Derretimiento mundial de glaciares
Iván Restrepo, 26/09/2005DETERRIMIENTO MUNDIAL DE GLACIARES
El gobierno chino suele hablar muy poco de los problemas ambientales que se prodicen en el planeta y muchísimo menos de lo que ocurre dentro de ese inmenso país. Por eso sorprendió el informe que prepararon sus más reconocidos científicos sobre el ritmo inusitado al que se están derritiendo los glaciares situados en las proximidades del Everest, mismo que atribuyen al calentamiento global, aunque se cuidan muy bien de señalar directamente que el acelerado aumento en el consumo energético que generan la economía y la población de esa gigantesca nación es parte básica del problema.
En cambio los científicos chinos advierten con mucha claridad que la disminución de la masa de hielo en el Himalaya incrementará peligrosamente el volumen de agua de los principales ríos de Asia, afectando con inundaciones importantes conglomerados humanos y la actividad económica. Es el caso del Ganges, el Mekong, el Yangtsé y el Brahmaputra, en cuyas cuencas viven cientos de millones de personas de India, China, Nepal y Camboya. Pero esa agua abundante en las cuencas no será permanente, disminuirá con el paso de los años, originando escasez en asentamientos humanos y desquiciando la economía de varios países.
La Fundación Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) coincide con las apreciaciones de los expertos chinos y calcula que los glaciares del Himalaya se están menguando, en promedio, entre 10 y 15 metros por año. Peor ocurre en el glaciar Gangotri, en India, que retrocede en promedio 23 metros por año. Nada alentador espera a Asia en unas décadas más, advierte la WWF, si no se cambia el modelo de desarrollo vigente hoy allí y en el resto del planeta.
También los glaciares de América del Sur se derriten. Un ejemplo es el Chacaltaya, en los Andes bolivianos. Sus reservas de aguas congeladas alimentan la ciudad de La Paz. Según el científico Edson Ramírez, el Chacaltaya desaparecerá en unos ocho años más debido al aumento de la temperatura global. Advierte que otros pequeños glaciares ya desaparecieron en Bolivia, mientras los grandes bloques de hielo de la Patagonia se derriten a velocidad nunca vista. Al norte del continente americano, en Alaska y el Parque Nacional de Montana, Estados Unidos, los glaciares también se reducen, sostiene Ramírez. A la par, el derretimiento paulatino del manto de hielo de la región occidental de la Antártida amenaza con aumentar 4.5 metros el nivel de los océanos del mundo. También en la Antártida se derrite aceleradamente la plataforma glaciar Larswe debido al calentamiento global. Cuando esto suceda los efectos serán peores y más universales que los causados en diciembre pasado por el tsunami en Asia.
La abundante evidencia proporcionada por el Panel Interguber-namental sobre Cambio Climático (red de científicos que cuenta con el apoyo de Naciones Unidas) muestra que las temperaturas se incrementaron en el siglo pasado más de medio grado centígrado, pero en ciertas zonas, como en los Andes, las históricas nieves del monte Klimanjaro, en Africa, y las partes más elevadas de los Alpes en Europa, el aumento fue muchísimo mayor. En apenas 30 años los glaciares de este último continente perdieron una cuarta parte de su superficie, según el reporte más reciente. En Alemania, el glaciar de Zugspitze se derrite a tal velocidad que en 20 años más no existirá.
Una foto del Klimanjaro sin su corona de nieve por primera vez en 11 mil años se entregó en marzo pasado a los ministros del ambiente de los países que más contribuyen al calentamiento global como prueba incontrastable de lo que pasa en el planeta por el uso irracional de hidrocarburos, la deforestación y el desperdicio y mala distribución del agua.
La respuesta del país que más gases de invernadero genera, Estados Unidos, fue clara: primero la defensa de los intereses de las compañías con intereses globales, como las petroleras, a lo que se agregan los efectos de la política de crecimiento de China e India y el mal uso del agua y el bosque en países como México. Así, los esfuerzos por contrarrestar el efecto del calentamiento global se derriten como los glaciares del planeta.