El Banco Mundial anuncia una estrategia para combatir la corrupción
Banco Mundial, 18/04/2006
Ciudad de Washington, 11 de abril de 2006. El presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, expuso sucintamente una estrategia integral de lucha contra la corrupción —un grave obstáculo que impide el desarrollo y merma la eficacia de los gobiernos—. En el discurso pronunciado en Yakarta, Indonesia, Wolfowitz describió un plan para ampliar la labor que desempeña el Grupo del Banco Mundial en materia de gestión pública y lucha contra la corrupción en tres ámbitos: a nivel de cada país, en los proyectos del Banco y a través de asociaciones con diversas partes interesadas.
“La corrupción es la causa fundamental de la ineficacia de los gobiernos”, afirmó Wolfowitz. “La corrupción debilita los sistemas y distorsiona el mercado. A la larga, los gobiernos y los ciudadanos sufren las consecuencias en términos de ingresos más bajos, menor inversión y mayor inestabilidad de la economía. Pero cuando los gobiernos cumplen su función —cuando enfrentan la corrupción y mejoran el estado de derecho— pueden aumentar hasta cuatro veces su ingreso nacional”.
A nivel de cada país, Wolfowitz manifestó que se fortalecerán las medidas de gestión pública y lucha contra la corrupción en todos los instrumentos del Banco, entre ellos los préstamos, las donaciones, la investigación y la asistencia técnica. El Banco incrementará sus inversiones en esferas tales como la reforma judicial, la reforma de la función pública, los medios de comunicación y la libertad de información, y la descentralización de los servicios públicos. Para medir los progresos logrados se usarán herramientas como el informe Doing Business, publicado anualmente por la Corporación Financiera Internacional, y los indicadores de la gestión pública mundial. Además, el Banco seguirá trabajando en estrecha colaboración con la sociedad civil para que estos grupos puedan proporcionar contrapesos y salvaguardias y fomentar la responsabilidad en sus gobiernos.
“La lucha contra la corrupción es un compromiso de largo plazo y no podemos esperar resultados de la noche a la mañana. Exige contar con una estrategia de largo plazo que aborde el problema sistemática y progresivamente y exige el compromiso y la participación del gobierno, los ciudadanos y el sector privado”, agregó Wolfowitz.
En los proyectos, el Banco está implementando un nuevo sistema para reducir al mínimo la corrupción en los proyectos que financia. Se destacarán en las oficinas de los países equipos de lucha contra la corrupción, cuya finalidad será colaborar con las instituciones públicas locales, como las unidades de auditoría y las comisiones de lucha contra la corrupción, para proteger los proyectos que reciben apoyo del Banco y fortalecer los sistemas de adquisiciones públicas. Se están preparando estrategias de lucha contra la corrupción para los proyectos del Banco Mundial, que se publicarán en Internet a fin de permitir que las partes interesadas se informen acerca de las medidas que se adoptan para evitar el desvío de los recursos.
El Banco está fortaleciendo su propia unidad de investigación mediante la incorporación de personal, conocimientos especializados y los recursos necesarios para detectar el fraude e investigar las denuncias de corrupción en los proyectos que financia, en particular en los proyectos de alto riesgo.
“Estamos cambiando la manera en que diseñamos nuestros proyectos, de modo que en ellos se aborden desde un principio los incentivos y las oportunidades para luchar contra la corrupción”, señaló Wolfowitz. “Hacer cumplir las normas no basta para terminar con la corrupción. Cuánto hagamos y el progreso que logremos depende del deseo, tanto de los gobiernos como de la sociedad civil, de crear las condiciones adecuadas para un desarrollo firme, sólido y sostenido”.
El Banco también incrementará las asociaciones con los grupos que pueden adoptar medidas para mejorar la gestión pública. Además, trabajará con los países ricos en la búsqueda de soluciones para impedir las transferencias de dinero robado a cuentas bancarias en el exterior y medidas para exigir a las empresas privadas que rindan cuentas en lo tocante a la exportación de corrupción a las economías emergentes. Wolfowitz y los presidentes de los bancos multilaterales de desarrollo están analizando un método común para combatir la corrupción, así como una estrategia uniforme respecto de la elaboración de una lista negra de empresas involucradas en actos de corrupción relacionados con proyectos de sus respectivas instituciones, y la divulgación de la información sobre esas empresas. Asimismo, el Banco forjará asociaciones con el sector privado, que sufre enormes pérdidas cuando la corrupción está arraigada y no se respeta el imperio de la ley.