Los indicadores de buen gobierno mundial dan muestras de progreso en África al sur del Sahara

Banco Mundial, 18/07/2007

10 de julio de 2007 — En el nuevo informe sobre los indicadores de buen gobierno mundial, del Instituto del Banco Mundial y la Vicepresidencia de Economía del Desarrollo del Banco, se señala que países de todo el mundo, incluidas algunas de las naciones más pobres de África, han logrado "avances considerables" en el mejoramiento de la gestión de gobierno y la lucha contra la corrupción durante el decenio pasado.

En dicho período se han observado mejoras significativas en países tan distintos como Indonesia, Tayikistán, Serbia y la República Eslovaca. En África, en particular, algunos países como Níger, Sierra Leona, Angola, la República Democrática del Congo, Liberia, Tanzanía y Rwanda dieron muestras de avances notables en determinadas dimensiones de la gestión de gobierno desde 1998. Incluso durante el período relativamente corto transcurrido desde 2002, se han observado grandes adelantos en algunos aspectos de la gestión pública en países tales como Liberia, Angola, Argentina y Georgia.

Según Daniel Kaufmann, uno de los autores del informe y director de Buen Gobierno Mundial del Instituto del Banco Mundial, los progresos logrados en países de seis continentes son "noticias esperanzadoras", aunque "en general, no existen muestras de que la gestión de gobierno en el mundo en su conjunto haya mejorado cabalmente durante el último decenio. Es un panorama muy variado. Lo bueno es que ciertos países, incluidas algunas de las naciones más pobres de África, deciden avanzar y le muestran al mundo que es posible lograr progresos considerables en el mejoramiento de la gestión de gobierno en un período relativamente corto, es decir, en menos de una década. De todos modos, también es cierto que otros países han quedado rezagados o incluso han empeorado".

Durante el mismo lapso se produjeron considerables deterioros en la gestión de gobierno de países como Côte d'Ivoire, Zimbabwe y la República Bolivariana de Venezuela.

En el informe se aclara que los indicadores no constituyen una categorización internacional precisa de los países. En "A Decade of Measuring the Quality of Governance" (Diez años de mediciones de la calidad de la gestión de gobierno), un informe que acompaña el volumen anual detallado de los indicadores, dice que "las autoridades y los miembros del ámbito académico coinciden en que el buen gobierno es un elemento importante del desarrollo económico. El 'dividendo del desarrollo' que se logra con el buen gobierno es muy elevado. Basándose en los indicadores, los investigadores calculan que cuando la gestión de gobierno mejora un punto su desviación estándar, los ingresos aumentan tres veces a largo plazo y la mortalidad infantil desciende dos tercios".

El Instituto del Banco Mundial indica que las investigaciones han demostrado la influencia del buen gobierno en la eficacia de la ayuda en general y en el éxito o fracaso de los proyectos del Banco Mundial en particular.

El volumen de indicadores completo, denominado "Governance Matters VI", muestra cómo se arman los seis indicadores agregados. Se basan en 33 fuentes independientes de datos y en cientos de variables para captar las opiniones sobre la gestión de gobierno de decenas de miles de encuestados del hogar y la empresa, así como centenas de organizaciones no gubernamentales y expertos en sector público, y proveedores de información sobre empresas comerciales de todo el mundo.

Los indicadores miden la representación y la rendición de cuentas, la estabilidad política y la ausencia de casos graves de violencia, la efectividad gubernamental, la calidad regulatoria, el estado de derecho y el control de la corrupción.

Tanto el nuevo volumen e informe de 2007 como el renovado sitio web interactivo ofrecen el conjunto completo de datos de los indicadores, que abarca 212 países y territorios desde 1996 hasta 2006.

Los indicadores de buen gobierno mundial, producto de un proyecto de investigación de 10 años, no constituyen una clasificación oficial del Banco Mundial y no reflejan necesariamente las opiniones formales de éste ni se utilizan para asignar los recursos del Banco entre los países. "Ésa es la función de las evaluaciones de las políticas e instituciones nacionales sobre los países prestatarios de la AIF (Asociación Internacional de Fomento, parte del Banco Mundial), conforme a lo que viene siendo exigido por sus suplentes", dijo Aart Kraay, coautor del informe.

Kaufmann, Kraay y el tercer autor, Massimo Mastruzzi, hacen hincapié en la importancia de trabajar con transparencia y señalan que el sitio web i fue rediseñado para ofrecer acceso total a los indicadores individuales que conforman los indicadores agregados. Destacan también la importancia de evitar las comparaciones superficiales y las explicaciones económicas muy simplificadas que acentúan las pequeñas diferencias entre momentos y países. Dicen que los usuarios deben recordar que, junto con el puntaje que recibe cada país, se indican claramente los márgenes de error correspondientes. Agregan que el objetivo de este conjunto de datos es establecer una norma de transparencia, mientras explican que han presentado trabajos escritos sobre los indicadores en publicaciones especializadas y preparado capítulos de libros.

Los indicadores de buen gobierno mundial han provocado debate y discusiones acerca de su alcance y limitaciones a la hora de supervisar la gestión de gobierno de un país y de contribuir a las estrategias específicas de reforma nacional. Los autores destacan que los datos agregados de los indicadores son apenas el punto de partida para identificar los puntos fuertes, los puntos débiles y las tendencias generales, así como para generar ideas sobre el buen gobierno en el contexto de países específicos.

Según los autores, el próximo paso importante es examinar las numerosas fuentes de datos individuales y las variables en las que se basan los indicadores, de manera de obtener un panorama más desagregado, y confiar en herramientas complementarias de medición y evaluación nacionales, como los diagnósticos por países sobre buen gobierno y lucha contra la corrupción, i que ya se han llevado a cabo en más de 20 países junto con los interesados y las instituciones locales.

Kaufmann dijo que no sólo los países en desarrollo se enfrentan a los desafíos del buen gobierno. Agregó que los nuevos datos de los indicadores sirven para mostrar que varias economías emergentes tienen mejor puntuación en la gestión de gobierno y la lucha contra la corrupción que algunas economías industrializadas ricas. Además, señaló que las investigaciones apuntan a los continuos sobornos utilizados por muchas multinacionales con sede en países de la OCDE que operan en mercados emergentes.

Dijo, además: "Aun cuando el conjunto de indicadores sólo evalúa a los países por la gestión de gobierno, y se excluyen las instituciones financieras internacionales, hemos reconocido expresamente nuestra necesidad de “predicar con el ejemplo”, esforzándonos por obtener niveles de buen gobierno ejemplares dentro de nuestra institución y promoviendo reformas de gestión interna y cambio".

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