El cambio climático debería ser la derrota definitiva del neoliberalismo
Mario Cuellar para Globalízate, 04/07/2016Un reciente artículo de George Monbiot titulado "La doctrina zombie" mereció la contestación de los think tanks neoliberales con el discurso habitual de manipulaciones y descalificaciones o de apoyo habitual a las tesis de Hayek o Mises. El artículo trata sobre la auténtica raíz de muchos problemas en el mundo ocasionados por la ideología neoliberal, la cual en muchos casos se hace pasar por invisible, como la mano invisible que pregonan algunos. Esta mano o libre mercado resolvería por si sola, las crisis económicas, las desigualdades sociales, el desempleo, el hambre y hasta las guerras. Y además, Monbiot concluía que esta ideología no se podía parar si construir una alternativa coherente.
Cada vez que oigo a un neoliberal hablar de las bondades del libre mercado, el emprendimiento, el individualismo, las grandes multinacionales, el crecimiento, por encima de los derechos sociales y ambientales o las privatizaciones vienen a mi memoria lo que decían sobre el cambio climático no hace mucho tiempo. Primero, dijeron que la temperatura del planeta no aumentaba, luego ante los datos y evidencias dijeron que sí, pero que no era por culpa del hombre ni de sus actividades, luego que ha estado quince años sin aumentar y ahora, el silencio. Intentaron socavar la credibilidad de los científicos que investigan nuestro clima con manipulaciones graves sobre lo que llamaron "Climategate". No cabe duda que han decidido dejar ese tema a un lado y ni siquiera han tratado de adaptarlo a su discurso. La hemeroteca les destrozaría.
Pues bien, esos mismos que negaban el cambio climático antropogénico nos dicen que tenemos que creerles cuando venden sus recetas económicas y sociales en los medios de comunicación que les dan cancha. No digo que se les niegue la palabra cosa que habitualmente hacen ellos, llamando socialistas o comunistas a los que no están de acuerdo con sus doctrinas y ,casi diría, credo religioso, pero habría que enfrentarles frente al cambio climático cada vez que salen en prensa diciendo que el libre mercado favorece el empleo y la economía de los países más pobres. Además de no ser cierto per se, habría que recordarles que estas medidas provocan a su vez más cambio climático. Ese cambio climático que tanto negaban.
Después de que la temperatura global haya superado sucesivamente sus máximos en estos primeros meses de 2016 se han batido en retirada en el tema del cambio climático provocado por el hombre y el sistema de producción y consumo, esencialmente capitalista. El silencio es total. Por supuesto, siguen vendiendo sus recetas económicas, sirviendo a las élites y nadie espera que pidan disculpas por habernos hecho perder un tiempo precioso en la búsqueda de soluciones. Sin embargo, su arrogancia no tiene parangón y siguen dando lecciones sobre sus supuestos conocimientos en economía y si no te gusta el capitalismo, la solución a los problemas que ocasiones, es, sorpresa, más capitalismo.
Pero lo más importante derrota que hay detrás de la ideología neoliberal, es que está no se sostiene frente a los causas y efectos del calentamiento global. Cualquiera de sus propuestas no hace más que exacerbar sus efectos. Libre comercio: más consumo de combustibles fósiles y más calentamiento, crecimiento: más consumo de materias primas y derivados que hay que transportar, favorecer a las empresas frente a los derechos de los trabajadores: mas contaminación y degradación de la naturaleza. Buscarán la excusa de que las tecnologías y la investigación por parte de organismos privados resolverán el problema. Y entonces, habrá que recordarles su campaña contra las energías renovables en España. Cada vez que uno de estos personajes fuera una tertulia deberían preguntarles, ¿y esto cómo afecta al cambio climático?
Y qué decir de las consecuencias. Solo hay que ver lo que paso en Nueva Orleans tras el Katrina, o en Filipinas o en India. El cambio climático ha destrozado, destroza y destrozará las economías y el bienestar de las comunidades ya de por si pobres. Incluso, como cuenta Naomi Klein en su libro "Esto lo cambia todo", países avanzados tendrán graves problemas. Hemos visto las inundaciones, sequías, huracanes y tormentas que probablemente se incrementarán en número e intensidad con el cambio climático. Cuando un organismo público es privatizado ya no sirve para ayudar en caso de emergencia porque no es rentable económicamente para su propietario, pero seguiremos necesitando buenos servicios públicos que funcionen bien no sólo en situaciones normales, si no que su labor sea especialmente importante en casos extraordinarios.
Como termina Monbiot su artículo, el neoliberalismo ya sufrió un graves revés en sus teorías con la crisis iniciada en el 2008 y "no ha pasado... nada" ha seguido andando como un zombi por inercia y por instinto voraz. Hay que pensar y repensar en un modelo colectivo alternativo que tenga como eje central la relación del ser humano con la naturaleza y abandonar la visión del aprovechamiento de la misma sin tener en cuenta los límites. Pero para ellos hay confrontar a los neoliberales y recordarles constantemente que han fallado sobre el cambio climático y en consecuencia en sus teorías económicas. Haciendo esto su derrota es segura.