Crecimiento de China e India es positivo para América Latina
Banco Mundial, 26/09/2006
SINGAPUR, a 18 de septiembre de 2006 — El acelerado crecimiento de China e India es en general positivo para América Latina y el Caribe, a pesar de los efectos adversos de la competencia asiática en algunos países e industrias, señala un nuevo estudio del Banco Mundial presentado hoy aquí.
Según el estudio La respuesta de América Latina y el Caribe al crecimiento de China e India: hallazgos generales de investigación y sus repercusiones en las políticas públicas, la preocupación existente de que ambos países estarían desplazando a América Latina de los mercados mundiales de bienes, servicios, inversión extranjera directa e innovación puede ser engañosa.
“El fuerte crecimiento experimentado por China e India no es un juego de suma cero para América Latina y el Caribe”, dijo Guillermo Perry, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe y uno de los autores de informe. “La mayor presencia de ambas economías asiáticas ha tenido efectos generales positivos en la región, pero nuestros países no han aprovechado plenamente los crecientes mercados de China e India ni las oportunidades globales generadas por nuevas redes de producción y el bajo costo de los insumos intermedios”.
En la actualidad, la participación de China e India en las exportaciones mundiales es 50 por ciento mayor que la de América Latina y el Caribe (ALC), mientras que en 1990 ocurría justamente lo contrario. Pero a diferencia de lo que muchos piensan, las exportaciones de servicios realizadas por ALC a EE.UU., su principal mercado, son siete veces mayores que las exportaciones conjuntas de China e India.
El estudio preparado por los economistas del Banco Mundial, Daniel Lederman, Marcelo Olarreaga y Guillermo Perry, incluye como uno de los efectos positivos de las dos economías asiáticas en ALC, el alza de precios de los productos básicos como resultado de las mayores adquisiciones de China e India, lo cual beneficia a los exportadores de productos como el cobre y la soya de América de Sur.
Asimismo, el aumento de las oportunidades de exportación a los mercados asiáticos, las nuevas alternativas de producción vinculadas con los insumos intermedios más baratos provenientes de China e India, los efectos y expansión de la innovación, y los mayores flujos de inversión y financiamiento (China, por ejemplo, se ha convertido en un gran exportador de capital neto contribuyendo así a bajas tasas de interés en todo el mundo).
Por otra parte, el informe indica que estos beneficios generales no han estado exentos de algunos sufrimientos. Algunas industrias, empresas y regiones, en especial de México y América Central, se han visto afectadas negativamente por el rápido crecimiento de China e India. Entre estos sectores se encuentran la maquinaria industrial y eléctrica, productos electrónicos, equipos de transporte y textiles.
Sin embargo, el estudio hace hincapié en la diversidad existente en la región. Algunos países han respondido al desafío asiático con cambios en su patrón de especialización en favor de industrias de uso intensivo de recursos naturales y de conocimientos científicos. En el caso de la industria de confecciones, Costa Rica y República Dominicana se están especializando en la producción textiles y vestimentas de mejor calidad y mayores precios, mientras que otros países, como Haití y Nicaragua, se están orientando a productos que utilizan mano de obra poco calificada y de salarios más bajos.
En el caso de México, el informe señala que es el único país de América Latina cuyas ventajas comparativas se han movido en la misma dirección que las dos economías asiáticas. Por lo tanto, ha sido el país más afectado por el surgimiento de China e India.
“En vez de responder con políticas proteccionistas, la región debe adoptar estrategias agresivas para aprovechar los efectos positivos del fuerte crecimiento de China e India, aumentar su participación en los mercados y fortalecer la agenda de desarrollo”, señaló Perry. “Los países necesitan mejores políticas de innovación y educación para ayudar a empresas y trabajadores a mejorar su competitividad, y adquirir las habilidades necesarias para avanzar hacia productos de mayor calidad y uso de conocimientos científicos”.
Además de la educación y la innovación, el informe sostiene que los gobiernos de ALC necesitan contar con políticas que faciliten el desarrollo rural y la creación de industrias basadas en recursos naturales, para así ayudar a las economías a responder positivamente a la mayor demanda y precios de los productos básicos. El informe además recomienda fortalecer, en coordinación con el sector empresarial, la promoción de las exportaciones y las inversiones en los dos mercados asiáticos, y ayudar a la mejor integración de las empresas de ALC a las cadenas mundiales de producción.
Para obtener mayor información acerca del trabajo de la labor del Banco Mundial en América Latina y el Caribe, visite:
http://www.worldbank.org/lac