La próxima etapa de la globalización

Banco Mundial, 24/01/2007

Imagine un mundo en que los países en desarrollo sean los motores del crecimiento económico mundial.

Imagine también un mundo en donde la mitad o más del poder adquisitivo de la economía mundial provenga de los países en desarrollo, y que éstos sean el hogar de unos 1.200 millones de habitantes de clase media.

Por último, imagine un mundo en que el número de personas que vive con menos de US$1 al día haya descendido del nivel actual de 1.100 millones a 550 millones en 2030.

Todas estas hipótesis se plantean en un nuevo informe del Banco Mundial titulado Perspectivas económicas mundiales 2007: Afrontar la nueva etapa de la globalización.

La hora de los países en desarrollo

Según las palabras del autor principal del informe y asesor económico del Departamento de Comercio Internacional, Richard Newfarmer, este mundo transformado refleja la continuación de las tendencias recientes. Durante el último decenio, el crecimiento de los países en desarrollo se ha acelerado y, de acuerdo con las previsiones, continuará siendo sólido a mediano y largo plazo.

“Estimamos que la tasa de crecimiento de los países en desarrollo alcanzará el 7% este año y superará el 6% en 2007 y 2008, lo que representa un ritmo de crecimiento más del doble de rápido que el registrado en los países de ingreso alto, que será de aproximadamente un 2,6%”, afirma Hans Timmer, jefe del equipo del Banco responsable de las previsiones.

“Esto marca el tercer año de crecimiento verdaderamente sólido y la continuación de la tendencia al crecimiento de los países en desarrollo, impulsada principalmente por el mejor desempeño de muchos y no por el rápido crecimiento de unos pocos”, agrega Timmer.

Avances en la reducción de la pobreza

Newfarmer expresa que los países en desarrollo se convertirán un la fuerza motriz de la economía mundial.

“Calculamos que la participación de las economías en desarrollo en el comercio mundial aumentará prácticamente un 50% para 2030”, dice. “Eso representa un incremento sustancial en comparación con el 30% actual. Estos países, además, podrían llegar a tener una participación del 60% en el PIB mundial en términos de paridad del poder adquisitivo”.

En el informe se indica que el crecimiento será generalizado y que la incidencia de la pobreza extrema descenderá del 25% actual a menos del 8%.

Futuro incierto para trabajadores no calificados

En el informe también se habla de que algunos grupos podrían verse marginados y que los trabajadores no calificados serían los más vulnerables.

“A los trabajadores no calificados les resultará más difícil conseguir empleo o aumentos de sueldo”, señala Uri Dadush, director del Grupo de análisis de las perspectivas de desarrollo y del Departamento de Comercio Internacional del Banco.

“Es cierto que a nivel mundial disminuirá la desigualdad porque los países en desarrollo continúan aproximándose a los desarrollados, pero es posible que dentro de los países en desarrollo la diferencia se acentúe. Esto quiere decir que el gobierno deberá encontrar los medios para facilitar la adaptación y ayudar a esos trabajadores que quedan rezagados”.

Riesgos para África

En el informe se explica que será especialmente difícil garantizar que África al sur del Sahara se beneficie con la próxima etapa de la globalización. Si bien la región ha obtenido mejores resultados durante los últimos años —un crecimiento del 5,3% en 2006— y se espera que descienda la incidencia de la pobreza, el avance general continúa siendo demasiado lento.

El rápido crecimiento de la población y el aumento brusco del número de jóvenes indican que la cantidad absoluta de personas de África que viven en la pobreza extrema se podría mantener más o menos constante.

En consecuencia, para África al sur del Sahara la pobreza será un problema mayor de lo que es en la actualidad: según las estimaciones, para 2030 se duplicará la proporción de personas más pobres del mundo que vive en esta región.

No obstante, en el informe se aclara que África al sur del Sahara podría ser también la región más beneficiada por la integración, ya que podría aprovechar las diferencias de tecnología y salarios para impulsar un mayor crecimiento sostenido. Pero para lograrlo, deberá llevar a cabo reformas que fortalezcan el clima para las inversiones y contar con un mayor volumen de ayuda para las actividades de infraestructura.

Mayor colaboración multilateral

En el informe se advierte seriamente que los beneficios del crecimiento y la globalización podrían verse en peligro si no se administran adecuadamente las cuestiones ambientales a nivel mundial.

Al respecto, se destacan tres esferas principales —mitigación del cambio climático, lucha contra las enfermedades infecciosas y conservación de los recursos pesqueros marinos— en las que los gobiernos deben trabajar conjuntamente a fin de formular políticas de protección de estos “bienes mundiales”.

Dadush observa que “si un país actúa por su cuenta, sólo logrará un efecto marginal en el control de las emisiones de carbono, la sostenibilidad de los recursos pesqueros del mundo o la prevención de un brote mundial de enfermedades infecciosas”.

“Estamos hablando de cuestiones fundamentales que atañen a todos los habitantes del mundo y que deben contar con una adecuada coordinación para llegar a buen puerto. Sin coordinación, no será posible avanzar”.

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