La informalidad en ALC - Barreras al crecimiento y al bienestar social

Banco Mundial, 30/05/2007

La informalidad en ALC – Barreras al crecimiento y al bienestar social

Washington DC, 23 de mayo de 2007 – La informalidad en el empleo puede conducir a un equilibrio social que no es el óptimo y en el que muchos trabajadores quedan sin ningún tipo de protección ante situaciones inesperadas relacionadas con la salud y el empleo, y ante la pobreza cuando son ancianos.

Sólo en América Latina y el Caribe, el empleo informal asciende a 54% en las zonas urbanas, cifra que en los últimos años ha mostrado una tendencia preocupante. Esta situación podría atribuirse en parte al marcado aumento en los sueldos mínimos en algunos países y a políticas macroeconómicas inadecuadas, como indica el reporte La informalidad: escape y exclusión, realizado por el Banco Mundial.

En el caso del empleo informal, el estudio presenta dos grupos: el de los trabajadores informales independientes, a los que corresponde 24% del total del empleo urbano, y el de los trabajadores informales asalariados, con un 30% del empleo total urbano y más de la mitad de todo el trabajo informal, en ambos casos, porcentaje que varía de país en país.

El estudio explica que el aumento de informalidad laboral durante la década de los 90, podría estar relacionado con cambios en el mercado laboral y la legislación en seguridad social, a la falta de capacidad para aplicar las leyes y al aumento de la disponibilidad de planes de protección social que no exigen contribuciones destinadas a los trabajadores informales.

De acuerdo al estudio, la informalidad ha suscitado una atención cada vez mayor como una posible barrera al crecimiento y al bienestar social y como una fuerza que deteriora la integridad de las sociedades en la región, situación que podría subsanarse si los encargados de formular políticas se concentraran en mejorar las condiciones que impulsan la productividad y también en identificar las barreras, costos y beneficios disponibles para las compañías y los trabajadores informales para que participen en el sector formal.

¿Mecanismos excluyentes o políticas públicas?

De acuerdo con el informe, elaborado por Guillermo Perry, Economista jefe del Banco Mundial y los economistas del Banco Mundial Omar Arias, Pablo Fajnzylber, William Maloney, Andrew Mason y Jaime Saavedra, hoy en día la informalidad se puede observar desde dos puntos de vista: exclusión y escape. En la exclusión los trabajadores informales se excluyen de los beneficios otorgados por el Estado o de los circuitos económicos. El segundo punto de vista plantea que muchos trabajadores, empresas y familias seleccionan los mandatos y las instituciones del Estado que más les acomoden, para luego analizar la situación y decidir si deben cruzar hacia la formalidad o no.

En América Latina los mecanismos de exclusión pueden ser más importantes en algunos países y los de escape en otros, por sus diferencias históricas, institucionales y legales. El sector informal en la región es sumamente heterogéneo y en algunos casos puede ser prácticamente imposible distinguir entre las situaciones de exclusión y de escape.

Sin importar si la informalidad es una consecuencia de políticas públicas o de mecanismos excluyentes o el resultado de decisiones relacionadas con el costo y el beneficio hacia las empresas y las personas que las llevan a salirse de las instituciones formales, representa una crítica fundamental al Estado latinoamericano, ya que es una indicación de que éste no estaría cumpliendo con su función reguladora del sistema de protección y del mercado laboral.

Dando marcha atrás

La informalidad: escape y exclusión sostiene que un cambio en las políticas públicas podría llegar a revertir las tendencias de crecimiento de informalidad registradas, pero que sin mejoras en el diseño de programas sociales o en la productividad agregada, el número de microempresas caracterizadas por una elevada rotación del personal, perspectivas de crecimiento limitadas y baja productividad, continuará en aumento y sin una salida directa hacia la formalidad.

Otras de las soluciones presentes en el reporte son la necesidad de optimizar el capital humano –para evitar que los trabajadores no calificados sigan prefiriendo el empleo por cuenta propia--, el diseño de redes de seguridad social, una legislación laboral que considere una perspectiva más integrada del mercado laboral y el análisis de costo beneficio que los trabajadores y las empresas hacen para decidir si van a interactuar con las instituciones formales.

Por último, el estudio indica la necesidad de una reducción de las reglamentaciones e impuestos excesivos que segmentan el mercado laboral, y hace hincapié en la importancia de la creación de un contrato social que sea eficaz e incluyente, en el que la mayoría de las personas se sientan obligadas a participar y acatar los mandatos del Estado, para modificar la cultura generalizada de incumplimiento que se observa en la mayoría de los países de la región.

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