El impacto del repliegue de los glaciares en los Andes tropicales
Banco Mundial, 05/05/2008
• Desde 1970, los glaciares de los Andes han perdido 20% de su volumen.
• Simulaciones y proyecciones indican que muchos de los glaciares cordilleranos ubicados a menor altura podrían desaparecer por completo en los próximos 10 a 20 años.
• En Ecuador, la ciudad de Quito obtiene 50% del agua de la cuenca hidrográfica de glaciares y en Bolivia, la ciudad de La Paz, el 30%. En Perú, el volumen de la superficie de glaciares que se ha perdido equivale a 7.000 millones de metros cúbicos de agua, cantidad que representa alrededor de 10 años de abastecimiento de agua de Lima.
Walter Vergara, ingeniero químico líder del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, apunta con la mano hacia una mancha blanca en la ladera de la montaña. “¿Ve esa franja de hielo? Solía cubrir toda la montaña”, declara Vergara en el programa Dateline NBC transmitido el 20 de abril acerca de su informe sobre el repliegue de los glaciares en Bolivia.
Cerca de 99% del glaciar Chacaltaya ha desaparecido desde 1940, en circunstancias que inicialmente se había predicho que se mantendría hasta el año 2013, menciona Vergara en su informe “The Impacts of Climate Change in Latin America”. “Ahora, el Chacaltaya ya casi se ha perdido como resultado del calentamiento global, al igual que otros glaciares andinos”, agrega Vergara. “Los gases de efecto invernadero son los principales culpables. La comunidad científica está de acuerdo en que el calentamiento es generado por las actividades humanas”. La pérdida de los glaciares pone en peligro el abastecimiento de agua de 30 millones de personas.
Ante el riesgo que enfrenta el suministro de agua, la agricultura y la generación de energía en el futuro, el Banco Mundial y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial trabajan juntos en la elaboración de estrategias de adaptación para las comunidades locales. Además, el Banco Mundial firmó este mes un acuerdo con el Organismo Espacial Japonés, el que comenzará a entregar información de punta e imágenes de alta resolución para vigilar mejor el repliegue de los glaciares andinos.
Los glaciares ubicados a menor altura podrían desaparecer en 10 años
El 70% de los glaciares tropicales del mundo se ubica en las elevadas cumbres de la Cordillera de los Andes de Perú, Bolivia y Ecuador. Durante los últimos 27 a 35 años, se ha perdido el 22% de la superficie de los 18 glaciares de montaña que hoy existen en Perú, lo que equivale a todos los glaciares de Ecuador. Desde 1970, los glaciares andinos han perdido 20% de su volumen, señala un informe del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI) de Perú.
Se espera que la mayoría de los glaciares de menor tamaño disminuya en el transcurso de una generación. Por otra parte, simulaciones y proyecciones indican que muchos de los glaciares cordilleranos ubicados a menor altura podrían desaparecer por completo en los próximos 10 a 20 años.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) confirma que están ocurriendo cambios térmicos en los sistemas climáticos ambientales. El último informe del IPCC (2007) demuestra con cifras de todos los continentes y la mayoría de los océanos que numerosos sistemas naturales ya se ven afectados por cambios climáticos regionales, en particular por el aumento de la temperatura.
La región de América Latina y el Caribe es particularmente vulnerable a sufrir importantes efectos climáticos, señala el IPCC, y se esperan consecuencias irreversibles para ecosistemas fundamentales. Uno de los efectos más importantes que ya está experimentando la región es el impacto en el suministro de agua y su disponibilidad. Es más, se espera que este impacto se intensifique con el paso de los años.
Un video auspiciado por el Banco Mundial y presentado el año pasado durante la reunión del IPCC en Bali, Indonesia, describe los efectos que ya se hacen sentir en Pucarumi, pequeña comunidad ubicada a los pies de los nevados Andes peruanos. Felipe, pastor de alpacas, ha sigo testigo del retroceso que ha experimentado todos los años el glaciar Ausangate, fuente de vida del lugar. "Nosotros ya sentimos los efectos del cambio climático", dice Felipe. Sin suficiente escorrentía del Ausangate para regar las praderas, sus animales no se desarrollan bien. “Este factor climático nos está causando mucho daño, porque la pérdida de nieve significa que recibimos menos agua”, agrega.
Además de las dificultades de criar ganado en praderas resecas, al disminuir la escorrentía de los glaciares el país se está quedando sin agua para cultivar las patatas nativas y los pobladores deben recurrir a la plantación de costosas “patatas mejoradas y ocupar fertilizantes químicos”.
Repliegue de los glaciares e impactos económicos
Una de las funciones importantes que cumplen los glaciares es su capacidad de regular el suministro de agua mediante la escorrentía durante los períodos secos y más calurosos y el almacenamiento de agua en forma de hielo durante los períodos húmedos y fríos. A medida que los glaciares retroceden, esta función reguladora del agua se verá afectada y, con el paso del tiempo, se perderá.
El área de influencia de este efecto cubre la cadena completa de los Andes tropicales, hogar de más de 30 millones de personas y de una biodiversidad de vital importancia para el mundo. Esto significa que los cambios en el suministro de agua tendrán efectos adversos para las comunidades, la agricultura y la integridad de los ecosistemas andinos. Según Vergara, “la escorrentía en la cuenca del glaciar que alimenta El Alto ha disminuido con el repliegue de los glaciares y el actual suministro de agua apenas alcanza para satisfacer la demanda durante la temporada seca”.
Impacto en el abastecimiento de agua de las ciudades andinas
El acelerado cambio en el suministro de agua pondrá en riesgo a las poblaciones humanas y el abastecimiento de alimentos y, en última instancia, el aumento en el costo del agua puede incidir en la capacidad de estas ciudades de mantener el dinamismo de sus economías locales. Las ciudades grandes de la región dependen de la escorrentía de los glaciares para su abastecimiento hídrico. En Ecuador, la ciudad de Quito obtiene el 50% del agua de la cuenca hidrográfica dependiente de glaciares y en Bolivia, la ciudad de La Paz, el 30%. En Perú, el volumen de la superficie de glaciares que se ha perdido equivale a 7.000 millones de metros cúbicos de agua, cantidad que representa alrededor de 10 años de abastecimiento de agua para Lima.
Impacto en la agricultura
El menor aporte de agua durante las épocas secas y la mayor duración de estas últimas tienen efectos adversos en la agricultura, como ya lo está experimentando la comunidad de Pecarumi.
Impacto en la energía
La mayoría de los países andinos depende de la generación hidroeléctrica para obtener energía: 50% en Bolivia, 73% en Colombia, 72% en Ecuador y 81% en Perú. Este aporte disminuirá en las zonas donde las cuencas hidrográficas dependen de glaciares.
Consecuencias económicas
El repliegue de los glaciares andinos tiene repercusiones tremendas para la economía local. En Perú, por ejemplo, se calcula que el costo incremental anual en el sector de la energía eléctrica es de US$1.500 millones (si no se toman medidas para evitar el racionamiento) o de US$212 millones (en el marco de un escenario de adaptación gradual).
En ambos casos, Perú tendrá que hacer inversiones para aumentar la capacidad de su sistema de energía —muy probablemente recurriendo a energía térmica— al costo de unos US$1.000 millones por gigavatio instalado. Lo anterior se traducirá en costos más altos para el usuario final, situación que por supuesto desencadenará el ciclo vicioso de mayores emisiones de carbono. Según Vergara, las consecuencias económicas del repliegue de los glaciares serán enormes y ascenderán a miles de millones de dólares para el sector de la energía eléctrica.
Medidas de adaptación
La escorrentía desde las cuencas dependientes de glaciares de los Andes es un factor que incide fuertemente en el presupuesto hídrico al asegurar flujos permanentes para fines agrícolas, agua potable, generación de electricidad e integridad del ecosistema. Un cambio del tipo y magnitud como el inducido por el cambio climático que está vinculado con impactos económicos y sociales representa el primer llamado de alerta en torno a la necesidad de adaptación.
Algunas medidas para la adaptación a los efectos climáticos en las cuencas hidrográficas dependientes de glaciares (Bolivia, Ecuador y Perú) incluyen:
• Explotación de fuentes alternativas de abastecimiento de agua, gestión de la demanda hídrica y obras de almacenamiento de agua;
• Diversificación del suministro de energía; y,
• Cambio a cultivos alternativos y desarrollo de sistemas de riego avanzados.
El Banco Mundial trabaja en conjunto con el Fondo para el Medio Ambiente Mundial en la puesta en marcha de medidas de adaptación mediante:
• Apoyo al diseño detallado de algunas medidas de adaptación;
• Ejecución de proyectos de adaptación experimentales –regionales y estratégicos– para abordar los impactos más importantes del repliegue de los glaciares en algunas cuencas;
• Respaldo a la observación y evaluación permanente del repliegue de los glaciares y sus efectos asociados en la región.
Los proyectos se preparan con la asistencia de un grupo multidisciplinario que incluye conocimientos especializados en glaciología, detección a distancia, agricultura, suministro de agua y energía y desarrollo rural.
Artículo original:
http://go.worldbank.org/TSLV1N8XU0