Sobre la desaparición de la abeja y otras amenazas que nos acechan

Fernando Sanz Frutos para Globalízate, 16/06/2014

Ante afirmaciones como esta, atribuida a Albert Einstein, y las últimas noticias centradas en la merma de poblaciones apícolas (1), las personas de buena fe dirigen sus esfuerzos y preocupaciones hacia campañas para salvar a las abejas o para salvar al planeta (2). Somos así de "buenos", y nos creemos "tan importantes". Sin embargo no nos planteamos hacer lo más fácil: salvarnos a nosotros mismos. Con eso, salvándonos de nuestros egoísmos, salvaríamos a las abejas y al planeta.


Soy un apicultor aficionado en un municipio del centro de España, llevo "jugando" con las colonias de abejas, las colmenas, treinta años. En el transcurso de este tiempo he constatado que las colmenas se rigen por principios recíprocos de generosidad con el medio natural y conmigo, siempre que yo respete sus códigos ancestrales.


Cuando he visto alterados esos códigos ha sido cuando se han roto equilibrios que rigen en la naturaleza. La aparición de la varroa (Varroa destructor) (3) en estos lugares de Europa fue uno de ellos, quizás el más importantes en las últimas décadas.  La varroa es un ácaro adaptado que parasita abejas de otras latitudes, con otra morfología (tamaño más grande). Como el pensamiento ambicioso abarca todos los ámbitos, alguien pensó que estas abejas de tamaño mayor que la europea producirían mayores beneficios materiales, y las incorporó a nuestro hábitat. Con ellas prendidas del abdomen, trajeron a la varroa que no tuvo barrera natural para desarrollarse en un medio inadaptado como lo son las abejas europeas, la Apis mellifera común.


Vimos como morían nuestras colonias de abejas, y esto supuso un nuevo concepto en la apicultura de intrusión. Intrusión en una apicultura tradicional, no industrializada, que había sido debilitada por errores humanos que a su vez han servido de fuente de ingresos para la industria química que ha patentado medicamentos para paliar los efectos de la varroasis (4).


Evidentemente surgen alternativas naturales a los tratamientos químicos fruto de investigaciones y de aplicar el sentido común. Pero la apicultura, que no las abejas, se ve inmersa en un conflicto de intereses con otros estamentos económicos: plaguicidas y herbicidas en los que se sostiene la producción intensiva de alimentos (5).


Dentro de la apicultura industrial hay diferentes rangos, los hay con intereses minúsculos, como puede ser mi caso, y los hay con grandes intereses. Las empresas que se dedican a polinizar extensiones de cultivos de almendras en California, por ejemplo (6, 7, 8). Por ese abanico pasan pequeños apicultores que respetan en lo posible la actividad natural de una colmena y su potencial ecológico y grandes empresas que se dedican a la explotación y comercialización de los productos de la colmena. La biodiversidad del planeta está en peligro, y las colonias de abejas no son ajenas a este hecho, por la lucha de estos intereses a los que se suman el desarrollismo humano con acaparación de espacios naturales y su alteración, contaminación, etc (1). Por esos intereses y por la acumulación de factores devenidos del intento de sometimiento del planeta a la especie humana. Entre ellos, y creo que el más importante, el cambio climático y la velocidad con la que se está manifestando (8).


Como dije antes, llevo observando el comportamiento de las colmenas durante más de treinta años, me han enseñado a equivocarme y a ser indulgente con mis aspiraciones frustradas esperando cosechas de miel como manas que cayeran del cielo, he ido conformándome con lo que me daban y he visto a través de ellas como han ido cambiando el valor de las estaciones, el campo agostado en mayo, los vaivenes de las lluvias y el viento, la poca estabilidad de las temperaturas. Todo esto, que se ha constatado como consecuencia de las actividades humanas en el "Dorado" de la quema de combustibles fósiles (9), a quien realmente tiene que preocupar es al ser humano. Para que seamos más solidarios y menos egoístas, para que colaboremos más y compitamos menos, para que la prosperidad de unos pocos no sea la muerte o el aniquilamiento, la enfermedad o la locura de la mayoría.


Pierdan cuidado, tranquilizo a los que están desazonados por las noticas del principio, las abejas y el planeta se salvaran con nosotros mejor, pero también sin nosotros.


1.
http://www.hsph.harvard.edu/news/press-releases/colony-collapse-disorder-pesticide/
2. http://www.greenpeace.org/espana/es/Trabajamos-en/Transgenicos/Abejas/
3. http://es.wikipedia.org/wiki/Varroa
4. http://www.apinetla.com.ar/ar/sanidad/varroa.htm
5. http://tierrapost.net/abejas-en-ee-uu-estan-peor-que-sus-primas-en-kenia/
6. http://www.plosone.org/article/info%3Adoi%2F10.1371%2Fjournal.pone.0059084
7. http://www.desdelapiquera.com/2012/04/video-abejas-en-crisis.html
8. http://www.globalizate.org/getArticle?authors=NASA+GISS&date=2014-02-01&title=Los+datos+de+2013+permiten+a+la+NASA+afianzar+la+tendencia+de+calentamiento+global+
9. http://www.globalizate.org/getArticle?authors=IPCC&date=2013-12-08&title=Titulares+destacados+para+responsables+de+politicas+en+el+ultimo+informe+del+IPCC

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