Bruselas desaconseja financiar el PHN

Carlos Villanova, 09/03/2004,
El Heraldo

Conllevaría unas pérdidas de más de 3.107 millones de euros, pero la Comisión cree que serían superiores. Otro informe de Bruselas desaconseja financiarlo y detecta contratos al margen de la normativa europea

El propio Gobierno de España afirma que construir el trasvase del Ebro y llevarlo a cabo en los próximos 50 años supondría unas pérdidas financieras de más 3.107 millones de euros. Así lo hace constar en la documentación técnica que ha remitido a la Comisión Europea, sobre la que se han realizado los diversos informes que estos días están viendo la luz.

Pero si la cifra ya resulta espectacularmente abultada, las conclusiones de los informes de las direcciones generales europeas de Medio Ambiente y Política Regional estiman que, en realidad, puede ser mucho mayor. En ambos documentos, los técnicos de la UE señalan importantes errores y omisiones a la hora de calcular la relación coste-beneficio de la transferencia de caudales, lo que se traduce en ingresos sobrevalorados y costes infraestimados.

Así, se destaca que una de las tasas económicas aplicadas al análisis, la de descuento financiero, es del 4,25%, cuando lo habitual es que sea del 6%, lo que haría disminuir los beneficios. Igualmente, se resalta que los costes de inversión y renovación de la infraestructura se han subestimado. En este caso, se pone como ejemplo que al trasvase se le calcula una vida útil global de 50 años, cuando para las canalizaciones es sólo de 20 ó 30 años, lo que aumenta notablemente los costes de reposición. Los técnicos europeos también resaltan que en la documentación entregada por el Ejecutivo español no se aprecian cálculos de costes para cuestiones tan esenciales como la potabilización del agua o el esfuerzo energético de bombear el recurso hasta sus destinos.

En el otro lado de la balanza, entienden que los estudios del Ministerio de Medio Ambiente sobrevaloran los ingresos que se obtendrían con el trasvase. En concreto, remarcan que excluyen la posibilidad de que la obra sufra las habituales demoras en la ejecución de infraestructuras y que no analizan que pasaría si el precio final del agua es más caro de lo previsto y la demanda, por lo tanto, disminuye.

Preguntas incisivas

Dejando al margen ese tipo de errores, los técnicos de la Comisión Europea, ante el reconocimiento por parte del Ejecutivo español de un abultado déficit financiero, llegan a preguntarse en sus informes cómo una inversión pública con semejante rentabilidad negativa puede contribuir al desarrollo económico de un país.

Porque el Gobierno central, partiendo de las pérdidas financieras, calcula que el trasvase tendrá, sin embargo, un beneficio económico de 3.589 millones de euros al repercutir globalmente en la economía (cifra también cuestionada por los técnicos europeos).

Para llegar a esos beneficios, sólo cabe una posibilidad: que todos los españoles costeen la obra y el déficit del trasvase para que deje sus ingresos únicamente en una parte del Estado.

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