Globalización: único legado de Greenspa
Aurelio Suárez Montoya, 01/11/2005, Indymedia ColombiaEstá por jubilarse el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan. Desde 1988, este economista de 80 años, maneja por encargo de Reagan la "institución más poderosa del mundo", la encargada de dirigir la política monetaria del dólar estadounidense. Greenspan jugó papel clave para el impulso de la "globalización" y su acomodamiento a los intereses económicos gringos. Si Estados Unidos, en los últimos 17 años ha sido el gran ganador en la globalización, si se "ha comido el almuerzo gratis", se debe, en alguna medida, a la forma como la Reserva Federal ha aprovechado su papel monetario dominante.
No obstante, Greenspan se va preocupado. En conferencia, auspiciada por el Banco Federal de Chicago en mayo de 2004, sobre "Competitividad y Estructura de la banca", se preguntaba acerca de la estabilidad económica de Estados Unidos a largo plazo "cuando ha enfrentado un número histórico de límites sin precedentes en décadas pasadas". Se refería al déficit comercial del 5% del PIB anual, al paso de un superávit fiscal en 2000 a un déficit del 4,25% del PIB en 2004, al que se añaden los retos de mayores recursos para las pensiones de generaciones por venir, a que la tasa de interés de los bonos del Tesoro está en bajo nivel, es negativa si se le descuenta la inflación, y a las deudas de los hogares con relación a su ingreso.
Greenspan encuentra que la globalización, entendida como "la extensión de la división del trabajo y la especialización más allá de las fronteras nacionales", permitió a Norteamérica mantener, pese a tales "límites", una inflación baja, y, en ese sentido, los precios de bienes y servicios importados de China, de India y de "economías emergentes", han logrado "suprimir competitivamente la presión de los precios domésticos". Esto es, con bienes producidos o ensamblados a bajo costo de mano de obra, exportados hacia Estados Unidos, se ha conseguido mantener el dólar como "moneda sana", a pesar incluso de su expansión monetaria. Greenspan afirma que esto "altera los marcos teóricos económicos" y constituye una "nueva verdad".
Así mismo, agrega que gracias a "las tecnologías en tiempo real", las que llama "innovación", se ha posibilitado la movilización del "ahorro mundial" hacia Estados Unidos. Con ello dicho país financia su enorme déficit a costo cero ya que, como él mismo lo indica, "las demandas de dólares de los extranjeros superan en 0,25% del PIB a las de los residentes en Estados Unidos". Así, con caudales ajenos, la superpotencia costea hasta su guerra en Irak y Afganistán. Advirtiendo cómo el libre flujo de mercancías y de capitales ha facilitado la relativa solidez de Estados Unidos, Greenspan concluyó algo turbado en dicha ocasión: "La plena globalización, en la cual el comercio y las finanzas son conducidas solamente por el retorno de las tasas y el riesgo es indiferente a las distancias y a las fronteras nacionales, nunca será alcanzada". Y añade que no se puede determinar cuándo "la dinámica de la globalización saldrá de juego". Esto le hace aseverar que para los años 2005 y 2006 la solidez permanecerá pero ve opacos los últimos años de la década presente.
Un análisis similar hizo Greenspan ante los respectivos comités del Congreso de Estados Unidos en el Reporte de Política Monetaria en julio de 2005. Presagió nubarrones en el horizonte, causados, además del terrorismo, por el rendimiento decreciente de la productividad, por los precios de la energía, agravados porque en los países donde existen reservas se restringe la inversión extranjera, por el comportamiento a la baja en el largo plazo de las tasas de interés debido al exceso de dólares, por el declive del ahorro en Estados Unidos, ya que en la actualidad éste se genera globalmente en países de Asia y ellos lo trasladan a los productores de petróleo, y por los riesgos asociados a la burbuja especulativa de bienes inmuebles.
Sin embargo, lo que más lo alarma es "la evidencia de un creciente sentimiento anti-globalización acompañado de iniciativas proteccionistas".Para concluir reitera: "Hay un esfuerzo de dos décadas y media por reducir regulaciones innecesarias y promover la apertura Perseverar en esa flexibilidad que ha contribuido tan constructivamente a nuestro desempeño económico en los años recientes". Globalización es la solución transitoria al declive imperial, es una respuesta presente a sus dificultades estructurales a costa del empleo, el ingreso y el ahorro de los demás, de quienes Greenspan clasifica como: "minorías entrampadas en el lado adverso de la destrucción creativa, que están sufriendo". Se entiende por qué ahora se impone que la globalización es inevitable; es el plan único de Estados Unidos para subsistir, no hay Plan B. He ahí el verdadero legado de Greenspan.