La urgencia del Cambio Climático y la lentitud de las administraciones
Antonio Ruíz de Elvira, 03/10/2007El otro día me preguntaban si había sido evaluador del IPCC, el organismo de la ONU para emitir informes sobre el problema del cambio climático. Contesté que “Evidentemente, no”, como muchos de mis colegas científicos en Europa y en América. La razón es que tras años de trabajo, en la última noche antes de presentar el informe del IPCC la política lo desvirtúa completamente, y anula esos años de trabajo científico.
La realidad es tremenda. Es espeluznante y no se comunica a la población, porque una población anestesiada es mucho mejor para los votos que una población en estado de alerta.
El cambio climático se está acelerando casi sin control, debido a las realimentaciones positivas (aquellas que hacen al rico más rico y más pobre al pobre). Los océanos, al calentarse, absorben (como el agua hirviendo) menos CO2. El fitoplancton oceánico, al acidificarse el océano, absorbe menos CO2. El suelo, al acidificarse, absorbe menos CO2. El hielo se está fundiendo a marchas aceleradas. Nos quedan 18 años (porque ya hemos perdido 2) para poner en marcha las medidas para eliminar (no para reducir, sino para eliminar) las emisiones de CO2. Pero seguimos emitiendo alocadamente. Podemos eliminar las emisiones porque tenemos toda la tecnología en nuestras manos, y al hacerlo podemos hacernos mucho más ricos de lo que lo somos en la actualidad. Podemos hacernos mucho más ricos casi todos. Es evidente que Paco “el pocero” de Seseña, no se hará más rico si dejamos de invertir en casas. Es evidente que Enel y Acciona no se harán más ricas si se cierran Carboneras, Andorra y As Pontes. Pero ¿nos importa eso a los ciudadanos? Nos haremos más ricos porque capturaremos mucha más energía, que podremos repartir, porque montar toda una nueva tecnología exige contratos de trabajo para millones de personas.
Pero al Sr. Presidente del Gobierno de España se le llena la boca de frases, y no se le ve la actuación por ningún lado. Tras la visita de Al Gore a Madrid el Cambio Climático se iba a resolver proyectando la película de Gore en los colegios (¿Se ha hecho? ¿Ha servido para algo HOY?) Tras la cumbre de Nairobi íbamos a ser los pioneros en la lucha contra el cambio climático instalando hornos solares en países pobres.
Pero en España las ventas de coches 4x4, que emiten 3 veces más que cualquier otro, siguen aumentando. Y no se necesita una ley para frenarlas. Basta la publicación en el BOE de un impuesto que los haga prohibitivos. En España las centrales de Carboneras, de As Pontes, de Andorra, siguen funcionando a tope, con carbón importado las dos primeras. Y bastaría con un decreto prohibiendo el carbón como combustible para producir electricidad. En España hay instalados unos 45 Gw de potencia, cuando realmente necesitamos 35. El gobierno de España puede, sin ley alguna, favorecer tanto la energía solar (eólica, fotovoltaica, térmica) que en 10 años se hayan instalado 10 Gw de esa energía, para compensar los 10 GW de las centrales de carbón que deben de ser cerradas. El gobierno de España dice que favorece los biocombustibles, pero no los hay en las gasolineras españolas. Una orden ministerial obligando a todas las gasolineras a instalar surtidores no cuesta trabajo. ¿Que las gasolineras protestarán? Basta con rebajarles los márgenes de beneficio si no lo hacen. El Estado tiene todas las armas en la mano para ello.
En España se siguen produciendo los bienes lo más lejos posible de donde se consumen. La distribución, en vez de hacerse mediante tren y barco, se hace mediante camiones de gasóleo. Un par de decretos elevando los impuestos al transporte por carretera y rebajándolo al transporte por tren corregiría ese desatino. ¿Protestarían los transportistas? Es claro que si, pero el Estado no puede actuar bajo los chantajes, sobre todo cuando nos jugamos la supervivencia.
Se puede hacer muchísimo, y lo único que se hacen son sesudos estudios para dejar el problema siempre para mañana.
Señores políticos, los que hoy gobiernan y los que gobernarán: No tenemos tiempo para paños calientes. Hay que meter al enfermo en el quirófano. Es seguro que tras la extirpación del tumor y la quimioterapia dolorosa la enfermedad remite y que España saldrá del tratamiento como un país no exportador de petróleo, sino exportador de energía, uno de los del club de los ricos.
Sr. Presidente: Ya está bien de palabras. Pase a la acción. Si nos quiere convencer de que lo está haciendo, lo tiene fácil: De aquí a tres meses, que las ventas de 4x4 hayan caído a cero, que las centrales de Carboneras y de As Pontes hayan rebajado a la mitad su producción, que se hayan instalado 10 nuevas centrales solares. Si así lo hace, le creeremos. En caso contrario, todo serán palabras, irrealidad virtual. Se juega usted la credibilidad. ¿Ganará usted?
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