Plutocracia, pura y dura
George Monbiot, 26/02/2012Ya hay un combate directo contra los multimillonarios y las corporaciones.
Impresionante, fascinante, pero nada sorprendente: los documentos filtrados, si son auténticos, confirman lo que sospechábamos pero no podíamos probar. El Heartland
Institute, que ha ayudado a dirigir la guerra contra la ciencia del cambio climático en Estados Unidos, ha recibido fondos, entre otros, de la empresas tabaqueras, compañías de combustibles fósiles y de uno de los multimillonarios hermanos Koch(1).
Parece que se ha seguido el guión escrito por un asesor del partido Republicano, Frank Luntz, en 2002. “Si la gente llegara a creer que las cuestiones científicas están asentadas, cambiaría su opinión acerca del calentamiento global. Por tanto, es necesario seguir manteniendo la falta de certidumbre de la ciencia como la cuestión principal del debate”.(2)
La técnica de Luntz fue usada por primera vez por las empresas tabaqueras y los creacionistas: practicar la controversia. Dicho de otro modo, insistir en que el hecho de que el tabaco cause cáncer, que la selección natural impulsa la evolución o que quemar combustibles fósiles cause el cambio climático siguen siendo cuestiones abiertas, por lo que ambos lados de la “controversia” deberían enseñarse en las escuelas y discutirse en los medios de comunicación.
Los documentos filtrados parecen demostrar que, como cortesía a sus donantes multimillonarios, el Institute ha encargado un currículo de calentamiento global para las escuelas que enseña que “Hay una importante controversia científica con respecto a si los seres humanos están cambiando el clima” y que “sigue siendo controvertido que el CO2 sea un contaminante” (3).
El Institute ha afirmado que es una “fuente de investigación y comentarios verdaderamente independiente” y que “no adoptamos posiciones con el objetivo de apaciguar a los donantes individuales ni para evitar perder su apoyo” (5). Pero los documentos, si son auténticos, revelan que sus ataques a la ciencia climática están dotados de fondos procedentes en su mayor parte de un donante anónimo y que “estamos poniendo fin sobre todo a los proyectos sobre calentamiento global al ritmo que él va reduciendo sus donaciones”(6).
Los negacionistas del cambio climático que reciben fondos han hecho similares afirmaciones de independencia. Por ejemplo, el año pasado Fred Singer afirmó en un sitio web francés “desde luego que no recibo fondos de los lobbies de los combustibles fósiles. Eso es una invención completamente absurda”.(7) El documento sugiere que el Institute, dotado de fondos entre otros por la compañía carbonífera Murray Energy, la compañía petrolífera Marathon y el antiguo lobista de Exxon, Randy Randol, le han estado pagando 5.000 $ al mes(8).
Robert Carter ha afirmado que “no recibe fondos de investigación procedentes de organizaciones con intereses especiales” (9). Pero los documentos sugieren que
Heartland le paga 1.667 $ al mes(10). Entre los portavoces de sus conferencias había dos escritores del Telegraph (Christopher Booker y James Delingpole(11,12)). El grupo Telegraph debería revelar ahora si fueron pagados por el Heartland Institute y la cantidad que recibieron.
Parece que hemos visto un ejemplo claro de la separación entre lo que esos grupos dicen de sí mismos y lo que son realmente. Invariablemente, las organizaciones que afirman que se deben quitar las regulaciones, que se deben reducir los impuestos más altos y tomar otras medidas favorables a los multimillonarios se consideran thinktanks conservadores o del mercado libre. Pero de acuerdo con David Frum, que perteneció a uno de esos grupos, el American Enterprise Institute, funcionan “cada vez más como agencias de relaciones públicas” (13). El mensaje que transmiten a sus empleados, afirma Frum, es “no te pagamos para que pienses, te pagamos para que repitas”.
Los beneficios de los bancos o las compañías que contaminan o son imprudentes, y las enormes fortunas personales de sus beneficiarios, dependen en gran parte de las regulaciones establecidas por los gobiernos. Esa es la razón de que hagan campañas por un gobierno reducido. Si las regulaciones defienden con fuerza el interés público, los beneficios se reducen. Si son débiles, los beneficios crecen. Los multimillonarios y las grandes empresas compran influencia para aislarse del control democrático. Me parece que los llamados thinktanks son un componente importante del trabajo de relaciones públicas.
Sus dotaciones de fondos, en la mayoría de los casos, son opacas. Cuando desafié a algunos de los más importantes de esos grupos en el Reino Unido, solamente uno reveló la identidad de sus donantes. Los demás, se negaron a hacerlo(14). Desgraciadamente, su falta de explicaciones no impide que algunos de ellos se registren como agencias caritativas y pidan exenciones fiscales.
La Charity Commission de Inglaterra y Gales, negligente y dormida en sus laureles, se está convirtiendo en una amenaza para la democracia. Estas organizaciones no tratan de restaurar edificios históricos ni rescatar burros en situación de aflicción. Lo que intentan es realizar cambios políticos en áreas con fuertes contenciosos. El requisito mínimo de todos esos grupos, ya estén a la izquierda o a la derecha, es que deberían revelar sus fuentes de ingresos más importantes, para que sepamos en nombre de quién están hablando (15). La Comisión proporciona cobertura a multimillonarios y corporaciones que dan fondos para campañas no reveladas, con el objetivo de mejorar su riqueza bajo el disfraz de caridad, obligándonos a los demás a pagar por ello mediante sus exenciones de impuestos. Si eso es caridad, una sirena de policía es música.
El uso de los llamados thinktanks en ambos lados del Atlántico me parece el espejo del uso de los supercomités de acción política (superPACs por las siglas en inglés) en Estados Unidos. Desde que el Tribunal Supremo quitó los límites a lo que una persona podía dar a una campaña política, los multimillonarios han conseguido casi un control total sobre los políticos. Un artículo aparecido la semana pasada en TomDispatch revelaba que en 2011 96 donantes proporcionaron casi el 80% del dinero recibido por los superPACs(16).
Los principales líderes republicanos han abandonado la idea de movilizar el apoyo popular. En su lugar, usan los enormes fondos que reciben de los multimillonarios para atacar la credibilidad de sus oponentes mediante anuncios de televisión. Y sin embargo, todavía es mayor el dinero canalizado los grupos 501c4 –instituciones libres de impuestos que supuestamente promueven el bienestar social--, que a diferencia de los superPACs no tienen que revelar la identidad de sus donantes. TomDispatch comenta que “sirven como cajas negras secretas de los multimillonarios que pueden calificarlas como bienestar social”.(17)
El dinero gana. Por eso los republicanos ganan tantos escaños en las elecciones de mitad de la legislatura (18), y por eso los demócratas supervivientes apenas pueden distinguirse de sus rivales. Por eso Obama, a pesar de todas sus promesas, parece incapaz de gobernar en favor del interés público. ¿Qué les puede decir a los bancos?: “¿Haced lo que os digo o no volveré a aceptar vuestro dinero?” ¿Cómo va a poner impuestos a los multimillonarios si estos tienen las manos alrededor de su cuello? Donde está tu tesoro allí estará también tu corazón (19).
Esto es plutocracia pura y dura. La batalla por la democracia es ahora una lucha contra los multimillonarios y las corporaciones que rehacen la política para ajustarla a sus intereses. La primera tarea de todos los demócratas debe ser preguntar a cualquier grupo, de cualquier tipo, que trate de hacer cambios políticos que revele quiénes le dan los fondos.
Traducido para Globalízate por Víctor García
Artículo original:
http://www.monbiot.com/2012/02/20/plutocracy-pure-and-simple/
Parte de la investigación para esta columna fue realizada por Simon Day:
www.renouncereverb.com
Referencias:
1.
http://www.desmogblog.com/sites/beta.desmogblog.com/files/%281-15-2012%29%202012%20Fundraising%20Plan.pdf
2. Frank Luntz, 2002. The Environment: a cleaner, safer, healthier America.
Straight Talk, pp131-146. The Luntz Research Companies.
3.
http://www.desmogblog.com/sites/beta.desmogblog.com/files/%281-15-2012%29%202012%20Fundraising%20Plan.pdf
4. http://heartland.org/policy-documents/we-must-get-along-get-along
http://heartlandinstitutechicago.wordpress.com/about/
5. http://heartland.org/funding
6.
http://www.desmogblog.com/sites/beta.desmogblog.com/files/Binder1%20%282%29.pdf
7.
http://www.contrepoints.org/2011/09/04/43947-le-giec-interdit-le-debat-scientifique
8.
http://www.desmogblog.com/sites/beta.desmogblog.com/files/%281-15-2012%29%202012%20Heartland%20Budget%20%282%29.pdf
9. http://members.iinet.net.au/~glrmc/
10.
http://www.desmogblog.com/sites/beta.desmogblog.com/files/%281-15-2012%29%202012%20Heartland%20Budget%20%282%29.pdf
11.
http://heartland.org/sites/all/modules/custom/heartland_migration/files/pdfs/24901.pdf
12. http://climateconference.heartland.org/james-delingpole/
13. http://nymag.com/news/politics/conservatives-david-frum-2011-11/
14. http://www.monbiot.com/2011/09/12/think-of-a-tank/
15. See http://www.monbiot.com/2011/10/17/show-me-the-money/
16. Ari Berman, 16th February 2012. The .0000063% Election.
http://www.tomdispatch.com/archive/175504/
17. As above.
18. “a simple statistic from the 2010 races: of fifty-three competitive
House districts where Rove and his compatriots backed Republicans with
â€sindependentâ€t expenditures that easily exceeded similar expenditures made
on behalf of Democrats—often by more than $1 million per district,
according to Public Citizen—Republicans won fifty-one”. http://www.thenation.com/article/165733/after-citizens-united-attack-super-pacs
19. Matthew 6:21.