Imaginad si Exxon hubiera dicho la verdad sobre el cambio climático

Bill McKibben, 30/10/2015,
www.theguardian.com

Como todos los escándalos, las revelaciones #Exxoknew ha empezado a provocar nuevos dramas y líneas de investigación. Los candidatos presidenciales han empezado a pedir respuestas al Departamento de Justicia y los portavoces de la compañía han empezado a cavarse su tumba al intentar excusar lo inexcusable.

La peor idea. Atacar a periodistas que ganaron el premio Pullitzer como activistas anti gas y petróleo.

La última entrega expuesta desde aquellos radicales sin esperanza en Los Angeles Times muestra que Exxon tomó una decisión consciente adoptando lo que el portavoz de asunto públicos de la compañía llamó "la posición de Exxon". Fue simple: "Enfaticemos la incertidumbre." Incluso sabiendo que no había ninguna.

Alguien tendrá que decidir si este engaño fue técnicamente ilegal. Quizás el rico y el poderoso han estado diseñando las leyes durante tanto tiempo que Exxon se librará. Confieso que mi confianza en que caiga el peso de la ley a una de las compañías más ricas en la historia americana es pequeña.

Pero bastante lejos de estas cuestiones sobre el futuro, tomemos un momento y solo pensemos sobre el pasado. Sobre lo que podría haber ocurrido si, en agosto de 1988, la "posición de Exxon" hubiera sido "decir la verdad".

Esto fue unos meses después de que el científico de la NASA James Hansen hubiera dicho al Congreso que el planeta se estaba calentando y los humanos eran la causa; fue durante el verano más cálido registrado hasta ese momento, con el Mississipi tan bajo que las embarcaciones se quedaron sobre tierra y el calor tan infernal que el maíz se marchitó en los campos. Imaginad, entre todo esto, que los científicos de Exxon hubieran simplemente dicho: "Todo lo que dice Hansen es correcto: el planeta está en serios problemas."

Nadie habría, en ese momento, culpado a Exxon por causar el problema – en su lugar habría sido alabado por su franqueza. Podrían haber empezado la tarea de encontrar alternativa a los hidrocarburos y el mundo podría haber hecho lo mismo. Esto no habría sido un trabajo fácil: El mundo era muy dependiente del carbón, del gas y del petróleo. Pero se habría puesto al planeta un objetivo común y simple. Con Exxon la compañía más grande en la Tierra, heredera del barón del petróleo original con tentáculos en todo el mundo- testificando a favor de la ciencia, no habríamos perdido 25 años en discusiones absurdas.

De ninguna manera, por ejemplo, Tim De Christopher habría tenido que pasar dos años en la cárcel porque habría sido obvio para mediados de la década del año 2000 que los préstamos en gas y el petróleo que estaba bloqueando eran absurdos. Crystal Lamerman y Melina Laboucan-Massimo y Clayton Thomas-Muller no habrían tenido que perder su vida luchando contra las arenas bituminosas en Alberta porque nadie hubiera propuesto seriamente excavar el petróleo más sucio en el norte de América. Los estudiantes no habrían tenido – en este mismo momento- tener que ocupar edificios de la administración de Tasmania a Cambridge, porque las compañías petroleras habrían desinvertido donde no era necesario y se habrían transformado hace tiempo en compañías energéticas.

Mas urgentemente, el rápido desarrollo de las renovables podría bien haber evitado a la mitad de los niños de Delhi -2.5 millones - de enfermar con daños pulmonares irreversibles.

La rápida extensión de tecnología renovable y descentralizada podría haber evitado que los barones del petróleo y el gas, los hermanos Koch se convirtieran en los hombres más ricos de la Tierra y compraran la democracia de América, los océanos de la Tierra estarían menos ácidos - y somos después de todo, un planeta de océanos.

Algo del cambio climático era inevitable incluso en 1988 – esto es cerca del momento cuando estábamos pasando de lo que ahora parece el límite crítico de 350 partes por millón del CO2 atmosférico. Y con la mejor voluntad en el mundo habría llevado tiempo reducir esas trayectoria, no habría habido un rápido arreglo. Así que no podemos decir cuáles de las inundaciones, sequías y hambrunas podrían haber sido evitadas. Pero dado que hemos desperdiciado aquellas décadas críticas, estamos ahora comprometidos a un mayor calentamiento - cómo un científico tras otro ha mostrado recientemente, nuestra inercia nos ha llevado a un punto donde parar el calentamiento a incluso al desastrosos nivel de 2C es difícilmente manejable.

De todas las mentiras que los jefes de Exxon contaron sobre el cambio climático, ninguna ha llegado tan alto como la insistencia en 1997 de "que es muy improbable que la temperatura a la mitad del próximo siglo esté significativamente afectado si se aplican políticas ahora o en 20 años desde ahora."

Los científicos de Exxon sabían que estaban equivocados, y muchos otros también. Si pudieras cuestionar a todos los expertos a punto de llegar a Paris para las conversaciones sobre el clima de la ONU y les preguntaras que tecnología sería más útil para luchar contra el cambio climático, estoy bastante seguro que dirían: Una máquina del tiempo que nos llevara 20 años atrás y nos diera de nuevo estas décadas perdidas.

Y si piensas que esto es solo un pensamiento científico y medioambiental, realmente es sobre todo un tema de conciencia de casi todos. Aquí es como el editorial del Dallas Morning News – el periódico local del pueblo de Exxon, escribió: "con unos beneficios que proteger, Exxon dio a los que dudan del cambio climático un púlpito para presionar que no merecían y dio a los legisladores la cubierta política para retrasar acciones globales hasta mucho después de que el daño ambiental había alcanzado niveles severos. Estas es la verdad incómoda tal y como la vemos."

Estos años no fueron malos para Exxon, por supuesto. Año tras año en las dos últimas décadas han hecho más dinero que ninguna compañía en la historia del dinero. Pero gente pobre en todo el mundo ya ha estado pagando por estos beneficios, y cada generación que nos siga ahora pagará también a causa de la "posición de Exxon" que ha ayudado a llevarnos de un punto crítico a otro. Sus pecados con las emisiones, como muchas otras compañías e individuos, son malos. Pero su pecado de omisión es inexcusable.

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