El verdadero escándalo del clima

George Monbiot, 18/01/2010

¿Está horrorizado por los correos electrónicos pirateados? Espera a ver a qué punto han llegado los de la otra parte.

Al examinar la estela del naufragio dejada por la crisis de los correos electrónicos, hay tres cosas que quedan claras. La primera, es la tendencia a minimizar su importancia por parte de aquellos que afirman ser los defensores de la ciencia del clima. Los que tienen más que perder si la ciencia está equivocada, perversamente han tratado de justificar los valores de de secretismo y compadreo que revelan algunos de los correos electrónicos. Si la ciencia no es transparente y responsable, no es ciencia.

Creo que todos los datos, códigos y programas en los que se basa un artículo deberían quedar disponibles en cuanto este sale a la luz en una publicación con peer-review. Que es un error que haya de interponerse una demanda de libertad de información para obtenerlos. Que el que esa demanda pudiera ser rechazada es peor. Que es injustificable que un científico sugiera la eliminación del material que podría ser cubierto por esa demanda. Todo el que valore el proceso científico debería demandar una transparencia completa en todas las ramas de la ciencia.

La segunda observación es la tendencia a maximizar su importancia por parte de aquellos a los que la ciencia no les importa nada. El sector negacionista, que no está interesado en el establecimiento de la verdad con respecto al calentamiento global, insiste en que esos correos electrónicos (que conciernen a tres o cuatro científicos, y solo a una o dos líneas de prueba) destruyen todo el canon de la ciencia del clima.

Incluso aunque se excluyeran todas las líneas de prueba que pudieran ser discutidas –los datos indirectos, los modelos informáticos, la ciencia compleja de las nubes y las corrientes oceánicas-, las pruebas del calentamiento global causado por el hombre seguirían siendo inequívocas. Lo puede ver en los registros de temperaturas medidas, que comienzan en 1850, en la reducción de los glaciares y el adelgazamiento de las capas de hielo marinas; en las respuestas de las plantas y los animales en libertad, y en el rápido cambio de las zonas de cultivo.

Ninguna otra explicación de estos cambios tiene sentido. Los ciclos solares llevan desincronizados con los registros de temperatura desde hace 40 años (1). El ciclo Milankovic, que describe las variaciones en la órbita terrestre, tampoco los explican. Pero la tendencia al calentamiento está estrechamente relacionada con la acumulación en la atmósfera de los gases de efecto invernadero. El impacto de estos gases es demostrable en el laboratorio. Para afirmar que no producen el mismo efecto en la atmósfera, sería necesaria una teoría nueva y radical, pero esa teoría no existe. La ciencia no está fijada, ninguna ciencia lo está, pero es tan firme como cabe serlo. La evidencia del calentamiento global causado por el hombre sigue siendo tan fuerte como la que vincula el tabaco con el cáncer de pulmón, o el VIH con el SIDA.

La tercera observación es el contraste entre el escándalo global que han provocado estos correos electrónicos y la respuesta muda a 20 años de revelaciones acerca de la propaganda infiltrada por las compañías de combustibles fósiles. En mi sitio web he colocado cuatro casos prácticos, cada uno de los cuales proporciona un ejemplo sorprendente de cómo funciona la industria negacionista (2).

Dos de ellos están extraídos de Climate Cover-Up, el fascinante, divertido y muy bien escrito nuevo libro de James Hoggan y Richard Littlemore(3). Si todo lo que alegan no se pudiera rastrear hasta los documentos filtrados (he comprobado todas las fuentes), sus descubrimientos resultarían increíbles. Nada de lo que ha sacado a la luz el pirateo del servidor de la Climatic Research Unit es la décima parte de malo que la menor de estas revelaciones.

Cuando uso el término sector de la negación me refiero a los que son pagados por decir que no se está produciendo el calentamiento global causado por el hombre. La gran mayoría de personas que creen que eso no se paga han sido engañadas. Leyendo Climate Cover-Up, encuentras frases y conceptos familiares que puedes ver todos los días en los comentarios de los foros. El libro demuestra que esas repeticiones fueron propuestas por compañías de Relaciones Públicas y por expertos contratados.

El primer caso práctico que he publicado revela cómo una coalición de empresas estadounidenses del carbón trató de convencer a la gente de que la ciencia es insegura. Enumeraba los dos grupos sociales a los que trataba de llegar: “Objetivo 1: Hombres de edad con escasa educación formal”; “Objetivo 2: Mujeres más jóvenes de ingresos inferiores”, así como los métodos para llegar a ellos. Uno de sus descubrimientos fue que “la gente se siente más cómoda al expresar opiniones sobre las tácticas y motivaciones de los demás que al expresar opiniones sobre cuestiones científicas”(4).

Recuerde esto: la próxima vez que escuche que los científicos del clima solo se dedican a eso por dinero o que los medioambientalistas intentan crear un gobierno mundial comunista, sepa que estas ideas fueron creadas y transmitidas por compañías del sector de la energía. Las personas que me dicen, aparentemente sin ironía, “su artículo es un ataque ad hominem y usted es un saco comunista de mierda con cuatro ojos y enorme nariz”, o bien “sus alarmismos destruirán la economía mundial y nos devolverán a la Edad de Piedra” son los nuevos reclutas involuntarios de campañas de las que nunca han oído hablar.

El segundo caso práctico revela que el Dr. Patrick Michaels, uno del pequeño grupo de negacionistas del cambio climático que están cualificados en la ciencia del clima, ha sido espléndidamente pagado por compañías que tratan de proteger los beneficios que obtienen del uso del carbón (5). Por lo que he podido descubrir, ninguno de los medios en los que es comentarista, incluido The Guardian, ha revelado esos intereses económicos en el momento de su aparición. El Dr. Michaels es una de las muchas personas que comentan el cambio climático que se presentan como expertos independientes, cuando en secreto las compañías de combustibles fósiles les pagan sus servicios.

El tercer ejemplo muestra que una lista publicada por el Heartland Institute (que ha sido patrocinado por Exxon) de 500 científicos “cuya investigación contradice el miedo a un calentamiento global causado por el hombre”(6) resultó no tener nada que ver con lo que decía: en cuanto estos científicos descubrieron lo que el Instituto decía de ellos, demandaron coléricos que se quitara su nombre. Veinte meses después, siguen estando en la lista. El cuarto ejemplo muestra que, durante la presidencia de Bush, funcionarios de la Casa Blanca colaboraron con compañías petrolíferas para quitar a los reguladores que no les gustaban, además de falsificar documentos oficiales sobre el cambio climático.

En Climate Cover-Up, en los libros de Ross Gelbspan The Heat is On y Boiling Point; en mi libro Heat y en los sitios web DeSmogBlog.com y exxonsecrets.org, encontrará docenas de ejemplos de estos. Juntos, dejan al descubierto una campaña sistemática y bien dotada de fondos para engañar al público. A juzgar por los comentarios que puede leer en el sitio web de este artículo, ha funcionado.

Pero las personas que están detrás de estas campañas saben que sus afirmaciones no son ciertas. Una de las más grandes fue conducida por la Global Climate Coalition, que representa a ExxonMobil, Shell, BP, el American Petroleum Institute y varios importantes fabricantes del sector del motor. En 1995, los propios científicos de la coalición informaron que “la base científica del Efecto de los gases invernaderos y el potencial impacto de las emisiones humanas de gases de efecto invernadero, como el CO2, sobre el clima, está bien establecida y no se puede negar”(7). La coalición ocultó esto al público y gastó millones de dólares en tratar de persuadir a la gente de que lo cierto era lo contrario.

Estas personas no se han engañado a sí mismas, pero podrían haberle engañado a usted. Los que afirman que los científicos del clima son mentirosos y los medioambientalistas son títeres, ¿lo han pensado por sí mismos?

Traducido por Víctor García para Globalízate

Artículo original:

http://www.monbiot.com/archives/2009/12/07/the-real-climate-scandal/

Referencias:

1. Ver, por ejemplo, este gráfico

: http://icecap.us/images/uploads/SolarCycleLengthandGlobalTemperatureAnomalies1.pdf

2. http://www.monbiot.com/archives/2009/12/07/case-studies/

3. James Hoggan y Richard Littlemore, 2009. Climate Cover-Up. Greystone Books, Vancouver.

4. http://www.aip.org/history/powerpoints/GlobalWarming_Oreskes.ppt

5. http://www.desmogblog.com/files/IREA-memo.pdf

6. http://www.heartland.org/custom/semod_policybot/pdf/21977.pdf

7. http://www.nytimes.com/2009/04/24/science/earth/24deny.html

Ver todos artículos por George Monbiot