La desigualdad de la economía mundial
Yolanda Tello, 01/07/2004
La gran diferencia económica entre el Norte y el Sur es uno de los grandes problemas existentes es la dependencia económica que tienen los países subdesarrollados. A pesar de firmarse la resolución 1514 donde se conseguía acabar con los colonialismos, parece que solo la independencia política es lo único que se ha conseguido. Hay que tener en cuenta quién explota sus recursos naturales o a donde van los productos agrícolas y materias primas del Tercer Mundo. Queda, por tanto, confirmada la Interdependencia. En 1974 se firma la resolución 3281 dejando claro el derecho económico y el principio de soberanía económica donde los estados controlaran sus recursos naturales y donde se deja subrayado la no discriminación y la igualdad ventajosa.
Para corroborar la desigualdad, cito ciertos datos a tener en cuenta:
1) El 75% de la población habitan en el Tercer Mundo
2) El 25% de la población tiene la riqueza mundial.
3) El 25% de la población es dueña del 75% de la riqueza mundial.
4) El 20% más rico ingresa el 82% del ingreso mundial.
5) Más 50% de la población no tiene acceso a agua potable, ni asistencia básica.
6) Más de 1300 millones de personas viven con 1 dólar diario.
Otro de los puntos interesantes e imprescindibles hace referencia a la importancia que dan los países más industrializados en la resolución del problema de la desigualdad económica y en la erradicación de la pobreza. Todos parecen querer acabar con la pobreza pero esto supone el ceder campo económico lo cual no es interesante para los países más ricos. En la actualidad, es más importante la lucha contra el terrorismo internacional que por ejemplo la hambruna o la explotación sexual de los niños. De aquí surge el principal problema, la falta de voluntad verdadera. Solo con el interés global y no individual, se puede cambiar la realidad.
La ayuda oficial que se invierte en desarrollo no es suficiente, a la vista está. En 1970 se firma la resolución 2626 donde se solicitaba una transferencia financiera del 1% del PNB de los países desarrollados a los subdesarrollados, de lo cual el 0,7% se podría ofrecer en forma de ayuda publica. Todavía hoy existe la reivindicación de esta aportación que ningún país, o prácticamente ninguno, la ha llevado a cabo. Una vez más la falta de compromiso se hace patente.
Tras las crisis económicas y energéticas de los años 70, donde los países más desfavorecidos, una vez más, son los más afectados, se plantean nuevos planes, es el caso del Plan Baker creado en 1985. Hay que tener en cuenta que entre 1982 y 1988 su deuda externa aumenta en un 50% por lo que se convierte en uno de los principales problemas a resolver para la verdadera lucha contra la pobreza. Las soluciones que se daban en el Plan Baker eran prácticamente económicas, basándose en el aumento de los préstamos. Tanto los bancos comerciales, el Banco Mundial y aquellos países interesados en la inversión, debían aumentar sus cuotas para promocionar la economía y el desarrollo de los países. Una vez más la solución no tuvo éxito por los mínimos movimientos financieros que se produjeron. Otra vez, la falta de interés, el miedo individual de perder el dinero prestado hizo que fracasara.
Hubo otros planes para reducir la deuda externa que consistían en que los prestamistas aseguraran la recuperación de sus prestamos y que los países prestados gastaran de la manera más provechosa los fondos que se les daban. En el caso del FMI, se implicó junto al BM tratando de impartir políticas de ajuste que supondrían una reestructuración, imponiendo políticas económicas donde un punto básico era el control de la inflación, con lo que aquellos países que necesitaran financiación debían aceptar cambios considerables y condiciones como por ejemplo la contención de los salarios, la disminución del gasto publico, la liberalización de los precios, la devaluación de la moneda, la privatización de las empresas publicas etc. Conteniendo los salarios controlarían la inflación, controlar la masa de dinero hace vigilar las posibles subidas de precios, controlar los sueldos y el mercado de empleo. La liberalización de los precios para incentivar el comercio exterior, devaluar la moneda para incrementar las exportaciones etc. Estas políticas de ajuste, con el tiempo han provocado una agravio en las condiciones de vida en estos países, además de no conseguirse estabilidad económica, se ha aumentado la pobreza (proporción rico / pobre, en 1960 1/30, en 2004 1/90) y se incrementa la economía sumergida. Estas medidas han llevado al extremo de acabar con el ahorro de tal manera que ha habido bancos declarados en banca rota por la falta de liquidez.
El FMI lleva años intentando acabar con la deuda externa, pues es la mayor barrera para salir de la pobreza, pero aun no lo ha conseguido y lo peor es que ha aumentado. El capital que procede del Sur viene para saldar la deuda con el Norte. Sin duda es imprescindible su implicación pero no se puede sacrificar lo social por lo económico, ambas cosas han de ir juntas. El Desarrollo Social es igual de importante que el Desarrollo Económico.
La voz del Tercer Mundo parece ser ignorada por los dueños de la economía. La única manera de solucionar la desigualdad y la pobreza es generando conciencia de responsabilidad tanto nacional como internacional y también individual. Se ha de potenciar la cultura del Derecho al Desarrollo, del derecho a realizarse , a participar en la economía, en la cultura, en la política y formar una sociedad donde las libertades fundamentales se alcancen, y para ello hay que sentirse responsable de la realidad. A partir de ahí, exigir a los gobiernos políticas equilibradas y sobre todo sostenibles. El concepto de Sostenibilidad es la base de las reivindicaciones de las ONGD. Las decisiones y actuaciones de hoy repercutirán en las generaciones futuras y somos responsables del legado.
El Tercer Mundo es el suministrador de materias primas a los países del Norte, el primer paso seria fijar precios justos y rentables para los productores, por ejemplo, el precio del café procedente de países del Sur no ha cambiado en un siglo, según IO (Intermon Oxfam), el precio del Kg. de café en 1903 era de 0,14 euros, en el 2003 el precio seguía siendo el mismo. Otro dato aportado por IO explica que si en América Latina, África y el Este y Sur de Asia se les permitiera incrementar en un 1% su participación en las exportaciones mundiales, 128 millones de personas saldrían de la pobreza. El control de las Economías del Sur es una de las causas de la desigualdad. El control de sus riquezas y recursos naturales y su gestión es básico para el desarrollo serio.
Son muchos los informes que se realizan donde se aportan soluciones y donde se analizan los problemas y lo único que falta es Voluntad.