Las ciudades europeas enfrentan inundaciones y eventos meteorológicos significativos
Cordis, 23/10/2016, cordis.europa.euLa frecuencia y severidad de los últimos eventos meteorológicos extremos en Europa han enviado una señal fuerte y alarmante, que urge a las autoridades locales y a los científicos a actuar. Parte de la solución para contener los efectos devastadores de las inundaciones en las comunidades humanas podrían ser las previsiones climáticas a largo plazo, respaldadas por los informes sobre la vulnerabilidad de pueblos y ciudades.
Como centros de innovación y crecimiento, las ciudades europeas son el hogar de alrededor del 75% de la población del continente y usan cerca del 80% de la energía que producen.
"A causa de la concentración de gente y los centros económicos, los pueblos y las ciudades son extremadamente vulnerables a los impactos del cambio climático, incluyendo daños en la salud, infraestructuras y calidad de vida y los pobres de las ciudades el segmento más afectado de la sociedad. " Según comenta Alessandra Sgobby, funcionaria de la Unidad de Adaptación de la Dirección General por la Acción Climática (DG Clima).
Durante las pasadas tres décadas, Europa ha visto un incremento del 60% en eventos meteorológicos extremos. Uno de los ejemplos más destacados es Venecia: Hubo 125 eventos en 2014 comparado con solo 35 en 1983 y 44 4n 1993, 7 fueron extremos en 2014, comparado a 1 en 1983.
Además, en 2014 las inundaciones y las tormentas invernales causaron unos estimados 20 mil millones de euros a la economía solo en el Reino Unido, mientas que el daño por inundaciones en Génova sumo 100 millones de euros.
"La acción humana es a menudo culpable cuando las ciudades son vulnerable a estos fenómenos, por ejemplo, por mala planificación o el diseño de edificios en zonas de riesgo", añade Sgobbi.
Los expertos estiman, que si no se toman acciones ahora, los costes económicos a las ciudades europeas sobrepasaran los 190 mil millones de euros para 2070.
En Francia, 23 áreas urbanas tienen sobre 100.000 habitantes situados en zonas inundables. "Las ciudades representan las mejores defensas, pero cada comunidad tiene sus medios específicos de manejar el riesgo y algunas están mejor preparadas que otras", dice Yann Eglin, Ingeniero del manejo del riesto del Instituto de Investigación Nacional de Ciencia y Tecnología para el Medio Ambiente y la Agricultuar (IRSTEA) en Francia.
París ha sido uno de las ciudades francesas que ha sufrido daños considerables después de las fuertes lluvias al principio del mes de junio de 2016. Los tendidos eléctricos, los bajos del Museo del Louvre, parte del metro y los trenes fueron afectados.
"En cualquier momento que hay inundaciones, los equipos de rescate necesitan saber todos los lugares donde el agua podría entrar en el sistema de suburbano, para que puedan usar instrumentas para proteger las entradas a las estaciones, las ventilaciones y cualquier otro conductos que permita que entre el agua", dice Charles Perrin, hidrólogo de IRSTEA.
Los científicos insisten en la necesidad de planificación y preparación para evitar las pérdidas de tiempo cuando alerta por inundación se activa. "Una crisis bien anticipada puede a menudo significar que muchas vidas y propiedades son salvadas. Prepararse para volver a la normalidad es igualmente importante. Esto es lo que hace a una ciudad resistente" dice Eglin.
La comunidad científica está intentando conseguir el mecanismo necesario para protegernos contra las condiciones de tiempo severo. En este contexto, los investigadores y expertos están trabajando en un proyecto llamado RAIN, centrado en desarrollar una serie de herramientas de mitigación para incrementar la seguridad de las redes de infraestructuras panaeuropeas tales como el transporte, energía y los sistemas de telecomunicaciones. Las inundaciones de Helsinki en 2005 son de los casos en estudio.
"Un paso importantes es poder llevar a cabo informes sobre el riesgo a largo plazo, análisis de escenarios y previsión. Esto ayudará a planificar e implementar procesos y permitirnos desarrollar un dibujo completo del actual y futuro cambio climático mientras manejamos la incertidumbre asociada,", afirma Beatriz Yordi, directora de la Unidad de Adaptación en el DG Climate Action.
En el nivel de prevención, los científicos tienen que asegurar que las herramientas de predicción están adaptadas a los cambios potenciales en los ríos y mares. En cuanto a la mitigación, los responsables políticos necesitan determinar como el clima interactúa con los factores socio-económicos, incluyendo los cambios en la la urbanización y la demografía.