La concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera alcanza un nuevo récord
Organización Meteorológica Mundial, 09/11/2013, www.wmo.intEl Boletín anual de la Organización Meteorológica Mundial sobre los Gases de Efecto Invernadero refleja que entre 1990 y 2012 ha habido un incremento del 32% del forzamiento radiativo (una medida del efecto de calentamiento en nuestro clima) debido al dióxido de carbono (CO2) y a otros gases de larga duración que atrapan el calor.
El dióxido de carbono, causado principalmente por las emisiones relacionadas con la quema de combustibles fósiles, supone el 80% de dicho aumento. Según el Boletín sobre los Gases de Efecto Invernadero, el aumento de 2011 a 2012 del CO2 presente en la atmósfera, fue superior a la tasa media de aumento anual durante los últimos diez años.
Desde el comienzo de la era industrial en 1750, la concentración atmosférica media mundial de CO2, ha aumentado en un 41%, la del metano en un 160 % y la del óxido nitroso en un 20%.
Lo que está sucediendo en la atmósfera forma parte de algo con un alcance mucho mayor. Sólo aproximadamente la mitad del CO2 emitido por las actividades humanas permanece en la atmósfera, mientras que el resto es absorbido por la biosfera y los océanos
"Las observaciones de la red de la Vigilancia de la Atmósfera Global de la OMM muestran claramente de nuevo cómo los gases debidos a actividades humanas que atrapan el calor alteran el equilibrio natural de la atmósfera y son una contribución importante al cambio climático", ha declarado el Secretario General de la OMM, Michel Jarraud.
El Sr. Jarraud señaló que "En su recientemente publicado 5º Informe de Evaluación, el "Grupo Internacional de expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ha hecho hincapié en que las concentraciones de dióxido de carbono, de metano y de óxido nitroso han aumentado a niveles sin precedentes en los últimos 800.000 años".
"Como consecuencia de ello, nuestro clima está cambiando, el tiempo es más extremo, los mantos de hielo y los glaciares se están fundiendo y el nivel del mar se está elevando", añadió el Sr. Jarraud.
El Sr. Jarraud señaló que "Según el IPCC, si continua la actual evolución uniforme, a finales de siglo las temperaturas medias mundiales pueden llegar a ser 4,6 grados superiores a los niveles preindustriales, e incluso mayores en algunas partes del mundo. Ello tendría consecuencias devastadoras".
"Para contener el cambio climático, será necesario reducir de forma sustancial y sostenible las emisiones de gases de efecto invernadero. Debemos actuar ahora, pues de otra forma estaremos poniendo en peligro el futuro de nuestros hijos, nuestros nietos y de muchas generaciones futuras" dijo el Sr. Jarraud. "El tiempo no corre a nuestro favor", añadió.
En el Boletín de la OMM sobre los Gases de Efecto Invernadero se publican las concentraciones atmosféricas (no las emisiones) de dichos gases. Las emisiones representan lo que va a la atmósfera, y las concentraciones lo que queda en la atmósfera tras el complejo sistema de interacciones entre la atmósfera, la biosfera y los océanos
Dióxido de carbono (CO2)
El dióxido de carbono es el gas de efecto invernadero más importante emitido como consecuencia de actividades humanas, tales como la quema de combustibles fósiles y la deforestación. Según el Boletín de la OMM sobre los Gases de Efecto Invernadero, la cantidad de CO2 en la atmósfera a escala mundial alcanzó 393,1 partes por millón en 2012, es decir, un 141% del nivel preindustrial de 278 partes por millón.
La cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera aumentó en 2,2 partes por millón de 2011 a 2012, una cifra superior a la media de 2,02 partes por millón de aumento anual de los últimos 10 años, lo cual refleja la tendencia a una aceleración.
Las concentraciones mensuales de CO2 observadas en la atmósfera superaron en 2012 el valor simbólico de 400 partes por millón en varias estaciones de la Vigilancia de la Atmósfera Global situadas en el Ártico. Durante 2013 las concentraciones horarias y diarias superaron dicho umbral en otras partes del mundo, incluida Mauna Loa, en Hawaii, la estación de medición atmosférica continua más antigua del mundo, que se considera un emplazamiento de referencia de la Vigilancia de la Atmósfera Global. Las concentraciones de CO2 están sujetas a fluctuaciones estacionales y regionales. A las tasas actuales de crecimiento, la concentración media mundial de CO2 superará las 400 partes por millón en 2015 o 2016.
El CO2 perdura en la atmósfera durante cientos e incluso miles de años y por tanto determinará en gran medida el calentamiento medio global en superficie a finales del siglo XXI y posteriormente. La mayoría de los aspectos del cambio climático perdurarán durante muchos siglos, incluso aunque se detuvieran inmediatamente las emisiones de CO2.
Metano (CH4)
El metano es el segundo gas de efecto invernadero de larga duración más importante. Aproximadamente, el 40% de las emisiones de metano a la atmósfera proceden de fuentes naturales (por ejemplo, los humedales y las termitas), y aproximadamente el 60 % proviene de actividades como la ganadería, el cultivo del arroz, la explotación de combustibles fósiles, los vertederos y la combustión de biomasa
En 2012, el metano atmosférico alcanzó un máximo sin precedentes de aproximadamente 1819 partes por millón de millones (ppb), es decir, un 260% del nivel preindustrial, debido al incremento de las emisiones procedentes de fuentes antropogénicas. Tras un período de estabilización, el metano atmosférico ha venido aumentando de nuevo desde 2007.
En un apartado específico sobre el metano, el Boletín ha señalado que no se ha medido un aumento del metano en el Ártico debido a la fusión del permafrost y de los hidratos. En el mismo se señala que el aumento de los niveles medios mundiales de metano se asociaban más al aumento de las emisiones en latitudes tropicales y latitudes medias del hemisferio norte. La atribución de este aumento a fuentes antropogénicas (por efecto de los seres humanos) o naturales requiere una mejor cobertura y observaciones atmosféricas más sofisticadas que actualmente no están disponibles.
Óxido nitroso (N2O)
El óxido nitroso es emitido a la atmósfera procedente de fuentes naturales (aproximadamente el 60%) y antropogénicas (aproximadamente el 40%), en particular de los océanos, el suelo, la combustión de biomasa, el uso de fertilizantes y diversos procesos industriales. En 2012 su concentración atmosférica fue de 325,1 ppb, lo que representa un aumento de 0,9 ppb con respecto al año anterior y del 120% con respecto al nivel de la era preindustrial. Su efecto en el clima durante un periodo de 100 años, es 298 veces superior que las mismas emisiones de dióxido de carbono. También juega un papel importante en la destrucción de la capa de ozono estratosférico que nos protege de los perjudiciales rayos ultravioleta del sol.
Otros gases de efecto invernadero
El forzamiento radiativo total de todos los gases de efecto invernadero de larga duración en 2012 se corresponde con una concentración equivalente de CO2 de 475,6 partes por millón, comparado con 473,0 partes por millón en 2011. Otros gases de efecto invernadero de larga duración incluyen gases de efecto invernadero que agotan el ozono, como los clorofluorocarbonos (CFC), los hidroclorofluorocarbonos (HCFC) y los hidrofluorocarbonos (HFC) que están aumentando a un ritmo relativamente rápido.