África pone su mirada en mercado del carbono

Banco Mundial, 28/05/2010

- Países africanos esperan con optimismo que recuperación de los bosques produzca ingresos y beneficios para el medio ambiente.

- En Kenya, proyectos de reforestación ayudan a aumentar suministro de alimentos, a desarrollar destrezas, generar ingresos y favorecer la autonomía de la mujer.

- Proyectos africanos de reducción del carbono enfrentan aún el desafío de asegurar el financiamiento y desarrollar los conocimientos técnicos.

Los comerciantes de carbono se enfrentan a un futuro incierto y a precios más bajos mientras el nuevo acuerdo mundial sobre cambio climático sigue pendiente y se abre esta semana la muestra Carbon Expo 2010 en Colonia, Alemania.

Sin embargo, los países de África al sur del Sahara creen con optimismo que preservar y vigorizar sus bosques, entre otros esfuerzos a favor del clima, les redituará algún día ingresos y otros beneficios ambientales y de calidad de vida.

En las sierras al sur del monte Kenya, por ejemplo, un proyecto de plantado de árboles en pequeña escala operado por el Movimiento Cinturón Verde está ayudando a los habitantes del lugar a aumentar su provisión de alimentos, desarrollar destrezas y generar ingresos mientras reponen los bosques perdidos a lo largo del tiempo por la tala ilegal.

En el marco de un acuerdo de 2006 con el Fondo del Biocarbono del Banco Mundial, el proyecto pudo vender eventualmente unas 375.000 toneladas de reducción de emisiones de dióxido de carbono equivalente (CO2e) antes de 2017, con la posibilidad de vender unas 150.000 toneladas adicionales.

Sin embargo, esta cantidad no es grande en el mundo del financiamiento del carbono. La base de 375.000 toneladas de CO2e equivale aproximadamente a las emisiones de 68.181 automóviles en Estados Unidos durante un año, usando las estimaciones de 2004 para un vehículo medio (alrededor de 5,5 toneladas métricas de CO2e) de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.

Pero el esfuerzo es una prueba importante para saber si los proyectos de mayor escala darían una mayor compensación financiera mientras promueven el crecimiento con bajas emisiones de carbono, dicen expertos del Banco Mundial.

“Los desafíos que plantea el uso de la tierra en África son muy grandes. Debemos pensar en el financiamiento del carbono como algo más que un experimento y comenzar a usar los instrumentos del carbono como un recurso confiable para África, mirando de cerca la mejor forma de colaborar con los asociados para que el financiamiento en esta área se convierta en una herramienta de transformación para la región”, dice Inger Andersen, director de Desarrollo Sostenible del Banco para África.

Acabar con la tala

La experiencia de Kenya es una de las tantas que prueban en África la capacidad de los grupos locales de cumplir con las normas que rigen los proyectos de venta de compensaciones de las emisiones de carbono en el marco del protocolo de Kyoto del actual régimen de cambio climático.

La deforestación está aumentando en ese país, como en toda África. Sólo el 2% de Kenya está cubierto de bosques, según el Movimiento Cinturón Verde dirigido por la profesora Wangari Maathai, premio Nobel de la Paz 2004. Sin embargo, el mantenimiento y recuperación de los bosques es la principal manera que tiene esta región para poder contribuir en la mitigación del cambio climático y participar en el mercado del carbono.

El impacto de estos proyectos es enorme y todo el esfuerzo apunta a mejorar la calidad de vida, la productividad y la movilidad en las ciudades”, dice Mauricio Cuellar, experto superior en Transporte del Banco Mundial.

El proyecto tiene por objeto reforestar zonas que fueron deforestadas antes de 1990. Una mezcla de especies de crecimiento rápido, mediano y lento ayudará a reducir la erosión, regular el flujo de agua y proteger las fuentes de agua y la biodiversidad.

Las primeras plantaciones en el marco del proyecto se realizaron en 2008 en la región superior del monte Kenya y en una zona cercana a Nairobi.

Lydia Ngahu, dirigente del grupo de autoayuda ecológico y ecoturístico TumuTumu, formado mayormente por mujeres y uno de los 4.500 grupos del Cinturón Verde en el país, dice que su agrupación se formó en respuesta a la tala de árboles en la colina TumuTumu, que derivó en erosión e inundaciones.

“Fue entonces que dijimos: basta de tala. Y Cinturón Verde nos respaldó. Después de que se fueron [los leñadores] tuvimos la oportunidad de plantar árboles y ahora éstos sobreviven. Hubo muchas lluvias desde entonces, de modo que los árboles siguen creciendo”, dice Ngahu.

Se plantaron 20.000 árboles

Los “guardabosques verdes” del grupo trabajan varios días a la semana cultivando y cuidando los árboles jóvenes que luego se plantan en las laderas cercanas. Unos 20.000 árboles jóvenes debían plantarse esta primavera como parte de un esfuerzo de reforestación de 2.000 hectáreas en las regiones de Aberdares y monte Kenya de Kenya.

También se están manteniendo abejas, criando cabras y produciendo huevos, leche, miel, frutos secos y vegetales mediante agricultura sostenible, donde incluso el estiércol se recicla como abono. Los miembros del grupo además pueden retirar leña de troncos caídos del bosque para uso personal.

Un pequeño estipendio otorgado a cambio del trabajo ha ayudado a los miembros a adquirir recursos agrícolas y la agrupación en sí misma ha tenido un efecto potenciador en las integrantes femeninas.

“Históricamente en Kenya, está arraigado en nuestra cultura que cuando se trata de educación, derecho a la tierra, derecho a la propiedad, las mujeres juegan un papel muy pequeño”, dice Frederick Njau, funcionario del proyecto.

“Ver a estas mujeres hacer cosas por su cuenta y creer que pueden producir un cambio, creo que es inspiración de la profesora Maathai y de lo que ella ha podido hacer durante estos años”.

Valor más allá de las compensaciones de carbono

Los múltiples beneficios del proyecto le dan un valor más allá de sus compensaciones de carbono, dice Ellysar Baroudy, especialista superior en Carbono del Banco Mundial y directora del Fondo del Biocarbono. “Usted mejora las condiciones del medio ambiente y mejora el estándar de vida de la población”, agrega.

El Banco Mundial cuenta con una variada cartera de proyectos sobre el carbono en África, pero muchos de ellos tienen cosas en común, señala Baroudy. “[Hay] enormes beneficios sociales y ambientales derivados y éstos últimos van más allá del CO2. No se paga por esos otros beneficios pero las comunidades los reconocen mejor que nosotros”.

Reducción de emisiones de carbono por medio de protección de los bosques es prometedora pero desafíos persisten

El interés en el carbono ha aumentado desde la Cumbre del Clima de Copenhague en diciembre de 2009, durante la cual las naciones avanzaron en sus esfuerzos por reducir las emisiones provenientes de la deforestación y la degradación, explica Baroudy. Las compensaciones internacionales por la reducción de las emisiones de carbono por medio de la protección de los bosques han estado vinculadas también a la espera de una legislación de Estados Unidos sobre emisiones de carbono negociables con una fijación de límites máximos. Además, el volumen de proyectos de este tipo está en aumento, lo que sugiere un impulso en esta área, agrega.

Pero los proyectos de reforestación tienen que atravesar obstáculos mayores que otro tipo de proyectos de compensación de carbono. Los mercados europeos de carbono no comercian con créditos forestales, de modo que los proyectos mundiales del Movimiento Cinturón Verde existen en un entorno más limitado.

Las normas actuales para el diseño, puesta en marcha y seguimiento de estas iniciativas bajo el Mecanismo para un desarrollo limpio (MDL) del acuerdo sobre el cambio climático del Protocolo de Kyoto, también implican costos considerables de transacción, lo que dificulta que las comunidades tengan acceso directo al mercado.

El gran desafío para los proyectos africanos de compensación del carbono consiste en asegurar el financiamiento y desarrollo de conocimientos para cumplir con los aspectos técnicos del proyecto, dice Baroudy.

“El tema de la financiación es enorme porque los ingresos del carbono no se hacen sentir por al menos tres a cinco años. Usted necesita el dinero antes para invertir en poner el bosque en su lugar y cultivarlo y hacer todo el trabajo difícil de documentar lo que ha estado haciendo y generar los créditos”.

También “necesita un equipo multidimensional. No se trata sólo de poner los árboles y eso es todo. Es una empresa de gestión rigurosa y disciplinada, por lo que necesita alguien en su equipo que pueda hacer eso”, agrega Baroudy.

El Banco Mundial está buscando maneras de fortalecer la capacidad, simplificar los procedimientos del MDL y lograr financiamiento. La numerosa audiencia en un reciente Foro del Carbono de África indicó que el esfuerzo valdrá la pena.

“Hay interés por parte de los africanos, al igual que de los países industrializados”, dice Baroudy. “Y no se limita a los proyectos forestales, hay interés en África para todo”.

Noticia original: http://go.worldbank.org/5NB3E1SE80

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