Enfermedades del coche

George Monbiot, 03/04/2017,
www.monbiot.com

Escribí esta breve hoja de datos para una escuela de mi localidad que sufría altos niveles de contaminación en el aire, causada en parte por los padres, que a veces llevaban a sus hijos en coche aunque la distancia fuera de 100 metros. Una parte del conflicto se debe a que muchas personas desconocen la relación entre contaminación y problemas de salud.

Busqué un resumen –en un lenguaje claro y simple que pudieran entender fácilmente la mayoría de los padres– del daño que la contaminación del tráfico puede hacer a los niños, pero no encontré ninguno. Tampoco había nada en las campañas sobre el transporte que consulté. Decidí entonces escribir el mío.

Siéntase libre de reproducirlo, adaptarlo y usarlo como desee. Y, por favor, hágame saber si puede ser mejorado y cómo.
Si le parece útil, podría pedir a la escuela de sus hijos que lo hagan circular entre los padres por correo electrónico o en los medios sociales, o imprimirlo y colocarlo en lugares (como la puerta de las aulas) donde sea probable que sea visto.
Si pudiéramos poner en circulación amplia materiales como este en las escuelas, podríamos conseguir una importante diferencia en la salud de nuestros hijos (y en el resto de la población).

Lo que el humo del tráfico les hace a nuestros hijos

Todos los años descubrimos más datos acerca del daño que hace a nuestros hijos el humo que producen los coches y otros vehículos.

Cuanto más aprendemos, peor parece la situación. En los lugares contaminados, el daño a la salud puede ser muy grave.
Esto es lo que sabemos acerca del daño que la contaminación del tráfico puede hacer a nuestros hijos:
Puede dañar el crecimiento de sus pulmones. Eso significa que los pulmones de los niños que se han visto afectados no funcionarán muy bien. Ese daño puede afectar al resto de su vida.

Aumenta el riesgo de asma y alergias. En los niños que ya tienen asma, la contaminación la puede empeorar.

Puede dañar el desarrollo de su cerebro. La contaminación puede reducir la inteligencia de los niños, dificultando su aprendizaje.

Puede cambiar su comportamiento y disminuir su felicidad. La contaminación del aire ha sido puesta en relación con la ansiedad, la depresión y el Trastorno de Déficit de Atención (TDA).

Eleva el riesgo de enfermedad cardiaca en una época posterior de la vida.

Puede producir cáncer, tanto infantil como cuando sean adultos.

Los niños que aún no han nacido también pueden verse afectados por la contaminación que respira su madre. Se ha vinculado la contaminación del aire con los bebés que nacen prematuramente y con menor tamaño.

La contaminación en el interior del coche puede ser mucho peor que la exterior, porque los humos se concentran en el pequeño espacio.

Al llevarlos en coche a la escuela y mantenerlos sentados en él con el coche en punto muerto, ayudamos a envenenar a nuestros hijos.

No queremos hacerles eso. Pero una vez que sabemos el daño que les causa, podemos dejar de hacerlo, cambiando el modo de transporte. Caminar e ir en bicicleta es lo ideal.

Grupos como Living Streets pueden ayudar a las escuelas a cambiar esta situación. Juntos, podemos proteger a nuestros hijos de ese daño.

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