La importancia de los pequeños agricultores en la seguridad alimentaria

Al asistir a congresos y reuniones sobre el futuro de la agricultura, muchas veces encuentro un encendido debate sobre el papel que juegan los pequeños agricultores y sus explotaciones en la alimentación mundial. Investigadores más afines a los modelos industriales insisten en que son las grandes explotaciones fuertemente mecanizadas las que alimentan al mundo debido a mayores rendimientos y eficiencias. Investigadores cercanos a la investigación agroecológica consideran muy notable sin embargo la contribución de los pequeños agricultores. Pese a todo, hasta hoy estos comentarios se basaban mucho más en credos o en cálculos locales que en evidencias basadas en datos a gran escala.

Por fin un grupo de investigadores de Estados Unidos, Canadá y Australia han investigado de forma rigurosa esta cuestión. Los resultados de este estudio han sido recientemente publicados en la prestigiosa revista científica Environmental Research Letters (Samberg et al. 2016). Los autores han trabajado con detalladas bases de datos, imágenes de satélite y modelos en países y regiones por lo general menos favorecidas (Latinoamérica, África Sub-Sahariana y Asia) incluyendo cultivos relevantes en estas regiones como el arroz, el mijo o la yuca.

En el trabajo se concluye que las pequeñas explotaciones producen más del 70% de las calorías consumidas directamente por personas en las regiones de estudio. Si extrapolamos esta producción a lo global se concluye que tan solo los pequeños agricultores de estas regiones generan más del 50% de las calorías producidas a escala global. Un dato también muy importante es que el 70% de las calorías producidas por en pequeñas granjas son utilizadas directamente por las personas en lugar de entrar en el ciclo más ineficiente de la alimentación animal o de otros usos no comestibles.

Los pequeños agricultores alimentan de forma significativa a las poblaciones más vulnerables del planeta y sin embargo están sometidos a fuertes amenazas e incertidumbres. La conclusión por tanto de este trabajo es que es necesario considerar a los pequeños agricultores en las políticas de seguridad alimentaria y reducción de la pobreza.