Metamorfosis: una declaración del Camp for Climate Action

Climate Camp, 06/03/2011

Casi el colapso del sistema financiero; sequías en la zona amazónica; inundaciones en Pakistán; un Gobierno nuevo en el Reino Unido; un violento programa de recortes sin precedentes; los precios de los alimentos suben y los ingresos reales se erosionan; revoluciones en Oriente Medio… Esta situación ha cambiado mucho desde 2005, cuando el Camp for Climate Action se reunió por primera vez para provocar una acción radical contra la mayor amenaza a la humanidad: el cambio climático.

En 2011 la ciencia del clima está más fortalecida que nunca –y la necesidad de acción por el cambio climático nunca ha sido mayor– pero el paisaje político es radicalmente diferente. Como movimiento, para ser relevantes, necesitamos movernos con los tiempos. Por tanto, el Camp for Climate Action ha decidido por consenso, y tras muchas discusiones y reflexiones, cambiar. Por ello:

1. No organizaremos un Climate Camp nacional en 2011.

2. No organizaremos en 2011 reuniones nacionales, como el ‘Climate Camp’ o el Camp for Climate Action.

El objetivo de este cierre es permitir que nuevas tácticas, métodos de organización y procesos emerjan en estos tiempos de cambio vertiginoso. Con las habilidades, redes y confianza que hemos construido, lanzaremos nuevos experimentos radicales para abordar las crisis entrelazadas de lo ecológico, lo social y lo económico a las que nos enfrentamos. Para ello:

3. Hemos creado grupos de trabajo provisionales para gestionar la transición.

4. Habrá una reunión importante en un futuro próximo.

Una explicación

En 2006, 600 personas acamparon a la sombra de la central Drax, en West Yorkshire, la más grande del Reino Unido como fuente única de dióxido de carbono, durante diez días de aprendizaje y vida sostenible que culminaron en un día de acción de masas contra la central. Nuestro objetivo era iniciar un movimiento social que abordara el cambio climático. Este experimento –su organización y forma– resultó ajustado a ese tiempo y fue un éxito. En lugar de un campamento único, seguimos con proyectos de infraestructura planeados que mostraban la naturaleza suicida del “desarrollo económico”. En 2007, tomamos la decisión osada y difícil de unirnos a la campaña contra la expansión del Heathrow Airport, que culminó con 2.000 personas acampadas en el lugar propuesto para una tercera pista. En 2008, nos opusimos a la construcción de una central de carbón en Kinsgnorth, Kent, la primera en el Reino Unido en 20 años. A pesar de la infiltración, la represión y la violencia de la policía, más los ataques frecuentes de los medios de comunicación, estos campamentos, en alianza con otras campañas, ganaron. No parece que se vaya a construir.

Conforme la crisis financiera se desplegaba, llegamos directamente a la causa raíz de la expansión del aeropuerto y las centrales de carbón: nuestro sistema económico. Tuvimos un 2009 febril. Cuando Londres albergó al G20 en abril, el European Climate Exchange (sede del intercambio de bonos de emisión de carbono en la UE) tuvo que cerrar sus puertas cuando 4.000 personas establecieron un campamento en Bishopsgate, en el centro financiero de Londres. Ese mismo año, más tarde, organizamos un campamento en Blackheath frente a la City londinense, al que asistieron más de 5.000 personas. No hubo acciones de masas en el campamento –lo dividimos para que fuera más eficaz– por lo que en octubre, 1.000 personas fueron a cerrar la central de Ratcliffe-on-Soar, en Nottinghamshire, un importante emisor de carbono propiedad de E.ON, el gigante de la energía que está tras los planes de Kingsnort. En diciembre, muchos viajaron en transportes del Climate Camp a Copenhague, como parte de nuestra afiliación a la red internacional de acción directa, Climate Justice Action, para oponerse a las sesgadas negociaciones de la ONU conocidas como COP 15. A pesar de muchos éxitos, quedó clara en nuestras redes la debilidad de nuestros procesos y estructuras organizativas.

Se ha producido un avance espectacular en la acción relacionada con el clima, al entender las causas que son la raíz de la crisis y desarrollar soluciones verdaderamente sostenibles y socialmente justas. Pero muchas personas preocupadas utilizando la misma táctica –campamentos de ocupación masivos en los lugares antagonistas– serían ineficaces. Sin embargo, estos campamentos fueron una experiencia que inspiró a un gran número de personas. Por ello, acampamos de nuevo, tomando como objetivo a RBS, ahora propiedad del ‘Oil and Gas Bank’. Por primera vez ocupamos realmente la tierra de nuestro objetivo –la sede central de RBS, cerca de Edimburgo– obteniendo un éxito masivo. Pero la decisión, el objetivo y la forma de acción fueron calurosamente debatidas dentro del movimiento.

En consecuencia, seguimos un proceso de profunda reflexión y en noviembre, en nuestra reunión nacional celebrada en Manchester, se decidió que necesitábamos más tiempo para pensar el futuro del Climate Camp y crear sus estrategias. Sostuvimos por tanto un evento tipo “retiro” de una semana en Monkton Wyld, en Dorset, para saber lo que hacer. Como corresponde, la reunión de Manchester dio al evento el nombre de ‘Espacio para el Cambio’.

Durante seis días, unas 70 personas compartieron sus experiencias y su reflexión crítica. Suponíamos que esas discusiones no iban a ser fáciles. Hablamos acerca de las limitaciones de un modelo organizativo creado para planificar un campamento al año, dado que ahora tenemos la voluntad y la capacidad de hacer mucho más. Debatimos las limitaciones de este modelo, pensado cuando éramos muchos menos. Discutimos acerca de cómo otros movimientos y grupos habían respondido en el pasado a unas circunstancias cambiantes, para aprender de esas experiencias. No es este el lugar para repetir las discusiones: en nuestro sitio web se pondrán extensos resúmenes. Pero merece la pena repetir la premisa: ¿cuál es el mejor modo de canalizar la energía, el dinamismo y el compromiso para combatir las causas raíz del cambio climático en los niveles local, nacional e internacional? ¿Cuál es el mejor modo de crear un movimiento de justicia social ante el clima que sea relevante, vibrante y tenga éxito en los próximos años? ¿Qué estructuras organizativas, coherentes con nuestro deseo de hacer frente a la jerarquía, nos conducirán a un nuevo nivel de participación y acción?

La decisión de no organizar un campamento, de no organizarlo como Climate Camp o el Camp for Climate Action, les resultará sorprendente a algunos, y puede provocar muchas preguntas. Esperamos que estas decisiones creen un espacio y un tiempo para que las cuestiones evolucionen a nuevas formas de organización y acción que inspiren y sean eficaces. Esto no significa una retirada de la acción organizada a gran escala sobre el cambio climático, más bien es una liberación de nuestra energía para organizarnos con mucha mayor eficacia durante el año. Con respecto a los grupos locales que usan el nombre Climate Camp, estas decisiones no pretenden estar dirigidas a ellos, pues siempre han sido autónomos.

Internacionalmente, nos ha inspirado asombrosamente que esos campamentos del clima se hayan producido desde Ghana hasta EE. UU., desde Francia hasta Australia. Donde haya personas dispuestas, les pedimos que usen las tácticas y herramientas organizativas que han sido popularizadas o desarrolladas por Climate Camp si les resultan útiles o relevantes: nunca fueron de nuestra propiedad.

¿Y ahora qué?

Para asegurarnos de no perder lo que hemos aprendido con los años, ni la capacidad, ni las relaciones, ni las redes y habilidades, hemos creado grupos de trabajo provisionales que nos ayuden en esta transición:

1. Un grupo para maximizar la utilidad de nuestros recursos materiales.
2. Un grupo que se siga ocupando de las comunicaciones, que aprenda de nuestras experiencias en los últimos años y las documente.
3. Un grupo que investigue nuevas formas organizativas, estructuras y tácticas para los posibles experimentos siguientes.
4. Un grupo que organice una reunión para compartir ideas acerca de los siguientes experimentos.

El boletín siguiente os informará a todos sobre el modo de implicaros en ellos, con toda la información publicada ya en el sitio web. También se informará en breve de los detalles de la reunión. Independientemente, el equipo legal de Climate Camp continuará las acciones legales contra la policía.

Nada dura para siempre. Los movimientos han de moverse. Eso no significa que no lo lamentemos: muchos de nosotros hemos dado el alma y el corazón a Climate Camp. Pero no podemos demandar que la sociedad cambie radicalmente y nosotros no hacerlo. Como sabe todo el que ha intentado algo con osadía, no se puede tener miedo y no hay garantía de éxito. Pero eso no nos detuvo antes del Climate Camp, no detuvo a los estudiantes en Millbank, ni a la gente del Medio Este. Y no nos detendrá a nosotros ahora.

Cierto, Climate Camp deja un espacio. A nosotros nos corresponde llenarlo. Es una oportunidad única para trabajar juntos con otros, para crear un movimiento más fuerte, dinámico y coordinado contra el cambio climático y sus causas raíz. Ahora hay una oportunidad de formar equipo con los movimientos contra los recortes y la austeridad, y de jugar un papel crucial en los tiempos revolucionarios que tenemos por delante. Todo está condenado al fracaso salvo las acciones coordinadas.

Nos vemos en las calles.

Camp for Climate Action. Monkton Wyld, Dorset. 27 de febrero de 2011.

“Cuando llegan las tormentas, algunos construyen muros, algunos son arrastrados por el viento, otros construyen molinos de viento”. Lao Tzu

Traducido para Globalízate por Víctor García

Artículo original:

http://climatecamp.org.uk/2011-statement

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