Hoguera de promesas

George Monbiot, 09/07/2012

El nuevo anteproyecto energético del Gobierno rompe sus compromisos con el cambio climático.

La política energética del Reino Unido se asemeja a una fábrica de mermelada golpeada por un meteorito: un monstruo de muchos colores adornado con trozos de vidrio roto.
Consideremos estos dos artículos de prensa publicados la semana pasada por el Department for Energy y Climate Change.

Martes: el nuevo anteproyecto energético del Gobierno “ayudará al Reino Unido a alejarse de las tecnologías con alta emisión de carbono” (1). Miércoles: las solicitudes de nuevas prospecciones petrolíferas y gasísticas en el Mar del Norte han “batido todos los récords anteriores”. Esto es una noticia fantástica para la industria y la economía del Reino Unido”(2).

El Gobierno sabe que estas posiciones son irreconciliables. El gas natural se usa principalmente para producir electricidad. El anteproyecto de la factura energética, publicado la semana pasada, afirma que para cumplir las obligaciones legales del gobierno de reducir para el año 2050 en un 80% los gases de efecto invernadero, “es necesario que en el decenio de 2030 hayan sido de-carbonizados en su mayor parte (3) (Es un alejamiento sutil del Plan de Carbono de diciembre, donde ponía 2030 (4)). La única esperanza de reconciliación está en la distribución universal de la tecnología de almacenamiento y captura de carbono que quite la emanación de dióxido de carbono de las centrales energéticas y la entierre. Pero el Gobierno ha dejado claro que no cree que tal cosa vaya a suceder.

El nuevo anteproyecto energético establece un límite al volumen de dióxido de carbono que las centrales energéticas pueden producir. Es de 450 gramos de CO2 por cada kilovatio-hora de electricidad (5). Compárese con los 50 gramos que el Comité sobre el Cambio Climático dice que debería ser la media producida por las centrales eléctricas en este país a finales de decenio de 2020, si el Gobierno va a cumplir su objetivo para 2050 (6).

Las centrales eléctricas modernas producen menos de 400 gramos/kVh, por lo que el nuevo límite no las afectará (7). Peor todavía, el nivel será fijado por la legislación principal hasta 2045 para las centrales eléctricas construidas hoy: dentro de 33 años, a las centrales de gas todavía se les permitirá producir más CO2 que el que producen en estos momentos (8). Si el Gobierno creía que la extensión del almacenamiento y captura de carbono (CCS por sus siglas en inglés) era una perspectiva realista, debería haber rebajado las emisiones de las centrales de gas, forzándolas a usar la tecnología. Pero este tipo de CCS todavía no se ha probado a escala y ahora se ve perturbado por graves problemas. Los planes gubernamentales de recortar nuestra contribución al calentamiento global tienen una base vaporosa.

Como dijo en marzo la secretaria de Energía, “quiero una parrilla sin carbono a largo plazo, pero durante un tiempo no podremos abandonar el gas”(9) En este anteproyecto veo la ruptura del consenso entre partidos sobre el cambio climático, así como el abandono de los presupuestos de carbono requeridos para cumplir el objetivo de 2050.

Pero al menos el límite de emisiones gubernamental impedirá que se construyan nuevas centrales eléctricas de carbón sin almacenamiento y captura de carbono. ¿No? Las nuevas plantas de carbón producen alrededor de 800 gramos por kilovatio hora, por lo que parecen quedar excluidas por el límite de 400 gramos. Esto parece coherente con la promesa del Coalition Agreement: las reglas “impedirán que se construyan centrales de carbón a menos que estén equipadas con un CCS suficiente para cumplir el estándar de rendimiento de las emisiones”(11) Pero esta promesa acaba de ser reclasificada como biomasa y usada para quemar los pantalones de David Cameron.

El anteproyecto explica que cualquier nueva central de carbón que “forme parte del” programa de captura y almacenamiento de carbono quedará exenta del estándar de emisiones (12). Lo que no dice es que sea necesario que un solo gramo de carbono deba ser capturado en la propia central. El anteproyecto explicita esta cuestión. Define una central eléctrica que pertenezca al programa de captura y almacenamiento como aquella en la que la CCS “se use o vaya a ser usada... en la generación comercial de electricidad (13). Para estar calificada para el anteproyecto, una central de carbón solo debe planificar que tendrá, en un tiempo no necesariamente cercano, cierta capacidad de CCS, en una cantidad que no es especificada. Lo mismo que el acuerdo de coalición, esto pone fin a los compromisos del documento del año pasado (14) y a la declaración política nacional (15).

Así es como una supuesta tecnología verde se usa como medio de absolver a las nuevas centrales de carbón de la necesidad de reducir los gases de efecto invernadero. Mediante una serie de sutiles actos de prestidigitación, tanto las centrales de carbón como las de gas quedan exentas de cualquier objetivo de reducir las emisiones de carbono: y con eso el Decreto del Cambio Climático de 2008 se convierte en humo.

En todo este infierno de anteproyecto no hay un solo compromiso nuevo con la eficiencia energética. Se basa solo en el Green Deal del gobierno. Pero esto reducirá el número de instalaciones de aislamiento de cavidades de muros de los 800.000 propuestos este año en el último programa del Gobierno a 100.000. Las propias cifras del Gobierno muestran que se habría aislado el mismo número sin tener programa alguno (17). En su primer discurso como Secretario de Estado, Ed Davey insistió en que la eficiencia energética “ha de estar en el corazón de lo que hagamos” (18). Pero en este nuevo anteproyecto ni siquiera está en la periferia. Su ausencia asegura un mercado que garantiza la persistencia de las centrales de carbón y de gas que el Gobierno pretende aprobar.

Promesas, obligaciones legales, el proyecto que se suponía iba a garantizar nuestros recortes de carbono: todo se vaporiza en los hornos de las centrales eléctricas. Este es un Gobierno de lo viejo y de lo sucio, comprometido con las tecnologías del siglo pasado, sin la mínima preocupación por el futuro.

Artículo original:

http://www.monbiot.com/2012/05/28/bonfire-of-promises/

Traducido para Globalízate por Víctor García.

Referencias:

1. http://www.decc.gov.uk/en/content/cms/news/pn12_062/pn12_062.aspx

2. http://www.decc.gov.uk/en/content/cms/news/pn12_063/pn12_063.aspx

3. HM Government, May 2012.Draft Energy Bill, page 10.
http://www.official-documents.gov.uk/document/cm83/8362/8362.pdf

4. See for example, Box 9, DECC, December 2011. The Carbon Plan: delivering
our low carbon future.
http://www.decc.gov.uk/assets/decc/11/tackling-climate-change/carbon-plan/3702-the-carbon-plan-delivering-our-low-carbon-future.pdf

5. Draft Energy Bill, Page 89.

6. Committee on Climate Change, December 2010. Fourth Budget Report.
http://downloads.theccc.org.uk.s3.amazonaws.com/4th%20Budget/CCC-4th-Budget-Book_plain_singles.pdf

7. Draft Energy Bill, page 218.

8. Draft Energy Bill, page 33.

9. http://www.decc.gov.uk/en/content/cms/news/pn12_025/pn12_025.aspx

10. Draft Energy Bill, page 218.

11. HM Government, 2010. The Coalition: our programme for government, page
16.

http://www.cabinetoffice.gov.uk/sites/default/files/resources/coalition_programme_for_government.pdf

12. Draft Energy Bill, page 218.

13. Draft Energy Bill, page 30

14. DECC, July 2011. Planning our electric future:

a White Paper for secure,

affordable and low?carbon

electricity.
http://www.decc.gov.uk/assets/decc/11/policy-legislation/emr/2176-emr-white-paper.pdf

15. DECC, October 2010. Revised Draft National Policy Statement for Fossil
Fuel Electricity Generating Infrastructure (EN2).
http://www.official-documents.gov.uk/document/other/9780108509353/9780108509353.pdf

16.
http://www.guardian.co.uk/environment/georgemonbiot/2012/jan/13/green-deal

17. http://www.carboncommentary.com/2011/12/16/2208

18. Ed Davey, 8th February 2012. Speech on the launch of the Energy
Efficiency Deployment Office.
http://www.decc.gov.uk/en/content/cms/news/eedolaunch/eedolaunch.aspx

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