Gaste sin reparos

George Monbiot, 09/12/2013,
www.monbiot.com

La culpa es buena. Es la característica que distingue al resto de la población de los psicópatas. Es la sensación de que uno puede sentir cuando se tiene capacidad para la empatía.

Pero la culpa inhibe el consumo. Por eso se ha desarrollado una industria global que la suavice con un edredón de 13 parches de celebridades y personajes de dibujos animados acompañado de música de ascensor. Trata de persuadirnos para que no veamos y no sintamos. Parece que funciona.

La encuesta de Greendex de 2012 reveló que las personas de los países más pobres, por término medio se sienten más culpables de su impacto en el mundo natural que las de los países más ricos (1). Los países en los que la gente se siente menos culpable son, por este orden, Alemania, EE.UU. Australia y Gran Bretaña, mientras que los habitantes de India, China, México y Brasil tienen una preocupación mayor. Nuestra culpa, revelaba el informe, se da en proporción inversa a la cantidad de daño que hace nuestro consumo. Esto es lo opuesto a lo que nos dicen mil editoriales de la prensa corporativa: que la gente no puede permitirse preocuparse hasta que son ricas. La evidencia sugiere que dejamos de preocuparnos cuando nos enriquecemos.

Gráfico tomado del informe Greendex 2012

"Los consumidores de países como México, Brasil, China e India", nos dice la encuesta, "suelen preocuparse más por cuestiones como el cambio climático, la contaminación del aire y el agua, la pérdida de especies y la escasez de agua potable. En cambio, la economía y el coste de la energía y el combustible provoca mayor preocupación entre los consumidores estadounidenses, franceses y británicos" (2). Cuanto más tienes, más importancia cobra el dinero. Mi conjetura es que en los países pobres la empatía no se ha visto desterrada por decenios de consumo sin sentido.

Vea el último anuncio para Toys 'R Us en Estados Unidos(3). Un hombre vestido de guardabosque lleva a niños a un autobús verde perteneciente a "Meet the Trees Foundation". "Hoy vamos a llevar a los niños a la mejor excursión que podrían desear", nos cuenta. "Y ellos ni siquiera lo saben".

En el autobús, empieza a hablarles, desganadamente, de hojas. Los niños bostezan y se remueven en su asiento. De pronto les anuncia: "Pero hoy no vamos a ir al bosque". Se quita la camisa de guardabosque. "¡Hoy vamos a Toys 'R Us, chicos!". Los niños empiezan a gritar". "Vamos a jugar con todos los juguetes ¡y podéis elegir cualquier juguete que queráis!". Los niños corren, a cámara lenta, por los pasillo de la tienda; después, casi se desmayan al acariciar sus juguetes favoritos.

La Naturaleza es tediosa, el plástico es emocionante. Los niños del centro urbano a los que llevé al bosque hace unas semanas contarían una historia diferente (4), Pero el martillo golpea el mensaje lo suficiente para que se convierta en cierto.

La Navidad permite que la porquería de la industria global se haga con los valores con los que a muchos nos gustaría que estuviera investida —amor, calidez, comunidad de espíritu— con el único objetivo de vender cosas que nadie necesita y que ni siquiera quiere. Tristemente, como todos los periódicos, el Guardian participa de esta orgía. La revista del sábado contenía lo que podría parecer una lista de compras para los últimos días del Imperio romano (5). Hay un elegante reloj de cuco para aquellos lerdos que no están a la altura; un kettel que se controla remotamente; un dispensador de jabón de 55 libras; un skateboard de caoba (desgraciadamente, el origen de la madera no es mencionado ni por el Guardian ni por el vendedor (6)); Un "papardelle con pin giratorio, que quién diablos sabe lo que es eso; una caja de chucherías de chocolate de 25 libras;  una caja de 16 libras de, hum, bramante para jardín.

¿Es que estamos tan aburridos, tan faltos de afecto, que necesitamos recibir esta basura para encender una última chispa de satisfacción hedonista? ¿Es que la gente se ha vuelto tan inmune a los sentimientos de los compañeros de planeta que está dispuesta a gastar 46 libras en un bote de chucherías para perros o 6,50 libras en galletas personalizadas, en lugar de dar ese dinero a una causa mejor? (7) ¿O es que este es el potlatch del mundo occidental, gastar sumas ridículas en regalos claramente inútiles para mejorar nuestro estatus social? En ese caso, debemos haber olvidado que aquellos que se dejan impresionar por el dinero no son dignos de ser impresionados.

Para servir a esta forma peculiar de enfermedad mental, debemos dañar la tierra, estropear la superficie del planeta con grandes agujeros, manejar fugazmente los productos de esa destrucción para después amontonar los materiales en otros agujeros. Un informe de la Gaia Foundation revela un crecimiento explosivo de la minería: la producción de cobalto ha subido un 165% en diez años, la mena de hierro un 180%, se ha producido un incremento del 50% en la exploración de los metales no ferrosos entre 2010 y 2011(8).

Los productos de esta destrucción se dan en todos los campos: electrónica, plásticos, cerámica, pinturas, tintes, el empaquetado en el que nos llegan nuestras fatuidades. Como los depósitos más ricos están agotándose, hay que atacar cada vez más superficies de tierra para mantener la producción. Incluso los materiales más preciosos y destructivos se convierten en basura cuando se necesita una nueva dosis de dopamina: el Gobierno británico ha informado que en este país, cada año, va a los vertederos una tonelada de oro incrustado en aparatos electrónicos convertidos en basura (9).

En agosto se encendió una instructiva bronca en el Partido Conservador. El ministro de Medioambiente, Lord de Mauley, pidió a la gente que reparara sus aparatos en lugar de echarlos a la basura (10). Afirmaba que era necesario para reducir el volumen de vertidos, de acuerdo con la directiva de desechos europea. El Telegraph afirmo que "la propuesta es un riesgo alarmante para las empresas que luchan por incrementar la demanda de sus productos" (11) Douglas Carswell, parlamentario Tory preguntó que "desde cuándo necesitamos que el Gobierno nos diga lo que debemos hacer con nuestras tostadoras rotas...  tras haber arruinado nuestras perspectivas de crecimiento económico, los eurócratas parecen aconsejarnos sobre lo que debemos hacer y arreglar. Cuanto antes abandonemos la Unión Europea, mejor".(12)

Entendía que el programa gubernamental para la recuperación económica depende de un consumo incesante: que si la gente empieza a reparar las cosas, el plan se hunde; que los skateboards de caoba y los kettles con wifi son la respuesta necesaria a un mercado saturado; que el dios de hierro del crecimiento ante el que nos debemos inclinar demanda que olvidemos la naturaleza viva.

"Las ropas viejas son asquerosas", continúa el murmullo infatigable. "Siempre hemos tirado la ropa vieja. Echarla es mejor que arreglarla. Echarla es mejor que arreglarla".(13). Un mundo feliz parece cada año una obra menos fantasiosa.

www.monbiot.com

Traducido para Globalízate por Víctor García

Referencias:

1. http://images.nationalgeographic.com/wpf/media-content/file/GS_NGS_2012GreendexHighlights_10July-cb1341934186.pdf

2. http://images.nationalgeographic.com/wpf/media-content/file/GS_NGS_2012GreendexHighlights_10July-cb1341934186.pdf

3. http://www.youtube.com/watch?v=q5SXybm6bss

4. http://www.theguardian.com/commentisfree/2013/oct/07/education-children-not-feral-enough

5. This feature isn't online, but it covered 36 pages in the Saturday magazine.

6. http://shop.shipnduck.com/products/chris-craft-longboard-sting-ray

7. As above.

8. Philippe Sibaud, 2012. Opening Pandora's Box: The New Wave of Land Grabbing by the Extractive Industries and the Devastating Impact on Earth. The Gaia Foundation. http://www.gaiafoundation.org/opening-pandoras-box

9. Defra, 21st November 2013. https://twitter.com/DefraWaste

10. https://consult.defra.gov.uk/waste/waste_prevention/

11. http://www.telegraph.co.uk/news/politics/conservative/10229659/Householders-should-make-do-and-mend-to-cut-waste-says-Tory-minister.html

12. http://www.telegraph.co.uk/news/politics/conservative/10229659/Householders-should-make-do-and-mend-to-cut-waste-says-Tory-minister.html

13. Aldous Huxley, 1932. Brave New World. Penguin edition, page 43.

 

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