

         "La humanidad utiliza un área del tamaño de Sudamérica para sus cosechas agrícolas y un área del tamaño de África para el ganado".

         "La humanidad ha construido, como media, una gran presa cada día durante los últimos 130 años".

         "La extracción de agua e hidrocarburos en zonas costeras bajas ha generado que dos tercios de los grandes deltas fluviales estén hundiéndose".

         "Cientos de miles de diques, distorsionan el flujo natural de los ríos a los que los ecosistemas y la vida acuática se han adaptado a lo largo de miles de años".

La declaración de Bonn, lanzada por la comunidad científica reunida en La Conferencia del Agua, reclama una gestión sostenible de los recursos hídricos , que aglutine la labor de científicos, políticos y gestores. A nivel científico, el acuerdo alcanzado, es el compromiso de adquirir un enfoque multidisciplinar y a diferentes escalas en la investigación del agua, para comprender el complejo e interrelacionado sistema hídrico global y cómo puede cambiar en el futuro.

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