Un Rolex sin alegría

George Monbiot, 12/01/2014,
The Guardian

Que son tontas, estúpidas y baladíes no hace falta decirlo. Pero hay algo publicado en el grupo Rich Kids of Instagram (y subrayado por el Guardian la semana pasada (1)) que inspira algo más que la habitual repulsión hacia esas crudas exhibiciones de opulencia. Hay una sombra en esas fotos  —fotos de un hombre joven llevando puestos sus cuatro Rolex (2), un joven posando frente a su helicóptero (3), interminables imágenes de coches, yates, zapatos, mansiones, niños blancos mimados poniendo poses de gángster en jets privados— de algo peor; algo que, después de haber visto unas docenas de veces, te desorienta, incluso te angustia.

Todas las fotos están tomadas de Rich Kids of Instagram

Las imágenes, desde luego, tratan de provocar envidia. Apestan, en cambio, a desesperación. Las jóvenes mujeres y hombres parecen perdidos en sus ropas de diseño, empequeñecidos y deshumanizados por sus posesiones, como si la relación de propiedad se hubiera invertido. La cabeza de una joven apenas si sobresale del botín de bolsas de compra de Chanel, Dior y Hermes que ella ha apilado sobre su enorme cama (4). Han sido tituladas como "#shoppy shoppy#" y "#goldrush", pero una fotografía cuyo propósito es ilustrar la abundancia, parece representar un vacío. Ella está sola con sus bolsas y su imagen en el espejo, en una escena que parece saturada de desesperación.

 

Quizás esté proyectando mis prejuicios, pero un  enorme corpus de investigación psicológica parece apoyar esos sentimientos. Sugiere que el materialismo, un rasgo que puede afectar tanto a ricos como a pobres, que los investigadores definen como "un sistema de valores que se preocupa por las posesiones y la imagen social que proyectan" (5), es social y personalmente destructivo. Aplasta la felicidad y la paz mental de quienes sucumben a él. Está asociado con la ansiedad, la depresión y las relaciones rotas.

Hace ya tiempo que se ha observado una correlación entre el materialismo, la falta de empatía hacia los demás y la infelicidad (6, 7, 8). Pero las investigaciones de los últimos años parecen mostrar las causas.

Por ejemplo, una serie de estudios publicados en junio en Motivation and Emotion mostraban que conforme la gente es más materialista, disminuye su bienestar (buenas relaciones, autonomía, la sensación de propósito) (9). Y cuando se hacen menos materialistas, el bienestar aumenta.

En un estudio, los investigadores hicieron un test a un grupo de jóvenes de 18 años, y se lo repitieron 12 años después. Se les pedía que valoraran la importancia de diversos objetivos: trabajo, dinero y estatus por un lado, autoaceptación, sentimientos y pertenencia a los demás por otro. Los sometieron a un test de diagnóstico estándar que identificaba problemas de salud mental. En ambas edades, 18 y 30 años, los materialistas eran más susceptibles a sufrir trastornos. Pero los que en esos 12 años se hicieron menos materialistas, mejoraron su nivel de felicidad.

En otro estudio, los psicólogos hicieron un seguimiento de islandeses que sufrieron el colapso económico de su país. Algunas personas se centraron más en el materialismo, con la esperanza de recuperar el terreno perdido. La respuesta de otras fue interesarse menos por el dinero y dirigir su atención a la familia y la vida comunitaria. El nivel de bienestar se redujo en el primer grupo y dio niveles superiores en el grupo segundo (10).

Aunque sugerentes, estos estudios solo muestran una correlación. Pero, después, los investigadores introdujeron a un grupo de adolescentes en un programa de la iglesia destinado a apartar a los jóvenes del gusto por el gasto, encarrilándolos a compartir y ahorrar. La autoestima de los niños materialistas del programa se elevó significativamente, mientras que la de los niños materialistas del grupo de control se redujo. Los que antes del programa tenían ya escaso interés por el materialismo, no tuvieron cambios en su autoestima (11).

Otro paper, publicado en Psychological Science, descubrió que las personas de un grupo de control expuestas repetidamente a imágenes de bienes de lujo, a mensajes que las categorizaban como consumidores en lugar de como ciudadanos, y a palabras asociadas con el materialismo (como comprar, estatus, activos y gasto), experimentaron inmediata pero temporalmente incrementos en las aspiraciones materiales, la ansiedad y la depresión (12). También se volvieron más competitivos, más egoístas, redujeron sus sentimientos de responsabilidad social y se sintieron menos inclinados a unirse a actividades sociales exigentes. Los investigadores señalaron que como somos repetidamente bombardeados con ese tipo de imágenes mediante los anuncios, y somos descritos constantemente por los medios como consumidores, esos efectos temporales podrían desencadenarse más o menos continuamente.

Un tercer paper, publicado (irónicamente) en el Journal of Consumer Research, estudió a 2.500 personas durante seis años (13). Descubrió una relación de ida y vuelta entre el materialismo y la soledad: el materialismo estimula el aislamiento social. Las personas que se sienten separadas de los demás se aferran a sus posesiones. A su vez, ese aferramiento las aparta de las relaciones sociales.

Las dos variedades de materialismo que producen este efecto —usan las posesiones como una marca del éxito y buscan la felicidad  mediante la compra— son las variedades que parecen mostrarse en Rich Kids of Instagram. Solo tras leer este paper entendí el motivo de que me angustiaran: parecen una especia de automutilación.

Quizá sea esta una de las razones por las que un modelo económico basado en el crecimiento continuo siga triunfando en sus propios términos, aunque pueda dejar un rastro de deudas impagables, enfermedades mentales y relaciones machacadas. La atomización social es posible que sea la mejor estrategia de ventas ideada nunca, y el marketing continuo parece un programa de atomización invencible.

El materialismo nos fuerza a comparar nuestras posesiones con las de los otros, una carrera que es cruelmente ilustrada y crudamente impulsada por ese tóxico sitio web. Esto no tiene fin. Si tienes cuatro Rolex pero otro tiene cinco, tienes Rolex que no te dan alegría. La búsqueda material de la autoestima reduce tu autoestima.

Quiero enfatizar que esto no trata de las diferencias entre ricos y pobres: los pobres pueden ser tan susceptibles de ser materialistas como los ricos. Es una aflicción social general, que nos afecta por las políticas gubernamentales, las estrategias corporativas, el colapso de las comunidades y la vida cívica, y nuestra aquiescencia a un sistemas que nos está devorando de dentro hacia afuera.

Es un error terrible el que estamos cometiendo: nos permite creer que más dinero y más objetos mejoran nuestro bienestar, una creencia que no solo tienen esas pobres personas engañadas de las fotografías, sino también casi todos los miembros de casi todos los gobiernos. Ambición mundial, aspiración material, crecimiento perpetuo: son la fórmula de la infelicidad masiva.

www.monbiot.com

 

Por George Monbiot, publicado en el Guardian el 10 de diciembre de 2013

Traducido para Globalízate por Víctor García

 

Referencias:

1.
http://www.theguardian.com/technology/2013/dec/06/selfies-status-updates-digital-bragging-web

2.
http://richkidsofinstagram.tumblr.com/post/67779474838/dont-know-which-rolex-to-wear-so-hes-rocking

3.
http://richkidsofinstagram.tumblr.com/post/63579216840/weekend-at-the-farm-robertsonpark-by

4.
http://richkidsofinstagram.tumblr.com/post/61764470661/shoppy-shoppy-by-iamcece-goldrush-onlyseeorange

5. Monika A. Bauer et al, 2012. Cuing Consumerism: Situational Materialism
Undermines Personal and Social Well-Being. Psychological Science  23: 517.

DOI: 10.1177/0956797611429579. http://pss.sagepub.com/content/23/5/517

6. eg
http://www.rawstory.com/rs/2013/06/20/research-finds-wealth-warps-your-perspective-and-makes-you-less-ethical/

7. Tamas Martos and Maria S. Kopp, 2012. Life Goals and Well-Being: Does
Financial Status Matter? Evidence from a Representative Hungarian Sample.
Social Indicators Research, 105: 561?568. DOI 10.1007/s11205-011-9788-7

8.
http://healthland.time.com/2011/10/13/wealth-matters-part-2-materialistic-people-are-less-happy-in-marriage/

9. Tim Kasser et al, 2013. Changes in materialism, changes in psychological
well-being: Evidence from three longitudinal studies and an intervention
experiment.

Motivation and Emotion. DOI 10.1007/s11031-013-9371-4

link.springer.com/article/10.1007%2Fs11031-013-9371-4

10. Tim Kasser et al, 2013, as above.

11. Tim Kasser et al, 2013, as above.

12. Monika A. Bauer et al, 2012. Cuing Consumerism: Situational Materialism
Undermines Personal and Social Well-Being. Psychological Science  23: 517.

DOI: 10.1177/0956797611429579. http://pss.sagepub.com/content/23/5/517

13. Rik Pieters, 2013. Bidirectional Dynamics of Materialism and
Loneliness: Not Just a Vicious Cycle. Journal of Consumer Research, DOI:
10.1086/671564. http://www.jstor.org/stable/10.1086/671564 .

 

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