Foro de Accra: En pos de una ayuda más eficaz
Banco Mundial, 04/09/2008- Los donantes y las organizaciones de ayuda deberían compartir fondos para reducir los costos de transacción de los gobiernos receptores.
- La eficacia de la ayuda se ha convertido en un asunto más urgente debido al alza del precio de los alimentos y del combustible.
- Es crítico aumentar la cantidad de ayuda que se canaliza a través de los presupuestos nacionales.
Viet Nam fue un imán para la ayuda internacional en 2007, con 752 misiones de donantes —más de tres por día hábil.
En este momento hay en el mundo 230 organizaciones, fondos y programas de ayuda —y continúan multiplicándose—que realizan 70.000 actividades, las cuales sólo reciben en promedio unos US$1,7 millones, mientras que cada país es anfitrión de unas 260 misiones.
Aunque los fondos son bienvenidos, la plétora de proyectos está abrumando a los gobiernos de ingreso bajo con capacidad limitada, al tiempo que perjudica su capacidad de asumir el control de su propio desarrollo, según los expertos.
Del 2 al 4 de septiembre se reunirán en Accra, Ghana, ministros de más de 100 países, altos funcionarios de organismos bilaterales y multilaterales de desarrollo, organizaciones donantes y organizaciones de la sociedad civil para debatir sobre éste y otros temas en el Foro de Alto Nivel sobre la Efectividad de la Ayuda. Este encuentro internacional es organizado por el Banco Mundial, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y el gobierno de Ghana.
Los participantes harán un balance del progreso alcanzado desde el último de estos foros que tuvo lugar en París en 2005, donde se trató de lograr que los donantes trabajaran juntos y apoyaran los esfuerzos de los países en desarrollo por hacerse cargo de su propio proceso.
Aunque en estos últimos tres años se han logrado avances, “todavía hay demasiada falta de coordinación, fragmentación y mucho dinero que fluye al margen del presupuesto”, dice R. Kyle Peters, director de Servicios a Países del Banco Mundial. “La cuestión es cómo podemos trabajar juntos en forma más eficaz para apoyar la capacidad de los países de planificar y dirigir su propio desarrollo, así como reducir sus costos de transacción”.
La eficacia de la ayuda se ha vuelto más apremiante ahora que los precios de los alimentos y el combustible se fueron por las nubes, agrega Peters.
“Es imperativo que actuemos con rapidez, porque la crisis alimentaria ya es una realidad. Queremos cerciorarnos de que no sólo somos expeditos y rápidos, sino que tenemos una buena coordinación”.
Canalización de la ayuda a través de presupuestos nacionales
Un paso fundamental en este sentido es aumentar la cantidad de ayuda que se canaliza a través de los presupuestos nacionales, dice Ngozi Okonjo-Iweala, directora gerente del Banco Mundial.
En países como Afganistán, donde dos tercios de la ayuda se recibe al margen de su presupuesto, la ayuda no permite fortalecer el uso de sus instituciones públicas e instrumentos.
“Es necesario que apoyemos a los países en la creación de instituciones con sus propios mecanismos presupuestarios”, añade.
Cada día son más los donantes dispuestos a prestar apoyo general en cuestiones de presupuesto, posibilitando así que los países sean los autores de sus estrategias de desarrollo.
De los casi 60 países analizados el año pasado, todos lograron avances en este ámbito, y ocho elaboraron una estrategia operacional de desarrollo: Burkina Faso, Etiopía, Ghana, Rwanda, Tanzania, Uganda, Viet Nam y Zambia.
Hasta hace poco tiempo, un país como Tanzania, tenía que lidiar con consultores externos que les decían a los ministerios del gobierno qué debían hacer.
“Hoy en día es completamente diferente. Nos sentamos a conversar y hay mayor comprensión”, dijo el presidente Jakaya Mrisho Kikwete en una entrevista el año pasado. “Además, sabemos lo que queremos. He visto que no sólo es bueno para nosotros, sino que también los donantes están comenzando a considerarlo como una mejor manera de trabajar juntos”.
Progreso del Banco
El Banco Mundial respalda la apropiación del desarrollo a través de sus estrategias nacionales de asistencia basadas en resultados, alineadas con las propias estrategias del país i. Alrededor del 70% de la ayuda que prestó la institución a 33 países analizados en 2007 estuvo en consonancia con las prioridades nacionales, en comparación con el 62% registrado en 2005.
A su vez, el Banco trabaja en forma más estrecha con otros asociados del desarrollo. Casi el 60% de su trabajo analítico se realiza en forma conjunta, muy por encima del 49% de 2005, mientras que se coordina el 85% de la asistencia técnica y el 54% de la ayuda se desembolsa mediante convenios o procedimientos comunes.
Es preciso acelerar el progreso
Los asociados del desarrollo deben consolidar sus alianzas y “trabajar mejor con los nuevos donantes que se están acercado”, como es el caso del sector privado y de los mercados emergentes, dice Okonjo-Iweala.
En Accra, la meta es acelerar el progreso con la esperanza de alcanzar los ocho objetivos del desarrollo del milenio (ODM) para 2015, entre los que figuran erradicar la pobreza extrema y el hambre y alcanzar la educación universal.
Para ello será necesario que los donantes cumplan con los compromisos que asumieron en la Cumbre del Grupo de los Ocho de 2005 en Gleneagles —actualmente faltan unos US$39.000 millones (en dólares de 2004), dice Okonjo-Iweala.
“El crecimiento, la reducción de la pobreza y los ODM son las metas principales”, agrega Peters.
Ayuda eficaz: Dos países ganadores
Dos proyectos del Banco Mundial en Uganda y la India ejemplifican la meta del Banco Mundial de colaborar estrechamente con los asociados en el desarrollo para lograr resultados concretos.
Uganda está aumentando su productividad agrícola mientras que gran parte de África afronta los altos precios y la escasez de alimentos. El país tiene suficientes precipitaciones y tierras adecuadas para el cultivo, pero su éxito se debe también a una estrategia que vincula a los agricultores con la tecnología y los mercados agrícolas, la cual incrementó la productividad en un 27%. El Banco y otros seis donantes reunieron fondos para el Proyecto nacional de servicios de asesoría para la agricultura.
“Nuestro primer logro importante fue que todos convinieron en hacer un fondo común para un programa anual de trabajo”, dice Christine Cornelius, jefa del proyecto. “Preparamos un informe de auditoría, un informe trimestral sobre la marcha del proyecto, un informe anual y tenemos misiones conjuntas con todos los asociados del desarrollo. De este modo, le facilitamos la vida a los que están del lado del gobierno”.
El Proyecto de reducción de la pobreza en el medio rural de Andhra Pradesh, uno de los estados más pobres de la India, ha aumentado los ingresos de millones de personas mediante asociaciones de mujeres pobres para tener acceso a crédito. El gobierno estatal realizó una inversión de US$345 millones en el proyecto, con financiamiento del Banco Mundial y de múltiples donantes, que generó un crédito con un valor de US$2.500 millones de bancos comerciales del sector público y privado. “Pienso que cuando terminemos esa inversión de US$345 millones, los bancos comerciales habrán invertido más de US$5.000 millones”, dice Parmesh Shah, jefe de proyecto del Banco.
La capacitación del personal del gobierno y de las organizaciones no gubernamentales locales fue un componente importante del proyecto, agrega Shah. “Su objetivo es la creación de instituciones a todos los niveles”. El gobierno estatal estableció una organización autónoma, denominada Sociedad para la eliminación de la pobreza en el medio rural, con representantes del gobierno, la sociedad civil, el sector privado y los bancos comerciales, que se ha convertido en el núcleo en torno al cual giran las actividades, explica Shah. “Son los facilitadores. Hacen la mayor parte de las cosas ahora. Nuestro papel es más bien aportar nuevas ideas, nuevos contactos y ayudarles a determinar cuáles son los métodos que funcionan y cuáles no”.
Enlace a la noticia: http://go.worldbank.org/N7DN28IZH0