Agua para el crecimiento responsable

Banco Mundial, 22/12/2005

Para las naciones más pobres del mundo, la escasez o el exceso de agua puede traducirse en desastre.

El mes pasado, las lluvias torrenciales provocaron deslizamientos de tierra en Filipinas, que arrasaron con una aldea de 1.800 habitantes.

La gran sequía que afecta a África, y la consiguiente escasez de alimentos, amenaza la vida de millones de personas. En Kenia, se ha desatado una lucha a raíz de la escasez de agua y pastos.

Las situaciones extremas relacionadas con la disponibilidad del agua afectan de manera inaceptable al mundo en desarrollo, señala David Grey, Asesor Superior de Agua del Banco Mundial.

Los monzones, las sequías, la drástica reducción de los recursos acuíferos y los tifones devastan a los países pobres porque están económicamente sumergidos en un pozo demasiado profundo para poder reducir su riesgo, agrega. "Esta es una situación muy seria y continúa empeorando", dice Grey, miembro de una delegación del Banco que asistirá al IV Foro Mundial del Agua a celebrarse en la Ciudad de México, los días 16 al 22 de marzo del corriente. Los países más pobres del mundo necesitan ayuda para poder dar un giro a esta situación, expresa la economista del Banco, Claudia Sadoff, en su documento base, Agua para el crecimiento responsable, cuya publicación coincide con el foro del agua. La ayuda necesaria consiste en financiamiento público y privado con miras a promover el aprovechamiento responsable del agua en los países más indigentes y reducir la pobreza.

"Este no es un debate ideológico – la cuestión es movilizar los recursos para hacerlo", dice Grey.

La situación es grave

El número de personas que carecen de acceso a agua ya se eleva a 1.000 millones en todo el mundo.

Tan sólo en América Latina, cerca del 15% de la población – aproximadamente 76 millones de personas – carecen de agua segura, mientras que 116 millones no tienen acceso a servicios de saneamiento, comenta Kathy Sierra, Vicepresidenta de Infraestructura del Banco, que encabeza la delegación al Foro Mundial del Agua.

Según Sierra, la falta de infraestructura hidráulica está impidiendo el progreso del mundo en desarrollo.

En Etiopía, el potencial de crecimiento y desarrollo del país está tan directamente ligado a las precipitaciones que incluso una simple sequía puede reducir el potencial de crecimiento en un 10% a lo largo de un período prolongado, mientras que los niveles históricos de variabilidad parecen disminuir el potencial de crecimiento en más de un tercio.

En Yemen, la disponibilidad de agua depende enteramente de las precipitaciones fluviales, las aguas subterráneas y las inundaciones repentinas. El país no cuenta con instituciones eficaces que puedan hacer frente a una de las crisis más graves del mundo en lo que a agua se refiere. En consecuencia, la disminución de las fuentes hídricas amenaza con desplazar a las poblaciones.

En Kenia, la sequía causada por La Niña en 1998-2000 y las inundaciones causadas por El Niño en 1997-98 provocaron la caída del PIB en un 16% y 11%, respectivamente. La industria sufrió el 58% de las pérdidas totales.

Las historias de Etiopía, Yemen y Kenia se describen en las "Estrategias de asistencia al país en el campo del agua", preparadas por grupos del Banco.

Agua y crecimiento

Las naciones ricas aprovecharon el agua en las primeras etapas de su desarrollo y convirtieron este recurso en un motor para el crecimiento, dicen Grey y Sadoff. Bendecidas con climas generalmente más benignos e infraestructuras hidráulicas bien establecidas, los países desarrollados pueden absorber desastres naturales asociados con el agua, como fue el caso del huracán Katrina.

Grey y Sadoff dicen que los países en desarrollo necesitan cierta “seguridad hídrica", definida como la provisión confiable de agua y un nivel aceptable de riesgos a causa de inundaciones y de otros sucesos impredecibles, entre ellos, aquellos relacionados con el cambio climático.

Pero los países en desarrollo están atrapados en un callejón sin salida. Por un lado, no cuentan con recursos económicos para construir infraestructura o mejorar la gestión del agua que necesitan para lograr esa seguridad hídrica y, por el otro, carecen de la seguridad hídrica que les ayudaría a crecer y generar riqueza para proyectos de infraestructura.

Grey y Sadoff consideran que existe un fuerte nexo entre la sofisticación de la gestión de los recursos hídricos de unpaís y su salud económica. Los inversionistas evitan aquellos países que tienen una producción impredecible de alimentos, problemas de salud a causa de la calidad deficiente del agua y un suministro poco confiable de electricidad. La inversión no fluye hacia aquellos lugares – agregan – donde las catástrofes causadas por el agua ocasionan enormes problemas socioeconómicos y grandes pérdidas de vidas.

Inversión necesaria

Grey y Sadoff señalan cuatro formas en que las inversiones en la gestión de los recursos hídricos y la infraestructura hidráulica pueden ayudar a reducir la pobreza en el mundo en desarrollo:

• Regulación de ríos y almacenamiento de agua, tanto natural como artificial

• Proyectos de recursos hídricos destinados a los pobres, como la recuperación de las zonas de captación de aguas degradadas en las regiones pobres

• Proyectos generales de servicios de agua, por ejemplo, mejorar el funcionamiento de las empresas de suministro de agua

• Iniciativas que benefician directamente a los pobres, como es el caso de proyectos de suministro de agua, saneamiento y riego

Según Grey y Sadoff, los costos serán "realmente abrumadores" y los países menos adelantados enfrentarán los mayores retos de la naturaleza, señalando que cualquier enfoque que se plantee deberá adaptarse al país y promover “una combinación adecuada de infraestructura y buena gestión".

Sierra instó a los delegados del Foro Mundial del Agua a que forjen y consoliden las asociaciones entre los países donantes, los gobiernos de los países en desarrollo, el sector privado y las comunidades locales.

"Si logran este cometido, los pobres del mundo se verán inmensamente beneficiados", concluyó.

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