El estado de la democracia

Félix Nieto para Globalízate, 20/06/2007

Otras elecciones, otro circo acaba de terminar, todos los partidos políticos de alguna manera u otra han salido victoriosos de los comicios. 37 millones de electores, 17 millones ni se han tomado la molestia en acudir a las urnas. Y no se les puede criticar, nuestro sistema político, apoyado por los medios de comunicación, se dirige hacia el bipartidismo, hacia el pensamiento único, no importa a quien votes, el resultado va a ser prácticamente el mismo. Ambos abrazan el libre mercado, quieren más competitividad y mayor crecimiento económico, los pilares del pensamiento neoliberal.

Si queremos seguir manteniendo o incluso aumentado nuestro nivel de vida debemos ser cada vez mas competitivos, trabajar más y más barato que nuestros vecinos, esto implica una mayor flexibilidad laboral (hacer lo que la empresa quiera) sino ya sabemos lo que ocurrirá: la temida deslocalización (las empresas se van donde paguen menos impuestos, donde tengan unos gastos salariales menores y una mayor desregularización laboral), pero claro sólo protestamos cuando nos afecta directamente, de lo contrario seguimos con nuestro sonambulismo, no importa que por ejemplo, el precio de la vivienda sea inalcanzable para una gran parte de la sociedad, siempre tendremos a los bancos para ayudarnos.

Pero eso si, vivimos en una democracia, aunque sea representativa y no represente, tengamos en cuenta que un partido que sale vencedor en unas elecciones, lo hace con el respaldo de cómo máximo el 25% de la población. Aun así nos permitimos criticar a otros países, acusándoles de ser regimenes dictatoriales y de atentar contra la libertad de información, ¿acaso nosotros tenemos libertad de información? ¿No vemos las mismas noticias en todos telediarios y en la prensa escrita?, eso si, puede que el tratamiento de la noticia sea algo diferente, pero lo fundamental es que ellos deciden las noticias que nos interesan.

Y así seguimos año tras año y elección tras elección, votando a unos u otros para que todo siga igual, para que nada cambie, para que nos podamos comprar un coche, irnos de vacaciones cada vez más lejos y seguir contaminando. Pero quizás todo vaya a cambiar muy pronto, quizás algo nuevo, algo que no tenga que ver con nada de lo que conocemos pueda emerger fuera de los partidos políticos.

Muchos pensamos que las cosas no tienen porque ser así, y que entre todos podemos ser capaces de construir una sociedad mas justa, una sociedad basada en la cooperación internacional y en la solidaridad entre todos los pueblos de la tierra y no en este sistema basado en lo individual, la competitividad, la avaricia y la destrucción del medio ambiente.

Nos hayamos en una encrucijada y tenemos dos caminos, seguir por el que vamos, el cómodo, el que no nos obliga a tomar decisiones, solo a seguir la inercia, recto y cuesta abajo. O podemos elegir el otro camino que nos obliga a frenar y a reflexionar para que nos podamos detener antes de pasarnos la intersección, un camino de decisiones drásticas sobre el modelo de vida que queremos, sobre cuales son los valores más importantes.

Quizás dentro de unos pocos años ya no importará, quizás entonces sepamos que el destino de la raza humana, sea la extinción. O quizás ya este decidido y estemos ya condenados, aunque quiero pensar que no es así, que los seres humanos somos inteligentes y que nos rebelaremos y le diremos a nuestros “gobernantes” (lo pongo entre comillas porque los gobiernos cada vez tienen menos poder de decisión, se lo han cedido a las multinacionales, y lo más grave es que se lo han cedido con nuestro consentimiento) que dejen de hablar y tomen las medidas necesarias para evitar que el cambio climático se nos vaya de las manos, porque si esto ocurre de nada servirán el resto de reivindicaciones, ya que el planeta no será habitable.

Así que sigamos votando, ejerzamos nuestro derecho democrático tan sólo una vez cada cuatro años y así nos aseguraremos de que nada cambie… al menos por ahora.

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