Esperanza para los arrecifes de coral

Gonzalo Andrade para Globalízate, 06/04/2013

Los arrecifes de coral se extienden por los mares y océanos tropicales de todo el planeta, y están formados por el carbonato cálcico segregado por unos animales denominados "pólipos" que están emparentados con las anémonas viven fijos en el fondo marino. Los arrecifes de coral albergan ecosistemas muy diversos, garantizan la protección del litoral, proporcionan una importante riqueza pesquera, e ingresos económicos debidos al turismo.

Desde hace varias décadas, estos ecosistemas están en peligro debido al "blanqueo", una pérdida progresiva de carbonato cálcico que provoca el debilitamiento de las estructuras coralinas y su posterior erosión. El "blanqueo" de coral está originado principalmente por el aumento en la temperatura del agua y la progresiva acidificación de los océanos, dos fenómenos muy relacionados con el aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero a causa de la actividad humana en todo el planeta. Otras amenazas para los arrecifes de coral son la contaminación, y la sobrepesca de peces y otros animales marinos beneficiosos para el desarrollo de los arrecifes y que controlan la excesiva proliferación de algas. Se estima que al menos un 10% de los arrecifes de coral del mundo están seriamente afectados por blanqueo, la contaminación y la sobrepesca. La situación es especialmente grave en el sureste asiático, donde el 80% de los arrecifes están en peligro.

Durante las últimas décadas, los científicos han empezado a estudiar la recuperación de los arrecifes de coral tras el blanqueo, y han descubierto que este proceso depende de la dispersión de larvas sanas desde arrecifes cercanos y de la supervivencia de larvas de coral en el arrecife afectado. Por este motivo, el conocimiento de la distancia máxima de dispersión y del tiempo máximo de supervivencia de las larvas es imprescindible para saber hasta qué punto pueden recuperarse los arrecifes de coral y cuánto pueden tardar en recuperarse. Desgraciadamente, varios estudios han llegado a la conclusión de que la distancia máxima de dispersión desde arrecifes adyacentes y la supervivencia de larvas sanas en los arrecifes afectados son bajas, por lo que las expectativas para la recuperación de los corales afectados por el blanqueo no parecen muy halagüeñas.

Sin embargo, un estudio publicado esta semana abre la puerta a la esperanza (1, 2). Este trabajo recoge las investigaciones realizadas durante varios años por un equipo de biólogos marinos dirigido por el Doctor James P. Gilmour  del Instituto Australiano de Ciencias del Mar (AIMS según sus siglas en inglés) (3). Estos científicos observaron que el arrecife de Scott, en la gran barrera coralina de Australia, se estaba recuperando muy rápidamente de un masivo evento de blanqueo que tuvo lugar en 1998, lo que era particularmente extraño, pues el arrecife se encuentra a más de 250 km de otros arrecifes, lo que hacía que la recolonización de este arrecife con pólipos sanos procedentes de arrecifes cercanos fuera enormemente difícil. ¿Qué estaba pasando, entonces, en el arrecife de Scott?... tras varios años de trabajo encontraron la respuesta a esta pregunta. Según estos investigadores, la clave de la rápida recuperación de este arrecife está en la elevada diversidad de especies existentes en el mismo, y más concretamente, en la presencia de ciertas especies capaces de generar un enorme número de larvas de coral sanas, que sobreviven durante un largo tiempo, y pueden ser dispersadas en gran número y a grandes distancias. Es más, si en otros estudios los científicos habían encontrado que la producción, el periodo de supervivencia y la distancia de dispersión de larvas sanas en otros arrecifes de coral era relativamente bajo, es porque no habían sabido diferenciar bien entre las distintas especies de coral presentes en los arrecifes, y por tanto, no habían sido capaces de describir las características de las mismas con el suficiente detalle. Los científicos estaban mezclando churras con merinas, tomando como ejemplares de la misma especie a pólipos de coral pertenecientes a especies capaces de una recolonización rápida o lenta tras los eventos de blanqueo, o incapaces de recolonizar las áreas dañadas tras los eventos de blanqueo. Es más, muchos de los estudios sobre recuperación de arrecifes tras eventos de blanqueo estaban basados en unas pocas especies que los taxónomos (los científicos expertos en la diferenciación de especies) sí habían sido capaces de distinguir, pero cuya recuperación tras el blanqueo es lenta.

A pesar de su elevado aislamiento, el arrecife de Scott se está recuperando rápidamente porque posee un excelente seguro de vida contra el blanqueo; una elevada diversidad que asegura la presencia de especies capaces de una rápida recolonización. Es más, el aislamiento del arrecife no sólo no ha perjudicado sino que ha beneficiado su recuperación. El aislamiento del arrecife de Scott ha hecho que la impacto de la contaminación o la sobrepesca en el mismo sea muy bajo. El arrecife está a 1000 Km de las fuentes más cercanas de contaminación y sólo recibe la visita de algunas familias de pescadores indonesios que utilizan artes tradicionales. El mensaje del estudio de James P. Gilmour y su equipo es claro; los arrecifes de coral pueden recuperarse del blanqueo si se mantiene en ellos una elevada diversidad biológica que asegure la presencia de especies capaces de una rápida recolonización y si se reduce en los mismos el impacto de las actividades humanas. Estos autores afirman que un mayor conocimiento sobre la taxonomía de los arrecifes de coral, una actividad tediosa, menospreciada por la administración y aparentemente poco aplicada, puede resultar clave para hacer avanzar las investigaciones actuales sobre la recuperación de los arrecifes afectados por el blanqueo. Los resultados de este trabajo abren la clave, también, a la restauración de los arrecifes de coral afectados por el blanqueo mediante la "siembra" artificial de variedades de pólipos capaces de mantener larvas sanas durante un largo tiempo y dispersar estas a grandes distancias a través del fondo marino.

(1) Gilmour J. P., Smith L. D., Heyward A. J., Baird A. H. y Pratchett M. S. (2013). Recovery of an isolated coral reef system following severe disturbance. Science 340: 69-71.

(2) Polidoro B. y Carpenter K. (2013). Dynamics of coral reef recovery. Science 340: 34-35.

(3) Remote reefs can be tougher than they look. WA's Scott Reef has recovered from mass bleaching in 1998. http://www.aims.gov.au

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