El ser humano, poderoso y destructivo

Antonio Ruíz de Elvira, 16/11/2007,
El Mundo

14 de noviembre.- Ayer estuve debatiendo sobre cambio climático en el programa de Jiménez Losantos en la COPE. Por mejor decir, estuve intentando debatir, pues los anuncios impedían que cualquier contestación tuviese la menor conexión con lo dicho hacía unos minutos por cada uno de los contertulios. Los argumentos básicos para decir que el cambio climático es un invento de seres malvados que quieren eliminar el maravilloso carbón como fuente de energía de la humanidad eran que siempre ha habido cambio climático, y que ha habido épocas en la historia de la Tierra en la que ha habido mucho más CO2 que en la presente.

La persona que mantenía sus argumentos contra la existencia de un cambio climático era un geógrafo, Antón Uriarte, que ha escrito un libro descriptivo, sin la menor explicación de los mecanismos del clima, sobre la historia del mismo en la Tierra. En su blog se dan muchos argumentos sobre la imposibilidad de establecer márgenes de error en las predicciones sobre el clima futuro, pero resulta que en él no se da ningún argumento sobre esos márgenes de error de los climas de hace millones y miles de millones de años, ni sobre cómo pueden conocerse esos climas. Es un libro dogmático, a la manera de los libros religiosos, en el cual se exponen unos hechos como dictados por la boca de algún dios.

El argumento de que "siempre ha habido cambios climáticos" es tan pobre que da pena tratarlo, pero debo hacerlo. Es tan evidente como la luz del día. De lo que estamos hablando hoy no es de esos constantes cambios climáticos que ocurren con escalas de siglos, milenios, y de decenas y miles de años.

Más dióxido de carbono

Estamos hablando de una elevación brusquísima de la concentración de CO2, un gas beneficioso, que ha pasado de 280 partes por millón (número de moléculas de CO2 en un millón de moléculas de aire) a 380 partes por millón en 120 años: un aumento del 35%. Esta subida solo se había producido en la Tierra tras los impactos de meteoritos que han causado extinciones masivas de vida. La subida concomitante de temperatura, y la que se está produciendo con retraso, tiene que llegar a 2ºC a lo largo de este siglo XXI.

Puesto que las oscilaciones arriba y abajo de temperatura media del planeta a lo largo de los miles de millones de años de su existencia han sido de 5ºC, la subida actual supone un 40% de la amplitud de esas oscilaciones, pero en vez de en millones de años, en 200 años. Una subida de 2ºC supone un incremento en la energía almacenada en la atmósfera y en los océanos similar a toda la energía que utiliza la humanidad en cuatro años.

No es, pues raro, que las tormentas actuales sean mucho más intensas que hace 100 años, e incluso que hace 20 años. Los datos nos dicen que estamos siendo capaces de repetir lo que la naturaleza ha hecho a lo largo de decenas o centenares de miles de años, pero solo en 200. A los que se preguntan cómo un ser tan débil como el ser humano puede hacer esto, que se pregunten donde están las ballenas, las tortugas marinas, los pandas, los linces, incluso los bacalaos de Terranova, las anchoas del Cantábrico, los pinsapos españoles, donde queda hoy algo de naturaleza sin la huella de este mismo ser humano. No somos débiles. Somos poderosos y tremendamente destructivos. Pero estamos aun a tiempo de volver a vivir CON la naturaleza, en vez de contra ella.

El problema real es un problema de escalas, algo para lo que el cerebro humano está muy mal preparado, algo para lo que hay que hacer un ejercicio mental considerable. Somos unos animales parroquiales y limitados en el tiempo. Nos cuesta mucho trabajo vivir en un mundo global y pensar en escalas de siglos (esto es aun más penoso en los políticos, para quienes la escala de tiempo es de cuatro años). Podemos leer, escuchar, acerca de los problemas en China, y sus tifones, pero no nos producen emoción alguna. Podemos escuchar avisos sobre lo que puede pasar dentro de 50 años, pero resbalan en nuestro intelecto. Para geógrafos y geólogos los climas han "cambiado siempre", y no son capaces de imaginar cual es el problema, no de "siempre", sino de "ahora".

Existen cientos de sitios en la WEB, y algunos libros en las librerías, que explican (que no se limitan a describir, sino que explican) el problema, que dan datos. Quien quiera formarse una opinión real, no aceptar un dogma predicado, puede consultarlos y formarse una opinión propia. Le animo a ello

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