Millonarios dorados
Kenneth Rogoff, 15/11/2007, Project SyndicateBill Gates, fundador de Microsoft, entró en la conciencia de Gabriel hace un par de años, cuando su padre hizo las veces de acto preparatorio para la aparición de Gates en una gran conferencia auspiciada por el gobierno danés. Desde entonces, Gabriel ha estado fascinado por las aparentemente infinitas posibilidades de poseer US$ 60 mil millones.
Por ejemplo, siempre que le digo que algo es increíblemente valioso (incluso, digamos, una pintura en un museo) dice invariablemente: “Pero Bill Gates podría comprarlo, ¿no es verdad?” Sí, Gates podría comprar el museo entero. Pero entonces simplemente lo devolvería para que todos pudieran ver las obras que contiene, así es que no tiene sentido. Gabriel no queda del todo convencido.
Gabriel ha decidido que si no puede convertirse en un jugador profesional de básquetbol cuando sea grande, querrá entonces comprar un equipo. Como profesor de economía que soy, no puedo evitar preguntarle si sabe que comprar un equipo de la Asociación de Básquetbol cuesta entre US$ 300 y US$ 500 millones. “Pero Bill Gates podría hacerlo, podría comprar todos los equipos de la liga. ¿No es cierto?” Sí, digo. Pero si Bill Gates fuera el dueño de toda la NBA, ¿cómo decidiríamos qué equipo apoyar? Gabriel acepta el argumento, pero nuevamente puedo ver que no está muy convencido.
Gates no es el único que puede comprar fácilmente equipos y pinturas. La último lista de Forbes de las personas más ricas de Estados Unidos mostró que las nueve personas más acaudaladas de del año pasado, entre las que se incluye el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, lograron aumentar su riqueza entre US$ 5 y 9 millones en ese periodo. Sí, ese es sólo el aumento anual de su riqueza. En conjunto, sus US$ 55 mil millones de ganancias superaron el producto nacional de más de 100 países.
Para poner estas enormes cifras en perspectiva, hice que Gabriel intentara confirmar que para estar entre las nueve personas que más dinero hacen en los Estados Unidos, habría que ganar al menos US$ 150 por segundo , incluido el tiempo dedicado a comer y dormir. Es decir, US$ 9 000 por minuto o US$ 540 000 por hora.
¿Cuánto dinero ganan los más acaudalados de Estados Unidos, en comparación con los mil millones de personas más pobres del mundo? Bueno, si los nueve más ricos donaran lo que ganan, sería el equivalente a tres meses de ingresos de esos mil millones. (Por supuesto, Gabriel sabe que Bill Gates y Warren Buffet ya han donado decenas de millones de dólares.)
En cuanto a los otros nueve meses, considerando que Estados Unidos representa sólo el 25% de los ingresos mundiales, no es inexacto suponer que en otros países existen personas muy ricas que podrían participar. (Por ejemplo, el magnate telefónico mexicano Carlos Slim sigue muy de cerca a Gates como candidato al título del hombre más rico del mundo.)
Por cierto, la idea de que los ultra ricos podrían solucionar con facilidad la pobreza es tremendamente ingenua. La mayoría de los estudios académicos apoya la idea de que la mejor manera que tienen los países ricos de ayudar regiones pobres como África es abrir sus mercados y dar asistencia para crear infraestructura física e institucional.
Los mayores éxitos en la lucha contra la pobreza mundial proceden de China e India, dos países que en gran medida han logrado ir avanzando por si mismos. Sin embargo, esto parece demasiado complicado de explicar a Gabriel por el momento. Así es doy un paso atrás y vuelvo a la visión simplista de la estrella de rock y las Naciones Unidas de lo excelente que sería donar más dinero.
¿Son las enormes diferencias en ingresos y riqueza un resultado inevitable del crecimiento rápido? Sin lugar a dudas, la respuesta de la historia es "sí". China, cuyo crecimiento desde 1970 hasta hoy ha roto todas las marcas, va bien en camino de tener la distribución del ingreso más desigual del mundo. De hecho, ha superado a los Estados Unidos y se acerca a los niveles latinoamericanos de desigualdad.
No es fácil crear políticas que solucionen esto. Muchos de los que más ganan también son enormemente creativos y aportan gran valor a un país. Naciones como el Reino Unido cortejan activamente a los ciudadanos extranjeros ricos, a través de un tratamiento extraordinariamente preferencial en sus rentas por inversiones. Los ultra ricos son también un grupo ultra móvil. Si ganas US$ 540 000 por hora, no toma mucho tiempo ahorrar para comprar un apartamento, incluso en Londres.
De todos modos, hay límites a cuánta presión puede aplicar el sistema político a los ultra ricos. Considérese que cualquiera de los nueve que más ganan en Estados Unidos gana más dinero en dos días que lo que reunió para su campaña la principal candidata a Presidente de EE.UU., Hillary Clinton, en un trimestre.
En lugar de aplicar una tributación de castigo a la riqueza, la globalización da más fuerza a la idea de pasar a un impuesto único a la renta (o, mejor aún, al consumo) con una exención moderadamente alta. Aparte de los argumentos tradicionales acerca de la eficiencia, se va a hacer cada vez más difícil y costoso mantener esquemas tributarios complejos y específicos de un país.
Lamentablemente, en la mayoría de los países no hay gran prioridad en avanzar hacia una reforma tributaria fundamental. Sólo podemos esperar que la generación de nuestros hijos crezca y llegue a vivir en un mundo que equilibre mejor la eficiencia y la equidad que el actual. Gabriel dice que va a pensar sobre eso.