Electrónica y derechos humanos
Javier Barriga, 28/10/2012La incautación de 17 toneladas en el departamento del Vichada (Colombia) ocultas en un resguardo indígena descubre un entramado internacional de contrabando, las autoridades Colombianas afirman que está conformado por el cartel de Sinaloa (México), las FARC, las BACRIM (Bandas emergentes o bandas criminales emergentes) y redes del narcotráfico nacionales (El 7 de octubre de 2012, elnuevosilgo.co). Hasta aquí, todo muy habitual, pero si les digo que la sustancia que fue encontrada y que era el motivo del contrabando es el “COLTÁN”, ya no es tan habitual.
El Coltán también conocido como “oro azul” proviene de la abreviatura de columbita, de la que se obtiene columbio o niobio y de tantalita, de la que se adquiere tantalio y debido a sus propiedades especificas de ser un superconductor de carácter ultra – refractario, soporta temperaturas mayores a los tres mil grados, almacena carga eléctrica en forma temporal para liberarla cuando es necesario, es muy utilizado en la fabricación de componentes electrónicos debido a sus propiedades.
La falta de legislación en Colombia y el abuso por parte de los contrabandistas, de las comunidades que explotan el mineral, generalmente comunidades indígenas, campesinos y colonos (de las zonas en donde se encuentra), han evidenciado un deterioro en la salud por la exposición con aguas contaminadas y según las autoridades muchas de estas comunidades son tratadas como esclavos. Poniendo en riesgo sus vidas y su entorno.
El deterioro ambiental y social producido por esta explotación debe ser controlada, legislada y debe procurar ser respetuosa con el medio ambiente.
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