Examen de políticas comerciales: China
Organización Mundial del Comercio, 24/04/2006ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL COMERCIO (OMC)
La reforma económica ha dado resultados admirables, pero aún quedan retos importantes
Las progresivas reformas económicas de China han abierto su economía al comercio y a la inversión internacionales y han logrado que ésta registre un crecimiento entre los más rápidos del mundo, habiéndose multiplicado el PIB per cápita casi por nueve desde 1978, según el informe sobre las políticas y prácticas comerciales de China publicado por la Secretaría de la OMC.
Las reformas comerciales y estructurales en curso, a las que la adhesión de China a la OMC en 2001 ha dado un impulso adicional, han hecho que China ocupe actualmente el tercer lugar en importancia entre los países que comercian y que haya pasado a ser uno de los mayores receptores de inversión extranjera directa. También gracias a estas reformas, la proporción de la población de China que vive en la pobreza ha descendido de un 73 por ciento en 1990 a un 32 por ciento en 2003. Sin embargo, simultáneamente ha aumentado la disparidad de los ingresos, especialmente entre las regiones de la costa y del interior y entre las zonas urbanas y rurales. Los obstáculos al comercio y a la inversión han disminuido considerablemente, en parte debido a los compromisos contraídos en el marco de la OMC. No obstante, el informe señala que el Gobierno continúa interviniendo en la “gestión” del comercio, entre otras cosas, por razones de abastecimiento interno.
La continuación de la reforma estructural aumentará el desempleo en determinados sectores y a lo largo del próximo decenio habrá que crear más de 100 millones de puestos de trabajo. El informe señala que tal vez sea necesario volver a evaluar la política actual consistente en atraer la inversión en actividades manufactureras orientadas a la exportación y de gran intensidad de capital, para conceder mayor importancia a la supresión de los obstáculos a la expansión del sector de los servicios. El Gobierno también tiene que acelerar sus esfuerzos para mejorar la calidad de la mano de obra, a fin de apartarse de las industrias tradicionales que hacen un uso intensivo de mano de obra poco cualificada y optar por una producción con mayor valor añadido. Otras dificultades son los problemas en materia de infraestructura así como la necesidad de seguir reestructurando el sector financiero y los mercados de capitales, orientándolos más al mercado.
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