El arte como herramienta para cambiar el mundo

Blanca Castañeda, 29/11/2009

Blanca Castañaeda

O al menos parece que así lo entiende José Luis Gutiérrez Muñoz (Madrid, 1963), profesor Titular y Director del Departamento de Escultura de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid.

Como Director del Grupo de Investigación "Arte al servicio de la sociedad" viene desarrollando desde hace seis años diversos proyectos de cooperación al desarrollo en orfanatos de India, Nepal y Ecuador.

Como si de un caleidoscopio se tratara, al mirar hacia su trabajo nos encontramos con una variada y colorida imagen a diferentes niveles, siempre dependiendo de dónde fijemos la atención en cada momento.

Un grupo de estudiantes de Bellas Artes de la UCM viaja con él a tres lugares de la Tierra desfavorecidos económica y educativamente hablando. India, Ecuador y Nepal son los tres enclaves donde, durante un mes, los miembros del proyecto (estudiantes entre otros) conviven y trabajan desde las artes plásticas con niños y niñas que han sido abandonados por sus familiares por diversos motivos.

Pero si la vida de los estudiantes se ve alterada por el conocimiento de una realidad tan diferente, la de los niños y niñas con los que se trabajan no es menos. Básicamente y de manera especial en Bal Mandir (el orfanato más grande de Katmandu, Nepal) la presencia del equipo que José Luis Gutiérrez dirige, ofrece a los 200 habitantes del lugar un mes de juegos, bailes, artes plásticas y transformación de su espacio vital.

Los pequeños son invitados a soñar y a imaginar escenas sobre folios en blanco que poco a poco se van llenando. Con la ayuda de los adultos, esas creaciones se van trasladando a las paredes de su orfanato que poco antes estaban llenas de suciedad y humedad. La idea principal es "demostrarles" que el mundo puede mejorar y que ellos son actores fundamentales en dicho cambio.

Pero si giramos un poco más nuestro ángulo de visión y regresamos a nuestro país, observamos que cuando los niños españoles conocen la situación de los huérfanos de Bal Mandir, les coloca en un lugar de reflexión interesante y necesario, por lo que sus vidas también se ven alteradas. De dicha situación surgió en un instituto de Secundaria de Cantabria (IES Valle del Saja de Cabezón de la Sal) la inquietud de colaborar en la transformación del mundo. Por ello, desde hace tres años realizan actividades a lo largo del curso escolar para sufragar los estudios de Sudip Magar, un niño nepalés de 13 años de edad.

Y la onda sigue creciendo porque ahora son los padres de dichos alumnos, que apoyando la acción solidaria de sus hijos, han decidido realizar un calendario para recaudar fondos que permitan becar al mayor número posible de niños.

Y esto parece no tener fin...

Si alguien quiere conocer con más detalle este proyecto y a sus protagonistas puede visitar el blog http://www.gentedigital.es/blogs/sonrisas

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