Pongamos las cartas sobre la mesa

George Monbiot, 15/02/2014,
The Guardian

 

Por George Monbiot, publicado en el Guardian el 4 de febrero de 2014

En la investigación de Stephen Lawrence nos enteramos de que la policía era institucionalmente racista (1). ¿Tenía que pasar mucho tiempo antes de que nos enteráramos de que es también institucionalmente corrupta? Casi todos los meses, los escándalos de la policía secreta son más numerosos y más profundos. Hoy puedo revelar un nuevo giro que, en algunos aspectos, podría ser el episodio más grave. Seguramente exige una investigación pública independiente, que es ya innegable.

Antes de explicarlo, aquí tenemos un resumen de lo que ya sabemos. Gracias a las notables investigaciones realizadas primero por las víctimas de los espías policiales, y después por los periodistas del Guardian Rob Evans y Paul Lewis (cuyo libro Undercover es tan fascinante como un thriller), sabemos que desde 1968 la policía británica ha estado introduciendo agentes secretos en los movimientos de protesta (2). Su propósito era contrarrestar lo que ellos llamaban subversión o extremismo nacional, que definen como el intento de "impedir que algo suceda, o cambiar la legislación o la política nacional... desde el exterior del proceso democrática normal" (3). Que es una buena descripción de cómo se producen todos los cambios progresistas.

La mayoría de los grupos infiltrados eran no violentos. Entre ellos, los que se oponían al Apartheid de Sudáfrica (4), los movimientos de protesta contra el cambio climático (5), las personas que trataban de revelar la corrupción policial(6) y la campaña por la justicia por el adolescente negro asesinado Stephen Lawrence(7). Los agentes secretos, usando a menudo la identidad robada de niños muertos (8), se abrían camino a puestos clave y ayudaban a organizar manifestaciones. Varios de ellos establecieron relaciones prolongadas con las personas a las que espiaban. Al menos dos de ellos llegaron a tener hijos con ellas (9).

Algunos agentes usaron ilegalmente su identidad falsa ante los tribunales. Algunos actuaron como agentes provocadores. Raramente parecían estar operando para los intereses más amplios de la sociedad. Reunían informes de inteligencia sobre sindicalistas que, después, pasaban a una agencia que redactaba listas negras para empresas de la construcción, asegurándose de que esas personas no encontraran trabajo (10). Los policías infiltrados en la campaña por Stephen Lawrence fueron instruidos por sus superiores para que aportaran desinformaciones sobre la familia y sus seguidores que se pudieran usar para socavar la campaña (11). Una vez cumplido su deber, los policías abandonaban a sus compañeros, sus identidades supuestas y desaparecían, dejando un rastro de vidas rotas. Como se decía en el lema no oficial de la escuadra secreta original, utilizarían Cualquier Medio Necesario (12).

Las revelaciones hechas hasta ahora nos dicen que 56 personas han visto sus casos rechazados o sus penas anuladas, porque la policía y la fiscalía omitieron informar de que los agentes habían ayudado a planear y ejecutar las protestas por las que esas personas habían sido juzgadas. Pero solo sabemos los nombres de 11 espías, de un total de 100-150, que han trabajado durante 46 años. Miles de personas podrían haber sido falsamente procesadas (13).

Hasta ahora se han producido 15 encuestas e investigaciones oficiales. Da la impresión de que solo parecen haber servido para retrasar y distraer. El informe de Sir Christopher Rose sobre las falsas condenas a un grupo de oponentes al cambio climático llegaba a la conclusión de que el hecho de que la policía y la fiscalía hubieran omitido trasladar información esencial a la defensa se produjo "en casos individuales, no sistemáticos", y que "nada de lo que he visto u oído sugiere que hubiera una retención de información deliberada, menos todavía deshonesta"(14). Ahora, tras un caso casi idéntico que afecta a otro grupo de activistas por el clima, el juez comentó que "se había producido un fallo completo y total" en la revelación de las pruebas (15), Las conclusiones de Rose resultan increíbles.

La mayor investigación que sigue en activo, la Operation Herne, está analizando la supuesta conducta impropia de la policía metropolitana. De sus 44 miembros, tres cuartas partes trabajan para, cómo lo diría... un caso que afecta a la Metropolitan Police (16). Su única acción decisiva ha sido hasta ahora buscar pruebas para una acusación basada en el Official Secrets Act hecha por Peter Francis, el policía denunciante que ha revelado los elementos claves de esta historia (17). Todo parece un intento de evitar que testifique, así como de impedir que otros agentes den un paso al frente.

¿Les parece bastante malo? Pues todavía no han oído ni la mitad. La semana pasada se le ha comunicado al activista John Jordan que su condena (por ocupar la oficina de London Transport) sería anulada. El Crown Prosecution Service se niega a explicar los motivos, pero sin duda estarán relacionados con el hecho de que uno de los codefensores de Jordan fue Jim Boyling, un policía secreto que trabajaba para la Met, quien por lo visto usó su identidad falsa en el Tribunal (18).

John Jordan ha presentado ahora una nueva demanda. Alega que esa misma persona ayudó a organizar la fiesta callejera que salió mal y se convirtió en la peor algarada en Londres desde las manifestaciones por el poll tax.

El J18 Carnival Against Global Capitalism del 18 de junio de 1999 fue mucho más allá de la protesta no violenta. Según la policía, 42 personas fueron heridas y se provocaron daños superiores al millón de libras(19). Se seleccionó un edificio: la sede del London International Financial Futures Exchange (Liffe), donde ser comerciaban productos derivados. Aunque los activistas entraron en el edificio a la 1:40 de la tarde, la policía no llegó hasta las 4:15 (20).

Tras las furiosas recriminaciones del Alcalde y de los gestores del edificio Liffe, la policía de la City realizó una investigación (21). Admitió que las críticas estaban justificadas y que la actuación policial fue muy insatisfactoria. Se afirmó que el problema fue que la policía no tenía información alguna acerca de cuáles eran los objetivos y planes de los activistas, y no sabía que Liffe estaba dentro de esos planes. La algarada fue imprevista.

John Jordan era miembro del "grupo logístico que organizó las tácticas para el J18. Éramos unos 10 y nos reunimos todas las semanas durante más de seis meses".(22) Entre los miembros, afirma, estaba Jim Boyling. "Nosotros diez... éramos los únicos que conocíamos el plan completo para ese día, y que habíamos decidido que el objetivo principal sería el Liffe". Afirma que "Boyling condujo uno de los dos coches utilizados para cerrar el acceso al edificio".

Resulta difícil pensar una acusación más grave. Durante seis meses, un agente secreto que trabajaba para la Metropolitan Police tuvo un papel decisivo en la planificación de una importante manifestación, que terminó causando heridos y graves daños a la propiedad. Sin embargo, parece que la policía no pasó este trabajo encubierto a las fuerzas de la City of London, dejando sin protección el objetivo de la protesta.

¿Seguimos sin necesitar una investigación pública independiente? ¿De verdad?

 

www.monbiot.com

Traducido para Globalízate por Víctor García

 

Referencias

1. http://www.archive.official-documents.co.uk/document/cm42/4262/4262.htm

2. Rob Evans and Paul Lewis, 2013. Undercover: the true story of Britains
secret police. Faber and Faber and the Guardian, London.

3. http://www.acpo.police.uk/NationalPolicing/NationalDomesticExtremismUnit/

4. http://www.theguardian.com/uk-news/undercover-with-paul-lewis-and-rob-evans/2013/dec/10/undercover-police-and-policing-nelsonmandela

5.
http://www.theguardian.com/uk-news/2014/jan/21/drax-protesters-convictions-quashed-police-spy-mark-kennedy

6. Rob Evans yPaul Lewis, como arriba.

7. http://www.theguardian.com/uk-news/2013/jul/16/stephen-lawrence-family-undercover-police

8. http://www.theguardian.com/uk/2013/feb/05/two-police-units-dead-children-ids

9. Rob Evans y Paul Lewis. Como arriba.

10. http://www.theguardian.com/uk-news/2013/aug/18/police-activists-blacklisting-agency-alleged

11. http://www.theguardian.com/uk/2013/jun/23/stephen-lawrence-undercover-police-smears

12. Rob Evans y Paul Lewis. Como arriba.

13. http://bristlingbadger.blogspot.co.uk/2014/01/wheres-justice.html

14. http://www.cps.gov.uk/news/assets/uploads/files/rose_report_on_ratcliffe_-_on_-_Soar_case.pdf

15. http://www.theguardian.com/uk-news/2014/jan/21/drax-protesters-convictions-quashed-police-spy-mark-kennedy

16. http://bristlingbadger.blogspot.co.uk/2013/07/self-investigation-when-is-met-not-met.html

17. http://www.theguardian.com/uk-news/2014/jan/13/police-channel-4-stephen-lawrence-undercover-spying

18.http://www.theguardian.com/uk-news/2014/jan/26/campaigner-police-spy-lying-court-undercover-john-jordan-jim-boyling

19. City of London Police, 1999. Carnival Against Global Capitalism.
Executive Summary. Internal Inquiry.

20. Como arriba.

22. Declaración que me ha enviado John Jordan, 24 de enero de 2014.

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