El Sur también existe

Luis Hernández Navarro, 04/01/2005,
La Jornada

México regresará algún día a Latinoamérica, sentenció en Caracas el presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Pero ni Vicente Fox ni la elite mexicana quieren mirar hacia el Sur. Como si fueran nuevos ricos que huyen de su pasado cual si fuera la peste, aseguran que nuestro futuro está en el Norte y sólo en el Norte.

Pero, curiosamente, en el sur del continente americano están pasando cosas muy interesantes. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha documentado algunas; el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), otras.

El vilipendiado Hugo Chávez, a quien intelectuales y políticos mexicanos acusan incansablemente de "populista", hizo que la economía de su país creciera 18 por ciento durante 2004. Mientras tanto, el "ortodoxo" Vicente Fox, fiel al dogma neoliberal, logró en el año de mayor crecimiento desde que tomó posesión que el producto interno bruto (PIB) alcanzara 4.1 por ciento (El País, 16/12/04). Vaya paradoja, la economía de un país gobernado por un "irresponsable" creció más de cuatro veces que la administrada por un "responsable".

Lo mismo sucedió con Argentina. Néstor Kirchner, el mandatario que se ha enfrentado a los organismos financieros multilaterales para obligarlos a negociar, vio cómo el PIB nacional llegó en el año que terminó a 8.2 por ciento. El doble de México, país que salda sin pestañear sus deudas con acreedores internacionales.

La bonanza continuará durante 2005. Pero no será pareja para todos. Mientras Argentina crecerá 6 por ciento y Venezuela 5 por ciento, México, por mirar sólo al Norte, lo hará, de acuerdo con la Economist Intelligence Unit (La Jornada, 23/11/04), en un porcentaje menor al de 2004: 3.4 por ciento durante 2005 y 3 por ciento en 2006. Y es que, según esta publicación, "en la economía estadunidense ya hay signos evidentes de desaceleración, y el estímulo de las exportaciones al PIB mexicano disminuirá".

Parte importante de esta expansión tiene que ver con el incremento del precio de las materias primas que exporta el hemisferio y, en algunos casos, con el boom petrolero. Para los países productores, la venta del oro negro ha traído una pequeña bonanza. Sin embargo, no todas las naciones han utilizado esa renta de igual forma. Mientras México la ha canalizado para sufragar el pago del rescate a los banqueros, en Venezuela ha sido destinada a financiar ambiciosos programas de salud, educación, empleo y deporte, que buscan mitigar la desigualdad social y la exclusión.

Según el BID, las exportaciones de los países del área alcanzarán este año un crecimiento récord de 23 por ciento, el mayor en las últimas dos décadas. Entre los factores positivos que beneficiaron a la región se encuentra la creciente demanda de China. Las ventas de América Latina a la nación asiática treparon 34 por ciento este año. Los países más beneficiados fueron Chile, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.

Pero la presencia china en la región no se limita a comprar sus productos. Durante una reciente visita, el presidente Hu Jintao anunció la inversión por cerca de 100 mil millones de dólares en Argentina, Brasil, Chile y Cuba.

Un reporte del Banco Bilbao Vizcaya, citado por Economist Intelligence Unit (La Jornada, 30/11/04), concluía que "en promedio, y a pesar de algunas excepciones, América Latina es un claro ganador comercial en la integración global china". México es una de esas excepciones. China ha desplazado a nuestra nación como proveedor de las importaciones en el mercado estadunidense desde 2003, pues nuestro país estancó su participación desde hace seis años. Y en lugar de buscar establecer una relación mutuamente beneficiosa con esa potencia necesitada de materias primas, la diplomacia mexicana la ofendió absurdamente recibiendo por todo lo alto al Dalai Lama.

También en las relaciones con Cuba el gobierno mexicano mira hacia el Norte en lugar de ver hacia el Sur. Mientras el gobierno de Vicente Fox vota regularmente contra La Habana en las sesiones sobre derechos humanos de la Organización para las Naciones Unidas, y ha provocado los peores conflictos diplomáticos en la historia entre ambos países, otras naciones del hemisferio han seguido un rumbo diametralmente opuesto.

Venezuela acaba de firmar con la isla un acuerdo comercial de generosa ayuda recíproca, claramente enfrentado al Area de Libre Comercio para las Américas (ALCA) promovida por Washington. Desde la llegada al poder de Chávez, los intercambios bilaterales se han multiplicado por cinco, convirtiendo a Caracas en el principal socio de La Habana.

El reciente conflicto diplomático entre Cuba y Argentina por el ingreso de una médica cubana y su madre a la embajada argentina terminó con la renuncia del embajador y el jefe de gabinete de la cancillería bonaerense. "Me armaron un problema donde no lo había", refunfuñó Kirchner.

No sin dificultades, los lazos de las naciones sudamericanas se han ido haciendo cada vez más estrechos. Hace casi tres semanas se creó en Perú la Comunidad Suramericana de Naciones (CSN). En diciembre de 2006, el Mercosur dará a luz un parlamento regional. En esta iniciativa regional participan Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y Venezuela, Bolivia, Chile, Ecuador y Colombia como países asociados. Aunque México ha dicho que quiere asociarse no parece haber realizado muchos esfuerzos para hacerlo.

El divorcio entre México y el resto de Centro y Sudamérica es grande. El canciller Eugenio Derbez ya sufrió sus consecuencias. Pero muchas cosas y muy importantes están sucediendo en esas tierras. No sólo a nivel de estados sino, y sobre todo, de los pueblos. Es hora de mirar hacia allá. Sí, el Sur también existe.

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