El equilibrio del casquete polar antártico pende de un hilo
Gonzalo Andrade para Globalízate, 29/11/2015El calentamiento global es un proceso dinámico y heterogéneo, capaz de mostrar muchas facetas diferentes a la vez. Así, por ejemplo, aunque a estas alturas nadie discute que el casquete polar ártico está reduciendo su grosor y su superficie a pasos agigantados, parece que la superficie del casquete polar antártico sigue aumentando, ¿cómo es posible que se estén produciendo ambos fenómenos de forma simultánea cuando la temperatura media global no para de aumentar?
Las ganancias en la masa de hielo de los casquetes polares se deben fundamentalmente a las precipitaciones atmosféricas en forma de nieve, mientras que las pérdidas de deben a la deriva glaciar (el flujo del hielo desde el continente hacia el océano) y el deshielo que se produce en sus márgenes, la redistribución de la nieve por los fuertes vientos de superficie y la sublimación del hielo. Durante las últimas décadas los científicos han registrado un aumento de la deriva glaciar en los márgenes del casquete polar antártico. Dicha deriva, aunque aumentaba la superficie del casquete polar, no impedía que este tuviera un grosor cada vez menor.
Iceberg en la Península Antártica. En esta zona y en el norte de la Antártida Occidental se está produciendo un adelgazamiento de la capa de hielo. Lo contrario está ocurriendo en la Antártida Oriental y el sur de la Antártida Occidental.
Gracias a un estudio publicado este mes de Noviembre de 2015 en la revista Journal of Glaciology, hemos sabido algo más acerca de lo que está ocurriendo en la Antártida. En dicho estudio un grupo de científicos del Centro Interdisciplinario de Ciencias del Sistema Terrestre de la Universidad de Maryland y del Centro Espacial Goddard de la NASA, ambos en EEUU, han estudiado los cambios en la masa de hielo del casquete polar antártico a corto y a largo plazo (en intervalos de tiempo menores y mayores de una década, respectivamente). Para ello han utilizado datos meteorológicos sobre variaciones en la acumulación de hielo junto con datos de altura de la masa de hielo procedentes de los satélites ERS e ICESat durante 1992-2001 y 2003-2008.
Sus resultados muestran que en ambos periodos las ganancias excedieron a las pérdidas en el conjunto del casquete polar antártico, sin embargo, el equilibro entre ganancias y pérdidas es positivo en la Antártida Oriental y el sur de la Antártida Occidental, y negativo en la Península Antártica y en norte de la Antártida Occidental. Existe también un engrosamiento dinámico a largo plazo en las dos primeras regiones y un incremento a corto plazo del adelgazamiento en las dos segundas.
No sólo eso, si no que en la Antártida Oriental, donde se han producido los mayores incrementos, el ritmo de acumulación de hielo a corto plazo no ha cambiado sustancialmente. Esto nos dice que el engrosamiento del casquete polar en esta región no se debe a un incremento de los aportes debidos a las nevadas, si no a factores relacionados con una reducción del flujo del hielo y un hundimiento de la roca madre sobre la que se asienta este. Esta tendencia, que parece haber sido constante durante los últimos siglos, puede ser la respuesta del casquete polar antártico al proceso de acumulación de hielo que tuvo lugar a principios del Holoceno. Después de todo, el casquete polar antártico es muy antiguo en términos geológicos y su respuesta a los cambios en el clima de la tierra puede ser extremadamente lenta.
El lento engrosamiento que sigue produciéndose en la Antártida Oriental y el sur de la Antártida Occidental podría amortiguar las continuas pérdidas registradas la Península Antártica y el norte de la Antártida Occidental. Sin embargo, si el ritmo de adelgazamiento sigue aumentando y este no es compensado por un incremento en las nevadas en estas dos últimas zonas, el balance positivo actual entre ganancias y pérdidas en el casquete polar antártico podría pasar de positivo nulo en apenas 20 años. Aunque algunos autores han pronosticado un posible incremento de las nevadas al oeste de la Antártida debido, sorprendentemente, al calentamiento global, la incertidumbre sobre este fenómeno es aún demasiado alta, por lo que el equilibrio del casquete polar antártico pende de un hilo.
Para saber más:
Zwally et al. 2015. Mass gains of the Antartic Ice Sheet exceed looses. Journal of Glaciology 61(230): 1019-1036.