En busca de soluciones frente a la contracción del comercio mundial
Banco Mundial, 05/04/2009- La falta de financiamiento para el comercio ha contribuido a provocar un pronunciado deterioro del comercio mundial.
- El Grupo del G-20 anuncia medidas que garantizarán la disponibilidad de financiamiento para el comercio por un monto de US$250.000 para los próximos dos años.
- El nuevo Programa de liquidez para el comercio mundial contribuirá a ese esfuerzo con respaldo para el comercio por un monto de hasta US$50.000 millones.
Como una locomotora que sube una empinada cuesta, el motor del comercio mundial está resoplando.
Las exportaciones disminuyen. Las compañías despiden trabajadores. Algunas cierran.
Además, el lubricante que mantiene en movimiento las ruedas prácticamente se ha secado.
Desde Filipinas hasta Perú, a las compañías que quieren exportar prendas de vestir, mineral de hierro o espárragos les resulta difícil obtener préstamos bancarios para seguir funcionando y embarcar sus bienes.
Hallar la manera de resolver el problema fue un tema clave en la cumbre del Grupo de los Veinte (G-20) celebrada en Londres esta semana. En el día de hoy, el G-20 hizo pública su decisión de garantizar la disponibilidad de financiamiento para el comercio por un monto no menor de US$250 millones a lo largo de los dos próximos años a través de organismos de crédito a la exportación y de inversiones, y de los bancos multilaterales de desarrollo.
El Grupo del Banco Mundial y varias entidades asociadas se sumarán a este esfuerzo mediante un nuevo Programa de liquidez para el comercio mundial, que podría brindar respaldo para el comercio por un monto de hasta US$50.000 millones.
"Vemos con satisfacción el extraordinario nivel alcanzado por la colaboración entre instituciones públicas y privadas, que nos permite reunirnos para poner en marcha el Programa de liquidez para el comercio mundial para países en desarrollo", manifestó el presidente del Banco Mundial, Robert B. Zoellick.
Las peores perspectivas para el comercio en 80 años
Los pronósticos del Banco Mundial para 2009 pintan un cuadro desolador para el año próximo, y una débil recuperación en 2010.
En Perspectivas económicas mundiales 2009 se prevé una desaceleración del crecimiento del PIB de los países en desarrollo, cuya tasa, que fue del 5,8% en 2008, bajaría al 2,1% en 2009. Se prevé asimismo una contracción del crecimiento en cifras mundiales, cuya tasa sería del 1,7%; la primera disminución desde la Segunda Guerra Mundial.
Ahora el Banco Mundial pronostica para 2009 una contracción del 6,1% del volumen del comercio mundial de bienes y servicios y un colapso mucho más pronunciado del valor del comercio mundial, debido a la disminución de los precios de los productos básicos.
"Las estadísticas del comercio se han despeñado, en especial en el caso de los países y las empresas especializadas en bienes manufacturados, electrónica y ropa", dice Bernard Hoekman, director del Departamento de Comercio Internacional del Banco.
Transcurridos más de seis meses desde el comienzo de la crisis financiera, la disminución de la demanda mundial de bienes y servicios ha reducido en más de US$1,5 billones las corrientes de comercio, lo que obedece en parte al aumento del costo y a la disminución de la disponibilidad de financiamiento para el comercio.
“Resulta evidente que la falta de financiamiento para el comercio representa un verdadero escollo para los exportadores de algunos países, quienes simplemente carecen del nivel de acceso con que contaban”.
Fue "fácil reducir" el financiamiento para el comercio
El comercio comenzó a resoplar en septiembre pasado, cuando algunos de los grandes protagonistas del financiamiento para el comercio internacional —Lehman Brothers, Wachovia— desaparecieron como consecuencia de la crisis. "Los que subsistieron tenían necesidad de reconstruir su capital", señala Hoekman.
“El financiamiento para el comercio es uno de los elementos que es fácil reducir. Tiende a ser de corto plazo: en promedio, se renueva cada 180 días. Por lo tanto, para quienes pretendan salvaguardar su capital y reconstituir su base de capital, es dinero de muy fácil acceso”.
Según James Bond, del Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones, el brazo del Banco Mundial que proporciona seguros contra riesgos políticos en países en desarrollo, la confianza de los inversionistas y la confianza institucional habían caído a un nivel bajo al final de septiembre.
"El financiamiento para el comercio tiene todos los atributos que lo hacen temible: es de margen bajo, el de más fácil retracción. El exportador reembolsa su crédito al banco cuando embarca los bienes, y el banco sencillamente no renueva el financiamiento. Un procedimiento muy simple".
"Enormes repercusiones por la falta de financiamiento"
Los productores, exportadores y transportistas del mundo real se vieron golpeados por la súbita contracción.
Uno de los índices de medición del costo del transporte mundial bajó más del 90% en el segundo semestre de 2008.
Entrevistas y datos recopilados por los departamentos de comercio del Banco Mundial y de la Corporación Financiera Internacional (IFC) revelan que a los exportadores les está resultando difícil cubrir los embarques, en especial porque los clientes tratan de obtener precios más bajos y demoran más en pagar.
Al mismo tiempo, en ciudades como Nueva York, Londres y Madrid los bancos mundiales se están retrayendo a sus casas matrices reduciendo líneas de crédito que proporcionaban capital de trabajo y dejando libradas a su suerte hasta a algunas grandes empresas que contaban con clientes estables.
“La falta de financiamiento está teniendo un enorme impacto”, dice Germán Vegarra, directivo superior de Mercados Financieros Mundiales de la IFC.
"Por ejemplo, la reducción de las líneas de prefinanciamiento de exportaciones para exportadores aptos se refleja en falta de disponibilidad de capital de trabajo, sin el cual es imposible operar, por falta de medios para pagar el trabajo, los suministros o la energía. De algún modo, hemos caído en este círculo vicioso. Los bancos se han visto obligados a reducir el volumen del financiamiento que otorgan, con el consiguiente efecto de bola de nieve".
"Ahora el impacto se hace sentir en todas partes", añade Vegarra. "En América Latina, Brasil fue el primer país en experimentarlo. Europa oriental ha sufrido un duro golpe. Ahora el fenómeno se está propagando a otras regiones y a países cuya situación creíamos sólida. El mercado creía que el caso africano era aislado, pero ahora resulta patente que se está expandiendo con gran celeridad".
Un programa de liquidez para el comercio mundial destinado a restablecer el financiamiento y la confianza
El Programa de liquidez para el comercio mundial (PLCM) es un singular esfuerzo coordinado que llevan a cabo instituciones de financiamiento para el desarrollo y gobiernos a fin de movilizar US$5.000 millones para ocho o 10 bancos mundiales o regionales, con el objetivo último de proporcionar respaldo para el comercio por un monto de US$50.000 millones a lo largo de tres años.
“Fijamos para el programa una vida máxima de tres años porque nuestra experiencia nos demostró que el financiamiento para el comercio es la primera clase de activos que se ve afectada durante una contracción, pero también la primera en mejorar durante la recuperación. Queremos tener la certeza de poder poner fin a las operaciones cuando el respaldo del PLCM deje de ser necesario”, dice Vegarra.
El PLCM y los bancos mundiales o regionales compartirán riesgos en un conjunto de cuentas por cobrar recientemente generadas. El programa aportará el 40% del financiamiento, y los bancos, el 60%. Participando en el programa, los bancos podrán otorgar un mayor volumen de crédito para el comercio en mercados emergentes.
Cada uno de los bancos suscribirá con los asociados del programa un acuerdo de creación de un mecanismo para el comercio. Vegarra explica que la IFC, como agente de los asociados del programa, realizará el seguimiento de todas las transacciones.
“Solicitamos a los bancos que cuiden en forma diligente nuestro dinero. Tenemos criterios y filtros para verificar que el dinero se aplique al financiamiento del comercio en mercados emergentes, y que el financiamiento sea incremental”.
Los dos primeros asociados bancarios del programa serán el Standard Chartered Bank y el Standard Bank of South Africa. A través del programa, los bancos recibirán líneas de crédito que les permitirán aumentar significativamente el flujo de financiamiento para el comercio destinado a bancos de mercados emergentes. El Standard Chartered Bank recibirá una línea inicial de US$500 millones, y el Standard Bank, una línea de US$400 millones.
La IFC amplió también su Programa mundial de financiamiento para el comercio de US1.000 millones a US$3.000 millones en diciembre, para aumentar la asistencia que proporciona a bancos privados más pequeños y a empresarios. El Banco Mundial pronto pondrá en marcha, asimismo, el servicio de facilitación del comercio, un fondo fiduciario de donantes por un monto de US$40 millones, centrado en medidas de mejoramiento de la infraestructura, la logística del transporte y los procedimientos aduaneros en países en desarrollo.
"Lo ya logrado es un esfuerzo de coordinación sin paralelo entre instituciones de financiamiento para el comercio", señala Vegarra. “Creo que juntos podremos producir un fuerte efecto multiplicador”.