Carta abierta al ministro de economía la India
Vandana Shiva, 04/10/2004, ZnetCARTA ABIERTA AL MINISTRO DE ECONOMÍA DE INDIA
Querido Shri Chidambaram ji :
Ha anunciado Usted un paquete de medidas de "ayuda" para los agricultores indios-miles de los cuales se encuentran angustiados y desesperanzados- que se basa en pedir que los bancos privados, cooperativos y públicos aumenten sus préstamos al sector rural en un 30%, hasta alcanzar los 1.04,500 crore [1]. Pedir a los bancos que concedan más préstamos no es lo mismo que aumentar la inversión pública en investigación agrícola y en la extensión de la infraestructura rural y del regadío, tal como se prometió en el Programa Común Mínimo (Common Minimum Programme) de la Alianza Progresista Unida (United Progressive Alliance).
Pedir a los bancos que concedan más préstamos para solucionar el problema de los suicidios, cuyo origen es el endeudamiento, es como pedir al vecino que abra los grifos para solventar el problema del escape de agua del depósito que Ud. tiene en su patio. En primer lugar, Usted no puede obligar al vecino a abrir el grifo. En segundo término, aunque lo hiciera, no solucionaría la pérdida de agua de su depósito. Los procesos que han conducido al endeudamiento estructural y sistemático de los agricultores son las pérdidas de ingresos y de la seguridad alimentaria. Salvo que se solucionen las pérdidas, un mayor flujo de créditos no ayudará a los agricultores, y los suicidios y la desposesión continuarán. Los ingresos de los campesinos son como el agua del depósito, y las nuevas políticas económicas, basadas en el modelo de la liberalización y desregulación comercial, han ocasionado un doble escape en el desagüe de los ingresos de los agricultores.
¿Por qué se suicidan los campesinos?
Los suicidios de los agricultores son la consecuencia del endeudamiento, y la deuda es el resultado de los crecientes costes de inversión en la agricultura y del desplome de los precios agrícolas. Ambos factores, la subida de los costes de producción y la caída de los precios agrícolas, son los resultados previstos de la liberalización del comercio y de las políticas de reformas económicas que imponen las corporaciones agroindustriales. Los suicidios de campesinos son, por ello, la consecuencia inevitable de una política agrícola que favorece los beneficios de las corporaciones e ignora el bienestar de los agricultores.
Los campesinos que se han suicidado han sido abocados a tan trágico final por una triple crisis, originada por la liberalización del comercio, la desregulación de las inversiones, importaciones y precios, y la consecuencia inevitable de una deuda cada vez mayor.
I. Desregulación de los suministros.
La desregulación de los suministros, la entrada de las semillas de las multinacionales y el establecimiento de monopolios de semillas han aumentado los costes de producción y el riesgo de malas cosechas. En 2002, los agricultores de Bihar perdieron 4.000 millones de rupias a consecuencia del fracaso del maíz híbrido de Monsanto. Campesinos de Andhra Pradesh y de otros Estados, han llegado a tener pérdidas de 1.000 millones de rupias debidas al fracaso del algodón transgénico.
Las semillas que el sector público suministraba a 300 rupias /kg., cuando se compran a Monsanto cuestan 1.600 rupias. A pesar de los altos costes, el algodón transgénico de Monsanto tuvo unos resultados desastrosos en la primera plantación comercial de 2002. La desregulación de los suministros ha permitido, por primera vez en la agricultura india, la introducción de semillas de multinacionales. En la historia de la India, la seguridad y autonomía de nuestros semilleros, que proporcionaban el 80 % del suministro, se basaba en variedades ya experimentadas y adaptadas a los tipos de cultivos, con variedades cultivadas y probadas en los viveros públicos en cada una de nuestras regiones agro climáticas, y apropiadas a las condiciones socio económicas de los campesinos. La codicia de las multinacionales por conseguir beneficios a corto plazo lleva a la venta de semillas no probadas, mal adaptadas y muy costosas, que precisan de gravosos productos químicos y de riegos intensivos: una receta segura para endeudarse.
Su "paquete" de ayudas para los agricultores no ofrece alivio alguno para su angustia, vinculada a simientes poco fiables que casi siempre producen malas cosechas debidas a la introducción de simientes no experimentadas, en el marco de un mercado desregulado. La sequía es sólo una explicación parcial del endeudamiento y de las malas cosechas. La causa principal de las malas cosechas y de las deudas son las semillas no adaptadas a las diferentes condiciones climáticas y de las suelos de la India, y a los crecientes costes de los suministros. Esa es la razón por la que los suicidios de agricultores se producen en zonas de regadío y de bosque tropical, en Punjab y en Uttar Pradesh, y no precisamente en Andhra Pradesh y Karnataka. Se están produciendo en plantaciones de té y caña de azúcar, en las zonas de cultivo de patata para la exportación, y en las de cultivo de algodón que producen cosechas de "gran valor" comercial. La responsabilidad de los suicidios no puede atribuirse a la naturaleza y a la lluvia. Y no pueden combatirse con pedir a los Estados que ayuden a los bancos a formular nuevos "proyectos de inversión atractivos" como las plantaciones y los cultivos hortícolas. Bhagwan Sing, un próspero granjero de Agra, se suicidó cuando el precio de las patatas se desplomó hasta las 40-100 rupias el quintal, mientras el coste de producción llegaba a las 250-300. El Gobierno dejó de regular el precio de compra al productor, establecido en 195 rupias/ quintal. Los suicidios han empezado entre los agricultores de cultivos hortícolas y plantaciones. Cada cosecha y cada ecosistema se encuentran afectados. La crisis exige una reforma radical y no, una vez más, lavarse las manos.
Su propuesta de apoyar la agricultura orgánica puede ayudar ya que en ella se reduce la pérdida de ingresos de los campesinos por la compra de productos químicos tóxicos. Pero su anuncio de subvenciones por valor de 127.000 millones de rupias para la utilización de urea y DAP [Fertilizante de Fosfato de Diammonio, N.T.] atenta contra los incentivos para dedicarse a la agricultura orgánica. Incluso los agricultores orgánicos necesitan de precios y tarifas justas para sobrevivir, y también ellos precisan de la inversión pública en investigación, difusión y apoyo financiero para conseguir fertilizantes orgánicos y un control ecológico de las plagas. Los créditos bancarios no pueden sustituir las políticas públicas ni el papel de apoyo que cumple el sector público.
Usted no ofrece compromisos presupuestarios para restaurar la seguridad de las semillas, y ese es el primer eslabón en el sustento de los agricultores y en la seguridad de sus ingresos. Más créditos no solucionarán la estampida de pánico de los campesinos ni la pérdida de sus ingresos, tan durante ganados, por causa de semillas no fiables y costosas, sino que aumentarán la carga de la deuda y la angustia de los agricultores. La crisis se hará más profunda a medida que las corporaciones extraigan más y más recursos de los pobres campesinos en concepto de pago de patentes como consecuencia de la aplicación de las normas sobre TRIPS [Asuntos comerciales relacionados con los derechos de propiedad intelectual ,N.T.] de la Organización Mundial del Comercio. Habida cuenta de que corporaciones como Ricetec han patentado el arroz indio basmati, y Monsanto lo ha hecho con el trigo indio, sin la reforma de los derechos de propiedad intelectual las futuras pérdidas de ingresos para los agricultores convertirán la agricultura en algo totalmente insostenible para el campesinado indio.
II. Desregulación de las importaciones.
La segunda causa de la pérdida de ingresos es el desplome de los precios agrícolas debido a la desregulación del comercio, especialmente después de la retirada de las restricciones fijadas por cuotas. La retirada de estas restricciones ha producido la bajada de los precios de los productos agrícolas en el mercado interior, debida al artificial descenso de los precios internacionales motivado por los 400.000 millones de dólares de subvenciones que se conceden en los países ricos; subvenciones que producen dumping y desplome de los precios internos mediante el establecimiento de precios globales que afectan a mercados no protegidos por cláusulas de restricción. cuantitativa El nivel de dumping ha aumentado desde 1995, cuando la OMC entró en funciones, a pesar de que los objetivos que proclamaba eran los de "reducir las distorsiones del mercado".
Costes reales en 2001 por bushels [Medida de áridos, equivalente en EE.UU a 35,24 litros, N.T.] de materias primas en EE.UU y precios para la exportación en dólares estadounidenses.
Entre 1995 y 2001, el dumping subió del 23 % al 44 % en los cereales, del 9 % al 29 % en la soja, del 11 % al 33 % en el maíz, del 17% al 57 % en el algodón. El cese de las restricciones por cuotas implica que el campesino indio sea vulnerable a la distorsión de los precios internacionales. Las pérdidas anuales de los agricultores superan el billón doscientas mil rupias. El que el gobierno no haya establecido precios mínimos para el productor ha ocasionado la caída de los precios agrícolas y, como consecuencia, la reducción de los ingresos de los campesinos.
Tomando como base la caída de precios de las materia primas agrícolas, las pérdidas anuales que están soportando los campesinos indios son las siguientes:
Cosechas anuales
Esta pérdida de ingresos es mayor de lo que Usted solicita que presten los bancos. Si los agricultores no tienen ingresos, ¿cómo van a pagar los créditos?
A la vista de este impacto demoledor, la Campaña de los Ciudadanos de la India contra la OMC, promovida antes de la reunión de Cancún, pedía al Primer Ministro el 26 de agosto de 2003:
"Se está extendiendo entre los agricultores una situación de angustia, sin precedentes en el país. Las políticas del Gobierno contra los campesinos son las responsables de la crisis. La exposición de la agricultura india al mercado agrícola global, claramente volátil y distorsionado, agrava la crisis. Las perspectivas agrícolas de la OMC y la supuesta disciplina internacional que se está imponiendo son totalmente nefastas para los campesinos, para los trabajadores agrícolas, y para la gente pobre de la ciudad y del campo. En estas circunstancias, exigimos que el Gobierno reconozca la situación de crisis agrícola, que ponga fin a sus políticas contra el pueblo y, en particular, exija con firmeza el derecho a imponer cuotas restrictivas a las importaciones para promover el desarrollo de nuestra agricultura y defender los medios de vida del setenta por ciento de nuestra población".
El Programa Común Mínimo se ha comprometido a que "el Gobierno de Alianza Progresista Unida (UPA) asegurará la protección adecuada a todos los agricultores frente a las importaciones, especialmente cuando los precios internacionales bajen drásticamente". Dado que los precios internacionales se encuentran por debajo de los costes de producción, es necesario recuperar las restricciones por cuotas que permitan a los agricultores indios sobrevivir y acabar con los suicidios.
III. Una deuda cada vez más profunda.
Los crecientes costes de producción y la caída de los precios de los productos agrícolas implican el crecimiento del endeudamiento rural. La retirada gubernamental de las inversiones y créditos rurales ha ocasionado que los campesinos se encuentren endeudados con prestamistas privados que les cargan intereses muy altos. Las sucursales rurales de los bancos han disminuido de 35.329 en 1992 a 32.481 en 2002. El crédito agrícola supuso sólo el 9,8 % del total de las previsiones de los bancos comerciales. Aunque el 43 % de los prestatarios pertenecen a centros rurales sólo suponen el 13% de los préstamos devengados. Esta es la verdadera causa de que los campesinos hayan tomado la drástica medida de acabar con sus vidas. Los suicidios de agricultores son consecuencia directa de las políticas de globalización y de la reforma económica diseñada para ampliar los mercados y los beneficios de las multinacionales de las semillas y de las empresas agrícolas. Sus instrucciones a los bancos para que concedan más préstamos son sólo uno de los compromisos del Programa Mínimo Común. Pero esta necesaria inversión pública, si no va acompañada de otras medidas, no servirá para mejorar los medios de vida de los campesinos y la seguridad de sus ingresos en un contexto de alza de los costes de producción y caída de los precios agrícolas.
De un gobierno que ha llegado al poder gracias a la angustia y el descontento que han sufrido nuestros campesinos como consecuencia de la liberalización del comercio y las políticas desreguladoras, esperamos un presupuesto centrado en los agricultores. Queremos ver reformas, pero reformas que tengan como eje a los campesinos para evitar los suicidios, proteger sus medios de vida y su suficiencia alimentaria.
Para ello la política económica del nuevo Gobierno tendría que llevar a cabo lo siguiente:
Autonomía del suministro de semillas.
Volver a poner en manos del sector público la seguridad de las semillas mediante la recuperación de viveros y la puesta en marcha de bancos de semillas comunitarios.
Regular a las multinacionales de semillas y exigirles responsabilidad por la pérdida de cosechas, por las falsas promesas y por la contaminación genética. Regular los precios y establecer un precio máximo para las semillas.
Excluir los alimentos de primera necesidad del sistema de DPI [Derechos de Propiedad Intelectual o Patentes], estableciendo leyes sobre propiedad intelectual y normas sobre variedad de plantas.
Prohibir con leyes nacionales e internacionales la piratería genética y la propiedad intelectual de las variedades tradicionales para evitar lo que han hecho Ricetec con el arroz basmati y Monsanto con el maíz.
Conceder subvenciones a la agricultura orgánica o bajar los suministros de importación con el fin de reducir los costes de producción para los agricultores y conservar los recursos naturales.
Medios de vida y seguridad de ingresos.
Recuperar el sistema de cuotas para defender los medios de vida de los agricultores contra el dumping y la caída artificial de precios en el contexto internacional.
Asegurar que tanto los productos privados como los del sector público estén controlados y regulados por precios mínimos que garanticen a los campesinos precios justos, salarios dignos y medios de subsistencia.
Liberación de la deuda.
Aumentar el crédito rural por medio de cooperativas y bancos del sector público.
Regular las tasas de interés de los prestamistas privados, e ilegalizar los intereses muy altos. Establecer un tope máximo para los intereses de los bancos privados.
Obligar a que las compañías privadas paguen indemnizaciones a los agricultores cuando se pierdan las cosechas a causa de simientes no fiables y sin experimentar.
Cancelar las deudas de los campesinos que se deban a los costes excesivos de las semillas, al suministro de simientes no fiables, y a los altos intereses.
Estas medidas son imprescindibles para contener los "escapes" de nuestra economía rural. Muchas de ellas precisan de inversión pública para restaurar la autonomía en el suministro de simientes y la suficiencia alimentaria. La dejación del Estado en la creación de los medios de subsistencia y de unos ingresos seguros para los agricultores constituye la causa real de la crisis agrícola. Para enfrentarse a ella en su totalidad se necesita que otros ministerios tomen medidas, pero Usted tiene la llave de la inversión en la agricultura. Esperamos que su presupuesto refleje el mandato que la India rural les ha concedido y el compromiso que el PCM de la UPA ha adquirido con los campesinos indios. Su presupuesto será la prueba de fuego del nuevo Gobierno en su promesa de tomar medidas que detengan el suicidio de los campesinos. Si defraudan a los agricultores, ellos abandonarán a su Gobierno como hicieron con el anterior. No traicione el mandato que le han otorgado los campesinos de la India.
Atentamente,
Dr. Vandana Shiva.
Notas
1 - Un crore es una unidad que equivale, en el sistema numérico tradicional indio a 10 millones y que todavía se usa con regularidad. Este sistema introduce una forma de separación numérica diferente a la habitual fuera de la India. Por ejemplo, 30 millones ( 3 crore), se escribe así: 3,00,00,000
2 - Con un nivel de dumping del 57%