Brutal aumento en México de la concentración de la riqueza, advierte Boltvinik

La Jornada, 21/01/2005

AFP/La Jornada

Vive en barrios marginales 44% de los latinoamericanos: Cepal
Deficiente construcción y servicios en 76% de los hogares en urbanizaciones precarias

Santiago de Chile. Las condiciones de pobreza junto a la desigualdad hacen que 44 por ciento de la población de América Latina viva en ciudades perdidas o barrios precarios, que sólo les aportan las condiciones mínimas para sobrevivir, según un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

La mayor parte de estas zonas precarias se concentra en las ciudades, donde viven tres de cada cuatro latinoamericanos, de acuerdo con el documento Pobreza y precariedad del hábitat en América Latina, que preparó la organización, con sede en Santiago.

Del total de hogares asentados en barrios precarios, 76 por ciento presenta problemas en la calidad de su construcción y de sus servicios básicos, además de seguridad en su tenencia.

En su mayoría son hogares encabezados por mujeres, que hacen a la vez labores de ama de casa y jefe de hogar, y no forzosamente su estado de pobreza se debe a la informalidad del trabajo que realiza el proveedor.

''Las familias que viven en tugurios y malas viviendas no necesariamente subsisten sobre la base de empleos informales, así como muchos hogares que dependen de un trabajo informal disfrutan de una buena casa'', señala el texto.

Añade que la situación de precariedad se incrementa más en los barrios asentados en las pequeñas ciudades de los países de la región, donde en su mayoría no alcanzan a llegar los recursos estatales de ayuda.

La Cepal prevé que en los próximos 15 años la población en las grandes ciudades de la región aumentará 2 por ciento anual, cifra que se eleva a 3 por ciento en Bolivia, Guatemala, Haití, Honduras y Paraguay, los países más pobres de América Latina.

El documento señala que ''el gran desafío es proveer de adecuado saneamiento a cerca de la mitad de los hogares pobres que habitan centros urbanos''. En las áreas metropolitanas las condiciones de vida son menos agudas, pero sus habitantes son menos favorecidos en el acceso a la tenencia segura de sus viviendas, agrega.

''En las urbes metropolitanas ha ocurrido una consolidación material de la informalidad'', destaca el documento de la Cepal, para describir la falta de títulos de dominio que caracteriza a la mayoría de los hogares asentados en estos lugares. No obstante, el estudio constató una tendencia al crecimiento vigoroso de los centros urbanos donde ya existe una acentuada pobreza.

Las mediciones oficiales no registran la exagerada desigualdad de la distribución

ROBERTO GONZALEZ AMADOR

El aumento de casi 50 por ciento en la fortuna personal de los personajes más acaudalados de México, ocurrido en sólo dos años, consolida a México como uno de los países más inequitativos de América Latina, pero al mismo tiempo muestra la fragilidad del argumento gubernamental de que la pobreza disminuyó en este sexenio y que el ingreso está mejor distribuido.

''Es sorprendente la forma en que un pequeño grupo puede enriquecerse tanto en años de recesión económica, como los que ha vivido el país desde 2001'', reflexiona Julio Boltvinik, uno de los más reconocidos expertos en temas de pobreza y distribución del ingreso. ''Los datos muestran que la concentración de la riqueza en la mera cúspide del poder económico ha venido aumentando brutalmente. Y esos datos no están recogidos en las mediciones oficiales''.

Este martes La Jornada publicó que 11 mexicanos poseen una fortuna estimada por la revista Forbes en 35 mil 500 millones de dólares, que convertida a pesos sería de 404 mil 700 millones, equivale a 64.8 por ciento del ingreso anual disponible de los 24.65 millones de hogares del país, que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) alcanza en un año 623 mil 904.5 millones de pesos.

Los datos sobre la concentración de la riqueza de la parte más selecta de la élite empresarial no hacen sino confirmar que México sigue siendo altamente inequitativo en Latinoamérica, que se distingue por la polarización en la distribución de la riqueza.

La más actualizada medición del Banco Mundial establece que, en términos de desigualdad en la distribución del ingreso, México no es ahora muy diferente al de 1992. Los datos muestran que el país sufre una pérdida de más de 10 años, en los cuales no se ha reportado mejoría al respecto.

En el contexto regional, la décima parte más rica de la población de Latinoamérica percibe 48 por ciento del ingreso total disponible, mientras la décima parte más pobre sólo recibe 1.6 por ciento, según el reciente estudio elaborado por el Banco Mundial. Añade que en los países desarrollados la décima parte de población más acaudalada capta 29.5 por ciento del ingreso, en tanto el 10 por ciento más pobre obtiene 2.5 por ciento del total.

A partir de los datos publicados por La Jornada este martes, Julio Boltvinik afirmó: ''Estamos viviendo un proceso mayor de acumulación de capital y concentración creciente del ingreso y la riqueza en la mera cúspide del poder económico. Se trata de un proceso que no está siendo registrado por las mediciones oficiales y que por lo tanto permite al gobierno del presidente Fox atreverse a decir que ha disminuido la pobreza y mejorado la distribución del ingreso''.

El 2003, semanas antes de la elección federal intermedia de ese año, el INEGI dio a conocer la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH), de 2002. Se trata de una muestra levantada cada dos años, pero que en el último ejercicio aumentó el universo a consultar y modificó el cuestionario. El resultado sirvió al gobierno de Fox para asegurar que la pobreza había disminuido en los dos primeros años de su administración. Varios expertos, entre ellos el propio Boltvinik, aseguraron que haber modificado la muestra arrojaba resultados erróneos y no comparables con las encuestas previas.

Boltvinik, también diputado federal por el PRD, dijo que datos como el crecimiento de los caudales personales de los hombres y una mujer más ricos del país, documentados por Forbes, constituyen la evidencia de que en estos últimos años la riqueza en realidad tiende a concentrarse en menos manos. ''Esa es una afirmación coherente con lo que observamos todos los días: las ventajas fiscales que el gobierno da a las empresas, la intención de reducir los derechos laborales, las ventas de autos y casas de superlujo, que crecen de manera sostenida. Vemos que este gobierno de empresarios está haciendo realidad su política de beneficiar a los grandes empresarios en perjuicio del resto de la población''.

Más grave, apunta, puede ser la consecuencia del universo creado por el gobierno con información errónea, como a su juicio es la ENIGH-2002. ''La primera consecuencia de una información lamentablemente mala, como la de la encuesta de ingreso y gasto de 2002, es muy grave y peligrosa, porque significa que quienes diseñan la política económica y la social no identifican lo que sucede, entonces creen que el país va bien y repiten las políticas''.

Si el gobierno cree que la pobreza está bajando y la distribución del ingreso mejora, entonces no tiene razón para modificar su política económica, comenta. ''Pero tenemos otros datos, como la venta de autos de lujo, de residencias caras, lo que menciona Forbes, que nos indica lo contrario: que la inequidad del ingreso no se está revirtiendo y ello representa un foco rojo; nos indica que el pastel no está creciendo y que se distribuye cada vez de manera menos equitativa''.

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