Países en desarrollo intensifican medidas contra cambio climático
Banco Mundial, 23/05/2010Nuevo informe revela creciente demanda de financiamiento e intercambio de conocimientos
En la actualidad, más de 1 millón de familias sin acceso a la electricidad obtienen energía solar no conectada a la red en Bangladesh gracias a un proyecto de US$130 millones del Banco Mundial. En zonas rurales del mundo en desarrollo, la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) puso en marcha recientemente un Mecanismo de Seguro Basado en un Índice Mundial que ayudará a los agricultores a obtener el seguro que necesitan para protegerse de fenómenos meteorológicos catastróficos que pueden destruir sus tierras y medios de subsistencia. El mecanismo de la IFC se centra en mercados emergentes como África al sur del Sahara, donde los agricultores y trabajadores rurales representan el 60% de la mano de obra pero la mayoría no consigue cobertura para sus cultivos. Las historias de Bangladesh y África son apenas dos ejemplos mundiales de países en desarrollo que buscan soluciones que los ayuden a enfrentar el cambio climático como parte de sus esfuerzos por lograr un mayor progreso.
Es claro que los países más pobres y vulnerables serán los que sufran la mayoría de los impactos del cambio climático, a saber: mayor cantidad de sequías e inundaciones, aumento del nivel del mar y patrones meteorológicos disfuncionales e impredecibles. Se ha prestado atención a las advertencias. Durante los últimos años, el mundo en desarrollo ha sido cada vez más activo en muchos frentes en la batalla contra este fenómeno.
A pesar de la crisis financiera mundial y la consiguiente contracción de la economía, en 2009 se registró una demanda sin precedentes por parte de los países en desarrollo, solicitando el respaldo del Banco Mundial a sus esfuerzos por abordar el desarrollo y el cambio climático como desafíos interrelacionados, según un nuevo informe de la institución. Este “Informe de progreso del marco estratégico para el desarrollo y el cambio climático” documenta la creciente respuesta del Grupo del Banco Mundial a estas peticiones. Se trata de un documento provisorio sobre la estrategia de 2008 que proporciona una hoja de ruta para las medidas del Grupo del Banco Mundial durante los ejercicios de 2009 a 2011.
Los países en desarrollo solicitan una amplia gama de asistencia que incluye la ayuda para un desarrollo resistente al cambio climático, mecanismos de adaptación, tecnología limpia y financiamiento para la eficiencia energética y las energías renovables. Sólo la región de América Latina y el Caribe desarrolló una cartera del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) de más de 180 actividades dirigidas por los países que tienen beneficios compartidos en cuanto a adaptación y mitigación por un monto total de más de US$7.300 millones.
El trabajo con asociados nos permitió realizar tareas de análisis que nos ayudaron a entender mejor cuáles son los riesgos potenciales del cambio climático para los países más pobres y vulnerables y cómo el Banco y otros organismos de asistencia para el desarrollo pueden ayudarlos a incluir la resistencia al cambio climático en su proceso de desarrollo”, dice Warren Evans, director de Medio Ambiente del Banco Mundial.
La posibilidad de un desarrollo resistente al cambio climático ha surgido como tema principal en el respaldo a la reducción de la pobreza y al crecimiento económico en África al sur del Sahara. Esta región intensifica sus esfuerzos en este ámbito, por ejemplo abordando el riesgo de sequías en Etiopía (segunda fase US$175 millones) y el manejo de las cuencas en Kenya y Malawi (US$75,5 millones).
"La incertidumbre continua acerca del futuro de las políticas mundiales en materia de cambio climático y de los mecanismos de financiamiento destinados a este fin, representa el mayor desafío ... en el caso de África, la limitación de capacidades y recursos agigantan los desafíos que enfrenta esta región y por eso se necesita mucha más ayuda que la actual. Aquí es donde la AIF-16 [la decimosexta reposición de recursos de la Asociación Internacional de Fomento] podría desempeñar un papel importante", señala Toga Gayewea McIntosh, director ejecutivo del Banco Mundial para un grupo de países africanos que incluye a Botswana, Sudáfrica y Kenya.
“El cambio climático está aumentando el problema del desarrollo, de modo más notorio en los países más pobres”, dice Katherine Sierra, vicepresidenta de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial. “Desde programas de reducción de riesgos de desastres que integran la adaptación al cambio climático hasta la movilización de aproximadamente US$1.000 millones para el Programa Piloto sobre la Capacidad de Adaptación al Cambio Climático, hemos aumentado considerablemente la capacidad del Grupo del Banco para trabajar con otros bancos de desarrollo multilaterales, las Naciones Unidas, organismos bilaterales, la sociedad civil y asociados del sector privado para responder a las prioridades en esta materia de muchos de los países en desarrollo más vulnerables”.
Para satisfacer la creciente demanda, el Grupo del Banco ha ampliado su respaldo a las inversiones para iniciativas que promuevan las bajas emisiones de carbono y la resistencia al clima. A través de su trabajo con bancos multilaterales de desarrollo y organismos de las Naciones Unidas, el Grupo del Banco está ayudando a Bangladesh, Bolivia, Camboya, Mozambique, Nepal, Níger, Tayikistán, Yemen y Zambia a aumentar las medidas de adaptación mediante el Programa Piloto sobre la Capacidad de Adaptación al Cambio Climático de los Fondos de Inversión en el Clima (FIC).
Además, dos programas regionales, en el Caribe y en el Pacífico Sur, están destinados a pequeños estados insulares. El Fondo para una Tecnología Limpia (FTL) -administrado por el Grupo del Banco- ha destinado US$4.400 millones para financiamiento en términos concesionarios en 13 planes de inversión, que se espera movilicen unos US$36.000 millones en recursos públicos y privados para actividades en 12 países, junto con un programa regional en Oriente Medio y Norte de África que acelerará el desarrollo de energía solar concentrada.
Inclusión de los esfuerzos destinados a combatir el cambio climático en las estrategias para el desarrollo: Resultan evidentes los intentos de los países en desarrollo para abordar las cuestiones relacionadas con el clima en su programa de reducción de la pobreza y crecimiento económico más amplio: más del 80% de todas las Estrategias de ayuda a los países y las Alianzas estratégicas con países en desarrollo durante los primeros meses del presente ejercicio abordan esta problemática.
Otra señal de la acción de los países en desarrollo es una nueva y creciente generación de operaciones que abordan las políticas y desarrollos institucionales necesarios para adaptarse al cambio climático. Durante el ejercicio de 2009 y el primer semestre de 2010 se destinaron US$6.000 millones a operaciones que abordaban estas cuestiones. Entre ellos, se incluyeron préstamos para México, Brasil, Turquía, Marruecos e Indonesia. Otras naciones más pobres, respaldadas por la Asociación Internacional de Fomento (AIF), han solicitado hasta el momento cuatro operaciones de este tipo.
Acelerar la incorporación de energías renovables y de eficiencia energética: El ejercicio de 2009 marcó un récord histórico en el financiamiento que el Grupo del Banco Mundial destinó a eficiencia energética (EE) y energía renovable (ER), el que llegó a US$3.300 millones. Los compromisos en nuevas ER y EE aumentaron un 88%, comparado con el incremento anual promedio esperado del 30%. En Uganda, el Grupo del Banco colaboró con el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) en el financiamiento de un proyecto de energía renovable por US$76 millones. Los países de la AIF están en el proceso de presentación de expresiones de interés al Programa de Ampliación de la Energía Renovable en Países de Ingreso Bajo (SREP, por sus siglas en inglés), con un paquete de financiamiento total de US$292 millones. Los compromisos de la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) en nuevas energías renovables se quintuplicaron durante el ejercicio de 2009 de US$115 millones a US$587 millones.
“La adaptación al cambio climático es una prioridad estratégica corporativa para la IFC; estamos aumentando activamente las inversiones favorables al clima en todos los sectores de la economía y buscamos nuevas formas de alianza para aprovechar todos los modos de financiamiento para este fin”, dice Rachel Kyte, vicepresidenta de Servicios de Asesoría de IFC. “El ejercicio de 2009 fue el primero en que más del 50% (tanto en cuanto a la cantidad como al importe en dólares) de los compromisos de IFC representaban proyectos de energía renovable. Y esta tendencia aumentará”.
La participación del sector privado es un elemento clave del desarrollo inteligente en materia climática en el largo plazo y la AIF cuenta con una serie de instrumentos para lograr tal propósito. Por ejemplo, una Garantía Parcial contra Riesgos por valor de US$400 millones de la AIF junto con un crédito de esta institución por US$200 millones para el Proyecto de Mejora del Gas y la Electricidad en Nigeria ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mediante la conexión de los usuarios a una red de suministro eléctrico más limpia.
Los bosques ocupan los primeros lugares en el programa de lucha contra el cambio climático de los países en desarrollo: La administración forestal ofrece a los países tropicales y subtropicales la oportunidad de contribuir en la reducción de las emisiones mundiales y de mejorar la subsistencia al mismo tiempo. El Programa de Inversión Forestal (FIP, por sus siglas en inglés) del Fondo Estratégico sobre el Clima (FEC) por un valor de US$558 millones respaldará los esfuerzos de los países en desarrollo en materia de reducción de deforestación y degradación forestal y promoverá una administración forestal sostenible que conlleve la reducción de emisiones y la protección de reservorios de carbono (REDD+). Este programa complementa al Fondo para Reducir las Emisiones de Carbono mediante la Protección de los Bosques (FCPF, por sus siglas en inglés) del Banco Mundial, que cuenta con 37 países, tropicales y subtropicales. El FCPF ha movilizado US$160 millones para fortalecer la capacidad y los pagos basados en el desempeño de proyectos piloto.
Respondiendo a las prioridades de los clientes, el GBM ha fortalecido los vínculos operativos entre la adaptación al cambio climático y la gestión de riesgos de desastre: El Mecanismo Mundial de Reducción y Recuperación de Desastres (GFDRR, por sus siglas en inglés) sirve como centro de conocimientos y catalizador para promover la integración de la gestión de riesgos en los esfuerzos del Banco Mundial en materia de desarrollo. Como tal, la adaptación al cambio climático constituye una parte integral de la misión y plan de negocios del GFDRR, que incluye la incorporación de la reducción del riesgo de desastres y la adaptación al cambio climático en las estrategias y operaciones de desarrollo de los países, mediante el respaldo de la implementación de principios sólidos de gestión de riesgos administrados y dirigidos por el país. La reducción de riesgos de desastre actúa como vanguardia de defensa en la adaptación al cambio climático; por esta razón, el GFDRR ha financiado los programas de reducción de riesgos de desastre que fortalecen las capacidades de adaptación en los 20 países prioritarios. Este Mecanismo también ha facilitado el desarrollo de estrategias integradas y la implementación nacional coordinada de reducción de riesgos de desastre y las intervenciones en materia de adaptación al cambio climático.
Durante el ejercicio de 2009, 12 proyectos del GFDRR por un valor superior a los US$4 millones se centraron en temas de adaptación al cambio climático en las regiones de África, Asia oriental y el Pacífico, América Latina y el Caribe, Oriente Medio y Norte de África, Asia meridional y a nivel mundial.
“Nuestra experiencia nos demuestra que el mundo en desarrollo está avanzando para actuar en la cuestión del cambio climático. Sin embargo, el financiamiento es aún muy limitado. El mundo desarrollado debe asegurarse que los números coincidan con las necesidades de los países en desarrollo”, explica la directora de programa, Kseniya Lvovsky, quien dirigió el equipo del Grupo del Banco que preparó el Informe de avance del Marco estratégico para el desarrollo y el cambio climático.
En la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático celebrada en Copenhague en diciembre de 2009, los países desarrollados enviaron una señal política importante al manifestar que estaban preparados para movilizar fondos por un valor de US$30.000 millones en concepto de recursos nuevos y adicionales en 2012 para los países en desarrollo, con vistas a aumentar los recursos a US$100.000 millones anuales en 2020. Las medidas que se tomen en lo inmediato para hacer realidad estos fondos adicionales, junto con los avances en cómo se aborde la incertidumbre en materia de mercados del carbono y otros mecanismos futuros de financiamiento, configurarán el nivel y la rapidez de las acciones sobre el cambio climático en los países en desarrollo.
Noticia original:
http://go.worldbank.org/D7VKJKHIL0