El desequilibrio en la alteración de los ciclos del carbono, el nitrógeno y el fósforo tiene grandes consecuencias a escala global

Louis Lasalle, 09/10/2011

Reseña de Louis Lasalle para Globalízate (09/11/11)

Un grupo de investigadores españoles y belgas, dirigido por el prolífico ecólogo Josep Peñuelas, acaba de publicar un interesante artículo en el que se muestran las imprevisibles consecuencias de la nuestra enorme alteración del planeta (1). El aumento de la concentración de CO2 en la atmósfera puede estimular el crecimiento de las plantas lo que produciría una mitigación del incremento de CO2 atmosférico. Esto es debido a que produciría una retirada efectiva del CO2 que quedaría retenido formando parte de las estructuras vegetales.

Pero no solo de CO2 viven las plantas y para realizar la fotosíntesis necesitan de otros nutrientes como el nitrógeno (N). Desde hace un siglo la actividad del hombre ha producido una grave alteración del ciclo natural del nitrógeno, esto se debe a que debido a la fabricación industrial de fertilizantes, a la quema de combustibles fósiles y a la extensión de cultivos fijadores de N como la soja. La consecuencia es la entrada anual de enormes cantidades de N antropogénico que está teniendo consecuencias muy negativas sobre la calidad del aire, del agua, la biodiversidad y el cambio climático (2). Por otra parte también supone la desaparición de una limitación para un incremento del crecimiento de las plantas asociado a un incremento del CO2.

Sin embargo, a pesar del incremento de los niveles de CO2 y de N en nuestros ecosistemas, muchos estudios indican la ausencia o incluso una disminución en el crecimiento de los árboles y otros sumideros de carbono. ¿Por qué? Según los autores de este trabajo, está entrando en juego otro nutriente vital pero menos abundante que es el fósforo (P). El fósforo es también utilizado como fertilizante y, mientras que el N se obtiene principalmente de la atmósfera, el P se obtiene mediante minería. Durante las últimas décadas el incremento de N circulando por los ecosistemas ha sido mucho mayor que el de P y esto ha supuesto que el fósforo se convierta en el gran limitante de la fotosíntesis. Es decir, se ha producido un desequilibrio en la intensidad de alteración de cada ciclo lo que ha supuesto un desequilibrio en la proporción de N y P.

Las consecuencias de estas alteraciones asimétricas son incontables, en este caso por ejemplo suponen el cuestionamiento de una de las grandes apuestas para la mitigación como es la idea de que a más CO2 más fotosíntesis y por tanto más retirada de CO2 de la atmósfera. Este artículo ilustra la enorme complejidad del ecosistema planetario, la existencia de múltiples procesos, muchos de ellos poco estudiados que pueden tener efectos sorprendentes e inesperados.

Desde Globalízate, concluimos también que las grandes soluciones eco-ingenieriles que lo arreglan todo con sencillez son cuestionables. El desconocimiento de nuestro sistema en toda su complejidad y de las múltiples interacciones que existen entre sus elementos hacen impredecibles las consecuencias de determinadas actuaciones a escala global. También pueden producir la invalidación de procesos que en principio parecían soluciones. Por último, queremos llamar la atención sobre el estado de alteración de los grandes procesos y ciclos planetarios y la necesidad de replantear el modelo de crecimiento sin basarnos en que la idea de tecnología arreglará todo lo destruido. Estos estudios muestran también la relevancia de la investigación de base que en España está siendo dramáticamente reducida a la mínima expresión.

Referencias

1. Peñuelas, J., J. Sardans, et al. (2011). "The human induced imbalance between C, N and P in Earth's life-system." Global Change Biology. (http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.1365-2486.2011.02568.x/abstract)

2. Sutton, M. A., C. M. Howard, et al. (2011). The European Nitrogen Assessment. New York, Cambridge University Press. (http://www.nine-esf.org/ENA-Book)

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