Las crisis alimentaria, energética y financiera se dejan sentir en los países en desarrollo

Banco Mundial, 12/10/2008

- Tres crisis — alimentaria, energética y financiera— están coincidiendo y haciendo estragos en los países en desarrollo.
- Se prevé un aumento de 44 millones de personas malnutridas.
- Es necesaria una "red multilateral" para una nueva economía mundial.

Mientras los países en desarrollo hacen frente a la convergencia repentina de las crisis alimentaria, energética y financiera, los ministros de desarrollo y finanzas de todo el mundo se dan cita en Washington este fin de semana para participar en las Reuniones Anuales del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.

Es posible que los lugares donde ya se ha producido una inflación en los precios de los alimentos y del combustible experimenten ahora una disminución de las exportaciones, el comercio y las inversiones como resultado de la agitación financiera que se extiende cada día más por todo el mundo, dijo el presidente del Banco Mundial Robert B. Zoellick.

"Mientras que el mundo desarrollado se preocupa por la crisis financiera, muchos olvidan que en los países en desarrollo se está extendiendo rápidamente una crisis humana. Los pobres se ven obligados a vivir al borde de la supervivencia", dijo Zoellick.

"La crisis financiera hará más difícil todavía la situación para los países en desarrollo que tratan de proteger a sus habitantes más vulnerables frente a los efectos provocados por la subida de los precios de los alimentos y el combustible".

El número de personas malnutridas aumentará 44 millones en todo el mundo, alcanzando un total de 967 millones en 2008, después de que varios países experimentaron una inflación de dos dígitos en los comestibles, según un nuevo informe del Banco Mundial.

El informe titulado Rising Food and Fuel Prices: Addressing the Risks to Future Generations (Alza en los precios de los alimentos y del combustible: Abordar los riesgos para las futuras generaciones), uno de los varios documentos que se dan a conocer antes de las Reuniones Anuales, revela un panorama económico cambiante después de años de constante desarrollo económico y reducción de la pobreza a nivel mundial.

Los acontecimientos de este año constituyen una campanada de alerta", dijo el Presidente en su discurso del 6 de octubre previo a las Reuniones. "La arquitectura internacional concebida para hacer frente a tales circunstancias se está resquebrajando".

El mundo necesita una nueva "red multilateral para una nueva economía mundial" con un grupo directivo que incluya al G-7 y a las futuras potencias de Brasil, China, India, México, Rusia, Arabia Saudita y Sudáfrica, agregó.

Los acontecimientos recientes podrían ser un punto crítico para los países en desarrollo

Zoellick advirtió que lo sucedido en el sector financiero en septiembre, incluso la quiebra o casi quiebra de importantes bancos, podría ser "un punto crítico para muchos países en desarrollo".

"La cruda realidad es que los países en desarrollo deben prepararse para una disminución del comercio, los flujos de capital, las remesas y la inversión interna, así como una desaceleración del crecimiento", dijo.

Los altos precios de los alimentos y del combustible, así como la escasez de productos alimenticios básicos, afectaron a varias naciones a principios de este año, provocando disturbios, sufrimiento y malnutrición.

En respuesta, el Banco creó un mecanismo financiero de desembolso rápido, por valor de US$1.200 millones, e instó a alcanzar un Nuevo acuerdo para la política alimentaria mundial para promover el desarrollo agrícola y la seguridad alimentaria en África. El Programa de respuesta a la crisis mundial de alimentos (GFRP, por sus siglas en inglés) desembolsó US$188 millones en 19 países hasta el 2 de octubre, mientras que se han asignado US$663 millones a otras 13 naciones.

El Presidente comentó que el sistema de ayuda internacional no sigue el ritmo de las necesidades que cada día son mayores. Todos los miembros del G-7 están atrasados en el cumplimiento de los compromisos de ayuda que asumieron en la Cumbre de 2005 en Gleneagles.

La nueva red multilateral debe crear un sentido de responsabilidad compartida por el estado de la economía política mundial, incluso el cambio climático, un tema clave para el debate en las próximas Reuniones Anuales, y estabilizar a los Estados frágiles y a los que salen de un conflicto. (Ver el artículo sobre la labor del Banco en los Estados frágiles.)

"Necesitamos este mecanismo para no dejar que los países se debiliten, con todas las consecuencias humanas, económicas y políticas que esto entraña para ellos y sus vecinos. Lo necesitamos, no para acabar con los problemas mundiales después de surgidos sino para anticiparnos a ellos. Lo necesitamos para desarrollar el hábito del diálogo y las relaciones necesarias de confianza antes de que se produzca la crisis. Lo necesitamos para configurar soluciones multilaterales", dijo Zoellick.

Enlace a la noticia: http://go.worldbank.org/GVOO5WRM00

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