Repercusiones de la crisis financiera para los países en desarrollo

Banco Mundial, 16/11/2008

- El Grupo del Banco Mundial amplía su apoyo ante la crisis.

- Revisa las perspectivas de crecimiento para 2009 en los países tanto ricos como pobres.

- Se concentra en los programas de protección social para ir en ayuda de los más pobres en todo el mundo.

- Analiza la estabilización del sector financiero y las opciones de reforma de ese sector.

La economía mundial ha cambiado drásticamente desde septiembre de 2008. Lo que comenzó como una contracción del sector de la vivienda de los Estados Unidos se ha convertido ahora en una crisis mundial, que se extiende a las economías tanto ricas como pobres. Muchos creen que ésta puede pasar a la historia como la peor crisis desde la Gran Depresión de los años treinta.

Los países en desarrollo —que en un comienzo estuvieron resguardados de los peores elementos de la turbulencia— se encuentran ahora en una situación mucho más vulnerable debido a la disminución de los flujos de capital, los cuantiosos retiros de capital que han producido pérdidas en los mercados accionarios, y las altísimas tasas de interés.

Según los economistas del Banco Mundial, ahora es probable que el crecimiento del PIB en los países en desarrollo —que hasta hace poco se creía que aumentaría un 6,4% en 2009— sea de tan sólo el 4,5%. Y con respecto a los países ricos, muchos de los cuales ya han entrado en recesión, se prevé una contracción de 0,1% el próximo año.

Actuar hoy para asegurar el mañana

En un documento de antecedentes i preparado por el Banco Mundial para la reunión de jefes de Estado del G-20 que se celebrará en la ciudad de Washington el 15 de noviembre, se señala que la disminución del crecimiento, sumada a la contracción del crédito, significa que los gobiernos tendrán menos dinero para invertir en educación, salud y la potenciación económica de la mujer.

Se estima que los altos precios de los alimentos y los combustibles ya han sumido en la extrema pobreza a 100 millones de personas. Una disminución del 1% en las tasas de crecimiento de los países en desarrollo hace que a esta cifra en rápido aumento se sumen aproximadamente otros 20 millones de personas.

"Es probable que en los países en desarrollo sean los pobres los más afectados por la crisis financiera mundial, que sobrevino tan poco tiempo después que las de los alimentos y los combustibles", expresó Robert B. Zoellick, presidente del Grupo del Banco Mundial. "En colaboración con el Fondo Monetario Internacional, los organismos de las Naciones Unidas, los bancos regionales de desarrollo y otras entidades, el Grupo del Banco Mundial está ayudando a los gobiernos y al sector privado a través de préstamos, inversiones de capital, nuevos instrumentos innovadores y programas de protección social".

La respuesta del Grupo del Banco Mundial ante la crisis comprende el aumento del financiamiento a los países en desarrollo afectados por ésta —recursos que prácticamente podrían triplicarse, de US$13.500 millones el año pasado a más de US$35.000 millones este año— así como la aceleración de la concesión de donaciones y préstamos a largo plazo casi sin intereses a los 78 países más pobres del mundo, 39 de los cuales pertenecen a África.

Además de ayudar a gobiernos que experimentan escasez de efectivo, el Grupo del Banco Mundial está incrementando el apoyo al sector privado a través de cuatro iniciativas de la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés), y suministrando a los mercados bancarios de los países en desarrollo una liquidez que mucho se necesita, a través del Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (OMGI).

Revisión de las perspectivas de crecimiento de los países en desarrollo

Un examen preliminar del análisis contenido en el informe de este año de las Perspectivas económicas mundiales, que se publicará el 9 de diciembre de 2008, muestra que en 2009 la tasa de crecimiento del PIB real se reducirá en todas las regiones en desarrollo.
"El impacto directo de la crisis es menos pronunciado en los sectores financieros de los países más pobres", dijo Uri Dadush, director del Grupo de análisis de las perspectivas de desarrollo, "pero de todos modos éstos se verán afectados por el menor ritmo de crecimiento de las exportaciones (se prevé que el comercio mundial disminuirá un 2,5% en 2009), la reducción de las remesas de los trabajadores migrantes y la baja de los precios de los productos básicos, que afectará a los países exportadores de esos productos".

Al referirse a la disminución prevista del comercio mundial, que constituiría la primera baja desde 1982, Zoellick comentó: "Uno de los principales factores de todo esto es la restricción del crédito. No se trata solamente de la falta de demanda de productos; hay también un gran déficit de financiamiento para el comercio y, al parecer, incluso de capital de trabajo para algunas de las empresas de transporte marítimo. Por eso, en el Banco Mundial ya habíamos aumentado un servicio de financiamiento para el comercio a US$1.500 millones, y estamos estudiando la posibilidad de ampliarlo aun más".

Evitar que la crisis financiera se convierta en una crisis humana

Como en crisis anteriores, ésta afectará en mayor medida a los más pobres. Muchos hogares, que ya se encuentran en dificultades, se verán en la necesidad de vender sus bienes, como el ganado, para sobrevivir. La malnutrición podría aumentar, y es posible que disminuya la matrícula escolar. La crisis financiera se convertirá en una crisis humana si no se va en ayuda de esas personas.

Los economistas del Banco Mundial estiman que los programas de protección social, sobre todo si están bien diseñados, constituyen una inversión rentable tanto para el presente como para el futuro. Estos programas que pueden financiar; iniciativas exitosas como Oportunidades de México y Bolsa Familia de Brasil cuestan apenas el 0,4% del PIB.

"Las crisis han dado origen a algunas de las peores políticas de protección social, y también a algunas de las mejores", dijo Martin Ravallion, director del Grupo de investigaciones sobre el desarrollo, del Banco Mundial. “Algunos países en desarrollo, entre ellos México, han convertido las crisis en oportunidades, al eliminar subsidios ineficientes y reemplazarlos por programas de protección social más eficientes”.

En un documento de trabajo sobre investigaciones relativas a políticas de desarrollo titulado “Bailing Out the World’s Poorest ”, publicado en octubre 2008, Ravallion señala que todo programa de protección social de carácter global debe incluir dos elementos: transferencias de efectivo (o alimentos) condicionadas para quienes no pueden trabajar o no deberían abandonar otras actividades, como asistir a la escuela, y garantía de empleo con salario bajo en obras de ayuda en proyectos impulsados por la comunidad.

En el documento de noviembre de 2008 titulado Lessons from World Bank Research on Financial Crises (Enseñanzas derivadas de las investigaciones del Banco Mundial sobre crisis financieras), funcionarios del Grupo de investigaciones sobre el desarrollo del Grupo del Banco Mundial señalan que las respuestas de corto plazo a una crisis (estabilización macroeconómica, políticas comerciales, políticas para el sector financiero y protección social) no pueden ignorar las consecuencias de largo plazo que generarán tanto en el desarrollo económico como en la vulnerabilidad ante crisis futuras.

Estabilización del sector financiero

"Comienza a perfilarse un nuevo programa para la formulación de las políticas del sector financiero”, manifestó Asli Demirguc-Kunt, directora superior de investigaciones del Grupo de investigaciones sobre el desarrollo, del Banco Mundial. “Esta crisis está impulsando una reevaluación de ciertos principios y prácticas en la formulación de las políticas financieras, y podrían producirse cambios importantes en la estructura y supervisión de los sistemas financieros en todo el mundo".

A fin de evitar el traspaso de depósitos a bancos estatales, es posible que ahora los países en desarrollo tengan que ofrecer algún tipo de garantía de los depósitos en el sistema bancario, pero el seguro de los depósitos debería diseñarse con sumo cuidado pues, para que sean creíbles, estas medidas requieren grandes volúmenes de recursos fiscales y pueden inducir a un endeudamiento excesivo.

Según un nuevo análisis del Banco Mundial sobre políticas, para lograr un sistema financiero más sólido también se deberá contar con sistemas eficaces para el registro de las garantías y la exigencia del cumplimiento de las normas, sistemas de pago y liquidación adecuados, y estructuras de gobierno institucional bien diseñadas.

Asimismo, los gobiernos deberán establecer un equilibrio entre el mantenimiento de la estabilidad financiera y el fomento de la innovación en ese sector.

La necesidad de reactivar el financiamiento al sector real de la economía tras la contracción del crédito puede llevar a varios países a mejorar la función de los bancos de desarrollo y el uso de líneas de crédito dirigidas y planes de garantía de créditos, así como a participar en las decisiones sobre asignación de recursos de los bancos recientemente nacionalizados. Esta proyección depende de las circunstancias de cada país.

"Es muy importante que los países se unan para enfrentar la crisis de una manera coordinada”, señaló Justin Lin, economista principal del Banco Mundial, en el Instituto Coreano de Desarrollo, en Seúl, en octubre de 2008. “Pero independientemente de cuáles sean los detalles de la iniciativa multilateral, lo importante es que la magnitud del problema hace necesario un mayor grado de creatividad. No podemos vernos limitados por unas estructuras institucionales y unos planteamientos que fueron diseñados para el mundo que existía antes de la globalización financiera”.

Enlace a noticia: http://go.worldbank.org/EDI9VSBMW0

Ver todos artículos por Banco Mundial