Comida caliente y esperanza para los niños de los barrios pobres de Haití
Banco Mundial, 02/11/2006COMIDA CALIENTE Y ESPERANZA PARA LOS NIÑOS DE HAITI
A pesar de su nombre acogedor, Cité Soleil es uno de los barrios más pobres y peligrosos de Puerto Príncipe, capital de Haití. En los últimos tres años, la zona, que la gente describe como una “mezcla entre Bagdad y Mogadisto”. ha estado dominada por bandas armadas a favor del expulsado ex presidente Aristide y contrarias al gobierno de transición de dos años instaurado en 2004. Las tropas de las Naciones Unidas emplazadas en el país no pudieron restablecer el orden y los donantes, muchas ONG y la policía abandonaron el barrio por motivos de seguridad.
Las primeras señales de retorno a la calma surgieron en Cité Soleil desde la transición pacífica a un gobierno elegido democráticamente en febrero de este año. Con apoyo de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), el nuevo gobierno encabezado por el Presidente René Préval lanzó un programa de desarme, desmovilización y reintegración para persuadir a los grupos, con cierto éxito, de que depongan las armas.
En octubre, la policía entró a la zona por primera vez en tres años y fue bien recibida por los residentes locales. Ahora las tropas de las Naciones Unidas se preparan para apoyar un programa de lucha contra la violencia orientado a los antiguos miembros de las bandas armadas y la juventud en situación de riesgo.
A pesar de estos promisorios avances, las necesidades sociales todavía son enormes en este barrio. La mayoría de los 350.000 habitantes de Cité Soleil no cuenta con servicios básicos y sólo alrededor de 50% de los niños entre 4 y 16 años asiste a la escuela. La comida es difícil de conseguir y los residentes más pobres preparan “galletas de arcilla” hechas con una mezcla de tierra, mantequilla, sal y especias que se venden en lotes de tres a cuatro por un dólar haitiano (12 centavos de dólar americano).
En este entorno tan difícil, el Banco Mundial está apoyando un programa de alimentación escolar para los niños de Cité Soleil y otras zonas pobres de Haití, el país más pobre del Hemisferio Occidental y uno de los más desfavorecidos del mundo. En Haití, el 78% de sus ocho millones de habitantes vive por debajo de la línea de pobreza de US$2 al día y cerca de la mitad de la población es analfabeta.
El programa se inició el 25 de septiembre con la distribución de comida a 5.600 escolares de Cité Soleil y así la cantidad de niños que reciben comida caliente aumentó a unos 23.906 escolares (43% de los niños en edad escolar de la zona). Muy pronto unos 2.800 escolares adicionales de otro barrio pobres, Bel Air, también recibirán comida caliente. Al mismo tiempo, el programa prestará apoyo a otro programa más antiguo creado en el marco del Proyecto de alimentación escolar para países de bajo ingreso en dificultades (LICUS, por su sigla en inglés) destinado a 7.500 escolares de Plateau Central, uno de los departamentos más pobres de Haití.
"Niños bien alimentados y bien educados son la mejor esperanza para forjar un futuro mejor en Haití", señaló Caroline Anstey, directora del Banco Mundial para el Caribe. “El programa de alimentación escolar aumentará la cantidad de niños que asisten a la escuela en algunas de las zonas más pobres del país y mejorará su nutrición. Así tendrán la energía que necesitan para poder aprender".
Los padres, los maestros y los mismos niños han reaccionado positivamente al programa:
• Los padres agradecen la ayuda alimenticia, porque “ahora podemos usar el escaso dinero que tenemos para otras prioridades, como medicinas y el alquiler de la casa”.
• Los maestros de Plateau Central dicen que “los niños no quieren perderse la primera merienda de la mañana al inicio de la jornada escolar, de modo que se preocupan de llegar a tiempo a la escuela”.
• Los niños dicen que les encanta la comida, pero que les gustaría que fuera más variada: “¡No sólo frijoles y arroz hoy y arroz y frijoles mañana!”
El programa de alimentación escolar se financia mediante una donación de US$250.000 proveniente del Fondo para situaciones posteriores a conflictos (PCF, por su sigla en inglés) y una donación de US$300.000 del gobierno de Brasil. Forma parte del Programme d’Apaisement Social del Presidente Préval que pretende crear esperanzas y oportunidades para ayudar a las zonas pobres y en particular a las comunidades más marginadas de Haití.
El Programa nacional de alimentación escolar de Haití pondrá en marcha el programa en Bel Air y contratará los servicios del Bureau pour la Nutrition et le Développement (BND, Oficina para la nutrición y el desarrollo) para ejecutar el proyecto en Cité Soleil y Plateau Central.
La BND, que trabaja junto con el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Unión Europea para obtener alimentos importados subvencionados, prueba diferentes menús para encontrar el medio mejor y más eficiente en función de los costos para encarar las deficiencias nutricionales en las dietas de los niños.
“Ahora muchos más de los niños de Cité Soleil y de otros barrios y áreas pobres de Haití tienen la esperanza, al igual que sus padres, de encontrar un futuro cercano mejor en estas y otras zonas que emergen de conflictos”, manifestó Robert Padberg, jefe de la BND y Cónsul Honorario de los Países Bajos.
Dado los elevados niveles de inseguridad, la ejecución de los programas de alimentación escolar sólo puede realizarse con la participación de los socios de la BND –como grupos que han estado trabajando por muchos años en los barrios pobres y que, por lo tanto, se han ganado la confianza de la población local. Dos organizaciones ayudarán en la ejecución del proyecto del Fondo PCF en Cité Soleil: Hands Together y St. Jude Medical and Educational Mission.
“Trabajaremos para incorporar a otros donantes, lograr la participación de otros sectores de la comunidad en la preparación de las comidas de los niños y fortalecer la capacidad del Programa nacional de alimentación complementaria (NSFP, por su sigla en inglés) para que funcione en forma independiente”, comentó Luc Razafimandimby, gerente del Banco Mundial para el proyecto.
En fecha reciente y, bajo la iniciativa del Banco Mundial se creó un comité directivo conformado por el NSFP, el Programa Mundial de Alimentos, la Organización Panamericana de la Salud, la UNICEF, diversas ONG internacionales y los Ministerios de Salud y Educación. El comité estará a cargo de coordinar el funcionamiento de la alimentación escolar en Haití.
Con el tiempo, el programa de alimentación escolar pasará a formar parte del proyecto de Educación para Todos que está preparando el Banco Mundial. Por otra parte, el Banco Mundial apoya de manera más general la cohesión social en Cité Soleil y Bel Air mediante una donación del Fondo PCF de US$1,25 millones orientada a llevar a cabo proyectos comunitarios y fortalecer las organizaciones de la comunidad.