China avanza en lucha contra la tuberculosis
Banco Mundial, 28/03/2010- Proyecto más amplio hasta la fecha de control de la tuberculosis (TB) previene 770.000 muertes y 20 millones de contagios en 16 provincias chinas.
- Estrategia de tratamiento bajo observación directa en las regiones más pobres del país es un factor crítico para obtener éxito.
- China contempla cómo aplicar las lecciones aprendidas sobre la enfermedad a la estrategia de salud pública de África.
El compromiso chino de poner freno a una de las enfermedades infecciosas más persistentes del mundo, la tuberculosis (TB), tuvo su compensación en las vidas salvadas, una estrategia nacional más sólida contra la enfermedad y un modelo que podría ayudar a naciones que luchan contra el mismo flagelo en África.
Este mes, el Proyecto de Control de la Tuberculosis de China, respaldado por el Banco Mundial —el esfuerzo más amplio de control de la enfermedad hasta la fecha— termina sus ocho años de ejecución con admirables resultados: se evitaron 770.000 muertes y 20 millones de infectados.
La iniciativa, que abarcó la impresionante cifra de 668 millones de chinos, proporcionó el acceso a servicios eficaces para combatir la TB en 16 provincias. Fue un avance importante frente a lo que sigue siendo un gran problema sanitario para China, que junto con India alberga al 40% de los afectados por este mal en el mundo. Este país registra más de un millón de nuevos casos de tuberculosis al año, enfermedad que contribuye a preservar el ciclo de la pobreza, afectando a los adultos en sus etapas más productivos e incapacitándolos de este modo para mantener a sus familias.
Directly Observed Treatment, Focus on Poor
En la implementación del proyecto, el Gobierno de China y los expertos de salud asociados aplicaron la estrategia de Tratamiento breve bajo observación directa (conocido como DOTS), recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El régimen implica no sólo identificar y curar a los pacientes, sino asegurarse mediante la observación directa que sigan el tratamiento completo de seis meses para prevenir la resistencia a los fármacos. Además, se ofreció atención gratuita a los enfermos.
El método DOTS permite que los pacientes con tuberculosis regresen más pronto a sus familias y lugares de trabajo y, por ende, a sus vidas normales y productivas. Por medio de este enfoque, el proyecto logró el 100% de cobertura con DOTS, el 77% de detección de casos y el 92% de índice de curación para los pacientes detectados con frotis positivos a la enfermedad.
Inicialmente, estos resultados excedieron los objetivos planeados y permitieron que el proyecto alcanzara sus metas antes de tiempo, en el tercer año. “Fue unos de los proyectos vinculados con la tuberculosis más exitosos jamás vistos”, afirma Jack Langenbrunner, economista principal del Banco Mundial del equipo de Salud para Asia oriental. “Otros países objetaron los protocolos de la enfermedad, pero los chinos no se opusieron. Aceptaron los DOTS de inmediato y ampliaron su alcance”.
Una evaluación del proyecto, realizada por el Ministerio de Salud de China, observó que centrar la atención en las regiones occidentales y más pobres del país fue el factor crítico para reforzar la estrategia nacional contra la tuberculosis.
“La política pro-pobres y la ayuda financiera garantizaron la disponibilidad de fondos, productos farmacéuticos, instrumentos y equipos, y dieron impulso a la prevención y control de la enfermedad en estas áreas”, sostiene tal informe. “A su vez, el progreso alentador impulsó la extensión de los esfuerzos hacia áreas no pobres y desarrolladas y, por consiguiente, promovió el desarrollo equilibrado de los servicios para combatir la tuberculosis en toda la nación”.
Los resultados del proyecto contra la tuberculosis en China se consideran además un paso gigantesco hacia el logro de los objetivos de desarrollo del milenio respecto de las enfermedades infecciosas.
“Como China es un país tan extenso, los esfuerzos que realice para disminuir la cantidad de afectados por la enfermedad tendrán un gran efecto sobre el logro general de los objetivos para reducir las infecciones en todo el mundo”, dice Adrian Davis, jefe de la oficina para el Norte y Este de Asia del Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido (DFID, por sus siglas en inglés).
El proyecto de China —integrado desde su inicio al programa nacional de control de tuberculosis— se financió mediante un préstamo de US$104 millones del Banco Mundial, una donación de US$37 millones del DFID, una donación de US$14 millones de Japón y US$124 millones de financiamiento de contrapartida del Gobierno. Entre otros importantes asociados internacionales se encuentran: la Fundación Bill y Melinda Gates, la OMS, la Fundación KNCV para la Tuberculosis (de los Países Bajos) y el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria.
ASegún Jim Adams, vicepresidente del Banco para Asia oriental y el Pacífico, la mezcla inusual de financiamiento del proyecto —que combina préstamos y donaciones— surgió en los últimos años como un método eficaz de movilizar capital para la prevención mundial de las enfermedades. Este enfoque ayudó a que el proyecto ganara el Premio a la Excelencia 2004 del Presidente del Banco.
¿Lecciones para África?
Como resultado de la exitosa colaboración entre China y el Banco en el proyecto de tuberculosis y otros concernientes a la salud, el Ministerio de Salud encargó la elaboración de tres trabajos, cuyos coautores fueron expertos académicos chinos y del Banco, para examinar la ventaja comparativa de la nación en la implementación de programas de salud pública, así como las lecciones aprendidas del trabajo del Banco en el área de salud en África, donde China invierte desde hace tiempo en infraestructura.
Los trabajos se presentaron en diciembre de 2009 en una mesa redonda en China y serán publicados en una edición especial del Boletín de la OMS durante el presente año. Estos documentos ayudarán al Gobierno de China a repensar su estrategia sanitaria en África, con miras a ampliar su participación desde la construcción de hospitales y provisión de equipos hasta la aplicación de las innovaciones introducidas en la salud pública china a los programas de tratamiento y prevención de las enfermedades.
“La experiencia de China demuestra que cuando existe un compromiso político amplio y duradero y un énfasis sistemático en las medidas de prevención y la atención médica básica, se pueden lograr grandes avances y resultados sanitarios positivos”, según concluye una de las ponencias.
Artículo original: http://go.worldbank.org/BIGO0EDGR0