Conectividad para los países en desarrollo

Banco Mundial, 13/12/2005

CONECTIVIDAD PARA EL DESARROLLO

9, de marzo 2006—Hace apenas cinco años, en Nigeria, 370.000 personas tenían teléfonos móviles.

Cuatro años después, el número de usuarios de teléfonos móviles en ese país superaba los 16,8 millones.

Este resultado ha hecho del mercado de teléfonos móviles de Nigeria el segundo en magnitud de África.

En Filipinas hay ahora más abonados de teléfonos móviles que de teléfonos fijos.

Al final del pasado año, Filipinas contaba con alrededor de 40 millones de abonados de telefonía móvil, o sea seis veces más que en 2000.

Esos dos países figuran entre las 144 economías mencionadas en un nuevo informe del Banco Mundial, titulado Information and Communications for Development 2006: Global Trends and Policies (Información y comunicaciones para el desarrollo, 2006: Tendencias y políticas mundiales), en que se examina el avance hacia la ampliación del acceso a tecnologías de información y comunicaciones en todo el mundo.

Según Mohsen Khalil, director del Departamento de Tecnologías Mundiales de Información y Comunicaciones del Grupo del Banco Mundial, el informe demuestra que la revolución de la telefonía móvil ha sido un factor esencial del proceso de ampliación del acceso a tecnologías de información y comunicaciones en los países en desarrollo.

Crecimiento de la telefonía móvil

Según Khalil, “en los últimos 10 años se ha asistido a un notable progreso en cuanto a conectividad en los países en desarrollo”.

“En 1990 los países en desarrollo tenían apenas el 20% de las líneas telefónicas de todo el mundo. La proporción es hoy del 60%. Y algo más interesante es que el crecimiento sigue residiendo en los países en desarrollo, y que ello se debe, principalmente, a la revolución de la telefonía móvil”.

En el informe también se señala que en virtud de los servicios prepagos y las tarjetas de llamada, hasta los hogares pobres han logrado obtener los beneficios de un más amplio acceso a los servicios telefónicos.
En 2005 la mitad de los hogares del mundo tenía teléfonos. De las regiones en desarrollo, el más alto coeficiente de abonados corresponde a Europa oriental y Asia central, en donde se duplicó con creces en el cuatrienio 2000-2004.
Sin embargo, el más acelerado crecimiento se dio en África al sur del Sahara —en que dicho coeficiente se triplicó— aunque la cifra de abonados —103 por cada 1.000 personas— sigue siendo baja.

Resultados dispares en cuanto a Internet

La economista del Banco y editora del informe, Christine Qiang, dice que si bien el mundo en desarrollo registra un enorme avance en cuanto a ampliación de la infraestructura básica que requiere la tecnología de las comunicaciones, los resultados son menos homogéneos en lo que respecta a usos más avanzados, como en el caso de Internet.
El uso de Internet en el mundo se cuadruplicó entre 2000 y 2005. Pero como señala Qiang, “en tanto que en los países desarrollados hay más de 300 servidores seguros de Internet por millón de habitantes, en los países en desarrollo la cifra no llega a dos por millón. En Canadá hay más servidores seguros que en todos los países en desarrollo combinados”.

En el informe se indica también que los países en desarrollo aún distan mucho de hacer del acceso a las tecnologías de información y comunicaciones un instrumento corriente en la administración pública, las escuelas y las empresas.
Por ejemplo, si bien la mayoría de los países desarrollados ha provisto a sus escuelas primarias y secundarias de conexiones a Internet, sólo el 38% de los países en desarrollo ha hecho lo propio. Y en el caso de África, la proporción no llega al 1%.

El camino a seguir

En el informe se insta a los países en desarrollo a trabajar en asociación con el sector privado para ampliar el alcance y el uso de las tecnologías de información y comunicaciones. Además es necesario quebrar los monopolios existentes en esos países.
“El hecho de que en alrededor de la mitad de los países en desarrollo subsistan los monopolios, especialmente en materia de comunicaciones de larga distancia e internacionales —que han determinado el rumbo del servicio de Internet— es actualmente el principal obstáculo a la diseminación de los servicios de información”, expresa Khalil.
Agrega que “los países en desarrollo deben completar su proceso de liberalización poniendo fin a los monopolios que subsisten y liberalizando plenamente la prestación de servicios, para lo cual deben procurar que el sector privado los dispense a un costo asequible”.

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